Bajan los casos de gripe B y la segunda ola empieza a estabilizarse

Fiebre, dolor muscular, tos y congestión... hasta hace poco estos síntomas los asociábamos al COVID, pero ya no. A finales de 2022 llegó una primera ola de gripe asociada a un repunte de 'gripe B' y la tasa de ingresos triplicó a la de covid. Ahora, y desde finales de febrero, estamos inmersos en una segunda ola que, según los expertos consultados por COPE, poco a poco va estabilizándose.

Una segunda ola atípica

Generalmente, el período de acción de la gripe transcurre entre los meses de diciembre y febrero. Sin embargo, este año hemos tenido dos etapas con una gran actividad del virus. En primer lugar, durante la época otoñal, y en segundo lugar, desde finales de invierno y principios de primavera. Y no solo eso, a los casos de gripe común ha habido que sumar los de la gripe B.

Estanislao Nistal, virólogo y profesor de microbiología en la Universidad CEU San Pablo, explica para COPE que en esta circunstancia han podido influir varios factores: “puede que la gripe de tipo B, al no haber circulado durante unos cuantos años haya bajado la inmunidad de muchas personas y se pueda replicar mejor, y también puede ser consecuencia de las interacciones sociales que cada vez son mayores”, explica.

A mediados de febrero se alcanzó el pico de esta segunda ola con 270 casos por cada 100.000 habitantes, según recoge el último informe del Instituto de Salud Carlos III, pero las cifras ahora han

descendido hasta los 258 casos y, según los expertos consultados por COPE, se espera que con la llegada del calor y las buenas temperaturas finalice la temporada de gripe.

¿Por qué la gripe B está afectando más a los jóvenes?

Es cierto que esta gripe B está afectando más a la infancia que a la población adulta, aunque hay excepciones. Esto sucede porque una parte de los niños todavía no se habían enfrentado a este virus. Sin embargo, gran parte de las hospitalizaciones que ha habido en relación con este tipo de gripe las han sufrido las personas mayores con patologías previas.

Alberto tiene 45 años, vive en Madrid y acaba de superar la gripe B. Se contagió después de compartir un fin de semana con unos amigos, cuyos hijos acababan de pasar el virus. Esa misma noche empezó a estornudar y el lunes ya tenía casi 40 de fiebre. Después de una semana tomando un antibiótico superó la influenza, pero los problemas se prolongaron durante otra semana más:

“La segunda semana todavía me quedaron unas pocas secuelas como dolor de cabeza, unas décimas de fiebre y una especie de atontamiento mental. Me pasé unos cuantos días así como mareado”, comenta para COPE.

Diferencias entre la gripe A y la gripe B

Pese a que pueden parecer muy similares por su denominación, existen diferencias muy relevantes entre ambas que ha señalado Nistal para COPE: “la principal diferencia es considerar que es el mismo virus. Estamos hablando de virus distintos, no de diferentes versiones de un mismo virus como pasa con el coronavirus. Después, se necesita la misma técnica para detectar ambos virus, pero con distintas herramientas de diagnóstico y distintos reactivos. Y por último, los síntomas de la gripe B son normalmente más leves”, concluye.

Situación en Europa

En España poco a poco va bajando el número de casos y los expertos como Nistal, aseguran que la situación va a ir estabilizándose: “lo que nos estamos enfrentando ahora es a ese segundo pico en el cual habrá que ver hasta cuándo se extiende en el tiempo, pero lo esperable es que cuando lleguen las buenas temperaturas bajen los casos y con el calor se dé por extinguida la temporada de gripe”, explica.

Sin embargo, en otros países europeos como Suecia se han notificado algunos casos graves de gripe B en menores que preocupan y están siendo investigados.