Avances en la concienciación en este reto contra el cambio climático pese al postureo de las cumbres
La transición energética, vital para evitar problemas climáticos
Madrid - Publicado el - Actualizado
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A pesar del postureo que para muchos ecologistas y científicos representan las cumbres anuales del clima como la que actualmente se celebran en Egipto por la ausencia de los países contaminantes y la falta de obligaciones vinculantes desde el acuerdo de Kyoto, los expertos consultados por COPE consideran que hay avances en la concienciación ciudadana frente a la emergencia climática. Son cada día más quienes se implican en la preservación del planeta y quienes aplican las últimas innovaciones también en España.
Evitar que la temperatura planetaria alcance los 2 grados a finales de siglo, como se acordó en la cumbre de París, es un objetivo fundamental y global que choca contra el cortoplacismo de la política. Sin embargo ahora se intenta limitar a 1'5 grados.
‘‘Aunque movilicen a políticos, ONGS y empresarios, las medidas que toman en estas cumbres no son muy ambiciosas. Mucha discusión y poca decisión.’’ explica Emilio Chuvieco, catedrático de geografía en la Universidad de Alcalá de Henares.
Para Paula Fernández-Canteli, ingeniera de minas del Instituto Geológico y Minero de España https://www.igme.es/ y actualmente en la COP27 de Egipto: “las cumbres obligan a todos a ponerse alrededor de una mesa para tomar una decisión. A veces son relevantes, como Kyoto o París, y otras no. Pero si se leen los acuerdos, aparecen cosas interesantes’’.
La transición energética, clave en la reducción de emisiones de dióxido de carbono.
Los gases de efecto invernadero son fundamentales para regular la temperatura del planeta. Sin embargo, las emisiones artificiales incrementan esa capa gaseosa y refuerza el calentamiento global. El CO2 supone el 80% de estos gases.
Unas emisiones que en España se producen en el transporte (25%) y la industria (21%). Sustituir los combustibles que emiten CO2 por hidrógeno o vehículos eléctricos y eliminar las emisiones industriales son las principales medidas que pueden mitigar esta situación. Para ello ‘‘es necesario que cambiemos el modelo energético. Las principales acciones van por el ahorro energético, hacer lo mismo con menos energía, pero sobretodo hay que sustituir las fuentes actuales de energía por otras de baja emisión, que son ahora mismo las renovables o la nuclear’’, explica Emilio Chuvieco.
Una de las empresas que en España emprendió la transición energética fue la asturiana Hunosa, dedicada al carbón. Su director es Noel Canto y afirma que el proceso de diversificación empezó hace quince años. ‘‘Llevábamos un tiempo viendo por dónde iba la tendencia energética. Comenzamos la diversificación en 2006 creando un departamento enfocado a preparar un futuro distinto al del carbón. Empezamos a instalar maquinaria de renovables y reducir progresivamente el uso del carbón. Nos lo exigía el contexto nacional e internacional. Ahora somos una empresa basada en las renovables. Todavía tenemos una mina en funcionamiento para abastecer una central térmica. Pero la vamos a convertir en una central de biomasa. Es lo que nos queda para desvincularnos completamente del carbón y vincularnos a las renovables’’.
Uno de los grandes retos de las cumbres climáticas es implementar industrias renovables en los países en desarrollo. ‘‘Es necesario ayudarles a cambiar su modelo energético para que no pasen por las energías fósiles’’ explica Emilio Chuvieco. ‘‘Si el objetivo es que el sistema económico no dependa de los combustibles fósiles, los países que están en desarrollo deben ir directamente a las renovables’’.
Eliminar las emisiones directamente de la fábrica, una opción cada vez más demandada
El sistema de captura, transporte, uso y almacenamiento de CO2 evita que las emisiones lleguen a la atmósfera. ‘‘Consiste en captar el CO2 de las chimeneas de las industrias, fábricas y otros emisores. Después se transporta por carretera o mar, se lleva a un lugar de subsuelo previamente estudiado, que no ponga en peligro acuíferos ni ecosistemas, y se inyecta’’ afirma Paula González-Canteli. El sistema comenzó en Noruega, Estados Unidos y Canadá, y en España cada vez más compañías como Repsol incluyen esta medida en su estrategia. ‘‘Instalar este sistema es costoso, necesita de seguridad administrativa. Pero las emisiones solo se pueden reducir así, eliminándolas’’, indica.
La empresa de Noel Canto, Hunosa, desde 2010 viene desarrollando la captura de CO2 asociada a su central térmica. ‘‘Es un sistema que funciona y consigue capturas muy eficaces. Estamos en muchos proyectos europeos asociados a la investigación de esto’’.
¿Nos encontramos en el punto de no retorno?
El objetivo es evitar que la temperatura planetaria supere los 2 grados. ‘‘Hay discusión científica en torno a qué cantidad de CO2 podemos emitir a la atmósfera, manteniendo la temperatura a menos de los 2 grados que fue el acuerdo de París. Algunos piensan que podemos remitir hasta 2030, o 2035, o hasta 2050. Pero cuanto antes cambiemos la curva de emisiones y empiece a ir hacia abajo en vez de incrementarla, más fácil va a ser que el colapso no ocurra. Hay que ser consciente de que el problema cada vez es mayor, lo vemos en las anomalías climáticas de todos los días’’ explica Emilio Chuvieco, y añade: ‘‘yo no soy pesimista, no creo que estemos en el punto de no retorno. Si no, no me dedicaría a estudiar la situación del clima y proponer soluciones’’.
''No cabe duda de que los satélites detectan que desde los años 80's la temperatura ha aumentado, y que los gases que emitimos transforman la atmósfera'' apunta Carlos Madrid, matemático y filósofo de la Fundación Gustavo Bueno. ''Pensemos por un momento que dejásemos de emitir CO2. Tampoco emitiríamos aerosoles, que contribuyen a enfriar la atmósfera. Las proyecciones indican que la temperatura va a seguir aumentando, y nos tendremos que adaptar''.
El papel de los datos
Grandes ordenadores tratan de representar el clima de la tierra mediante simulaciones, y así explicar las previsiones climáticas. ''El climatólogo experimenta con un modelo informático, no con el clima global, que no podemos controlar. No es como un químico que puede experimentar dos fórmulas en dos provetas'', explica Carlos Madrid. De estos datos y modelos se derivan los diagnósticos y datos que manejan los expertos, y luego se mediatizan.
Por eso las previsiones de cara al futuro apoyadas en esta tecnología ''nos permite saber nuevos aspectos del clima, pero hay unas incertidumbres que hay que valorar'', apunta Madrid. Pone por ejemplo que no se puedan medir las temperaturas antes de finales del siglo XIX porque no hay datos. ''Los datos indirectos sirven para ir más atrás, por ejemplo, midiendo los anillos de los árboles, los sedimentos de los lagos o el aire atrapado en hielo''. Los modelos tienen que lidiar con las incertidumbres de los datos del pasado, el cómo se elaboran los modelos y las proyecciones a largo plazo.