Bichectomía, la operación estética de moda que cambia los rasgos faciales

Las modas influyen en muchos aspectos de nuestras vidas, y el campo de la estética no es uno menos. Si hasta hace poco una de las mayores demandas eran las inyecciones de bótox o el relleno de labios, ahora pisa fuerte la llamada bichectomía. Esto es, la extirpación de las bolas de Bichat.

¿Qué son? Pues unas bolsas encapsuladas o glándulas de tejido graso que tenemos en las mejillas. Si intentas palparlas, difícilmente las notarás, ya que están entre dos músculos: el masetero y el buccionador. Miden unos 10 centímetros y pueden pesar hasta nueve gramos.

Forman parte de nuestro cuerpo, venimos de fábrica con ellas. Pero la realidad es que no tienen una función específica. Contribuyen a formar el espacio de la parte media e inferior de la cara, sobre todo cuando somos niños. Sin embargo, en adultos puede perder prominencia, aunque hay personas en las que sí se notan más y dan un aspecto redondeado a la cara.

Mediante la bichectomía, es posible extraer las bolas y dar un aspecto más fino al rostro al quitar ese volumen. De esta manera, muchas personas sobre todo famosos han recurrido a esta solución estética para enmarcar más sus pómulos y mandíbula y conseguir un efecto de rejuvenecimiento del rostro. Y quizá, uno de los elementos que más ha contribuido al éxito de su demanda es que se trata de una operación muy rápida y poco complicada.

ANESTESIA LOCAL Y 24 HORAS DE REPOSO

La intervención para extirpar las bolas de Bichat es breve. Si todo va sobre lo previsto, tarda menos de una hora. Para evitar dolor, se realiza bajo anestesia local. Para evitar cicatrices, se lleva a cabo a través del interior de la cabida oral, mediante dos incisiones de un centímetro cada una a través de la mucosa yugal.

Si el médico extrae la glándula por completo o una parte de esta dependerá de las recomendaciones de cada profesional y en función del caso del paciente. Una vez finalizada la intervención, son necesarias 24 horas de reposo y, para una correcta cicatrización, recomiendan optar por alimentos más bien blandos durante los siete días posteriores a la operación.

Al principio, el paciente verá la cara inflamada, pero poco a poco el volumen se irá reduciendo, así que es posible que no vea los resultados hasta después de un mes del paso por quirófano. El proceso puede rondar un coste de entre 1.000 y 1.500 euros.

Así pues, las claves del éxito de la bichectomía son la rapidez de la recuperación y la posibilidad de afinar los rasgos faciales sin una cirugía especialmente incisiva. Eso sí, retirar las bolas de Bichat puede tener algunas complicaciones. Entre ellas está la parálisis del nervio facial o la asimetría facial.