La autopista de España en la que la velocidad máxima baja de 120 kilómetros por hora: los tramos afectados

Desde que se acabaron los peajes en esta vía, la movilidad ha aumentado un 40% y, con ello, la siniestralidad

Un velocímetro

Redacción digital

Madrid - Publicado el - Actualizado

3 min lectura

El debate sobre la velocidad en las autovías y autopistas es público desde hace años. La máxima a la que se puede circular en España por estas vías son los 120 kilómetros por hora. Aun así, hay quienes quieren correr más con sus coches y que sea legal, ya que entienden que esta restricción tenía sentido con los motores de los coches del pasado. También hay quienes pretenden que se reduzca por motivos de seguridad. En este sentido va un cambio que se ha producido en una de las principales autopistas de España.

Hace unos años se impuso la bajada general de 120 a 110. De hecho, con la crisis de energía que vivimos se ha acercado esa posibilidad de volver a ver ese límite porque, según algunos expertos, se consigue un importante ahorro de combustibles derivados del petróleo. La limitación de velocidad entró en vigor el 7 de marzo de 2011 y declinó el 30 de junio; en apenas cuatro meses se ofrecieron desde Interior cifras de 450 millones de euros ahorrados. De momento, la DGT desmiente cualquier posibilidad de cambio a corto plazo.

Eso sí, hay vehículos que pueden circular a más velocidad. Los vehículos de emergencias, es decir, Guardia Civil, ambulancias y demás fuerzas y cuerpos de seguridad, pueden rodar hasta a 150 km/h. Pero sí que hay una excepción que queda recogida en el artículo 47 del Reglamento General de Vehículos en el que se especifica que está permitido circular hasta a 150 km/h de forma legal en autopista. Se refiere a vehículos que estén realizando pruebas especiales y para ser identificados deben portar la correspondiente señal V12. Y esto suele ocurrir con vehículos nuevos o en fase de desarrollo.

Se reduce el límite

En esta ocasión hablamos de unos tramos de autopista en los que se reduce la velocidad. Dentro de unos días, la liberada AP-7 tendrá más de 80 kilómetros de su longitud restringidos a una velocidad máxima de 100 kilómetros por hora para turismos. Desde que se acabaron los peajes en esta vía, la movilidad ha aumentado un 40% y, por ende, también han aumentado los problemas. En lo que va de año, 23 personas han perdido la vida en esta autopista y se han registrado 45 heridos de gravedad.

Para tratar de aligerar la situación, el Servei Català de Trànsit y el Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana han acordado actuar en cuatro tramos de la autopista del Mediterráneo, modificando o actuando sobre la velocidad para, precisamente, aumentar la seguridad vial. De sur a norte, se limita a 100 kilómetros por hora el tramo que va de Calafat a l'Ampolla (ambos sentidos); el que va de Altafulla a Constantí, dirección sur, donde está previsto instalar un radar de tramo; entre la bifurcación de la B-23 (El Papiol) y el enlace con la C-33 (Montornès), donde también está previsto colocar un sistema de velocidad variable; y la ronda de Girona, entre Fornells de la Selva y Cervià de Ter, donde la AP-7 dispone de cuatro carriles.

Según explicaron Ramon Lamiel, director de Trànsit, y Xavier Flores, secretario general de Infraestructuras del ministerio, las actuaciones deberían llevarse a cabo en dos o tres meses. "No es una solución cerrada, nos iremos viendo cada dos meses para ir evolucionando, modificando y mejorando", ha sostenido el secretario general.

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