'El COVID es una maratón en la que hay que dosificarse'
Cansancio, rutina, apatía... es el sentir de la mayoría de españoles ante el coronavirus. En COPE repasamos qué es la denominada 'fatiga pandémica'
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Cuando estamos cerca de cumplir un año del estallido de la pandemia en España, de la llegada del confinamiento de primavera, el ver cómo pasa el tiempo y que la situación no termina de resolverse ha llevado a que se acuñe la expresión 'fatiga pandémica'. En COPE te damos las claves de cómo seguir el ritmo y no caer en la desesperación.
Cansancio, rutina, apatía... es el sentir de la mayoría de españoles ante el coronavirus. El calendario sigue avanzando y para muchos esto es un bucle del que no terminamos de salir. Primera ola, segunda, tercera, restricciones, perimetraciones, confinamientos... se han convertido en parte de nuestro día a día. Y ello ha llevado a que en general se haya desarrollado lo que se conoce como 'fatiga pandémica'.
Timanfaya Hernández, psicóloga, hace a COPE su diagnóstico. 'Hay un mayor desgaste emocional. Mucha gente está peor, se siente más apática, más desesperanzada. En este tiempo hemos pasado por distintas etapas. La primera fue de mucha incertidumbre, de mucho miedo en muchas personas y ahora estamos en la de la fatiga pandémica. Y es que después de lo mucho recorrido estamos desgastados a nivel emocional'. Su consejo es sencillo. 'Los grandes maratones requieren que uno se dosifique muy bien. Empieza a tener una repercusión en la que es más necesario que nunca saber dosificarse'.
Es fácil decirlo pero... ¿cómo lograr esa dosificación? Esta profesional asegura que 'la clave básica de todo esto es ser amable, ser consecuentes en cómo nos contamos las cosas. Nuestros pensamientos rigen nuestras emociones. Tenemos que ser muy coherentes y si nos mandamos mensajes horribles, con esto no voy a poder, yo ya estoy agotado... nuestro cuerpo va a reaccionar a este tipo de pensamientos. Si en cambio nos contamos pensamientos tales como "ya verás que en el 2021 esto se acaba" nuestro cuerpo también reacciona a eso'. La clave, para ella, es alcanzar un punto medio. 'Ambos son pensamientos extremos que en general no son buenos porque nos llevan a emociones extremas. O de euforia o de ver luego la realidad con lo que viene la frustración o estados de apatía. Uno se queda con la sensación de no poder hacer nada con nuestra vida lo cual tampoco es real. La recomendación es tener cuidado con cómo nos contamos las cosas'.
La excesiva información
La pandemia ha generado que estemos constantemente pendientes de cualquier novedad que se produzca sobre ella. Ya se vía redes sociales, a través de medios de información digitales o los tradicionales. Algo que para Hernández tampoco es bueno. Contribuye aún más a esa fatiga pandémica de la que hablamos. 'Las situaciones de sobreexposición que tenemos a lo que está pasando producen dos efectos: angustia y la posibilidad de desengancharse de las normas. Se produce una sensación de habituación y ese algo deja de tener importancia. Hay que hacer una adecuada gestión de la información porque a algunos les produce mucha angustia y en otros no es eficaz'.
Sobreexposición a la información en la que en muchos casos se ha normalizado el hablar de víctimas mortales de COVID. Para esta psicóloga es fruto de que 'la capacidad de adaptación del ser humano es increíble. Al final banalizamos sobre aspectos muy serios. El ser humano se acostumbra, se adapta a todo. A lo bueno y a lo malo. Con los efectos que eso tiene'
Ella pone el ejemplo de las víctimas de la violencia doméstica. 'Decimos ha habido 40, 50, 60 muertos... al final se nos olvida que detrás de eso hay personas. En cualquier caso es un mecanismo de supervivencia que nos permite seguir adelante porque si no estaríamos constantemente en el drama, en lo angustioso de las situaciones. Pero también es un mecanismo que nos hace estar más alejados del otro. Y es necesario tocar estas cosas con delicadeza'.
Ella trata a diario con pacientes y ve claramente dos tipos. Las personas que ya tienen un cuadro de ansiedad, de depresión... 'que se agudiza'. Y los que no tenían ningún tipo de antecedente de problemas de salud mental 'que empiezan a experimentar esta situación, a agudizarla'. Ella insiste en que cada persona es un mundo y también en tiempos de COVID. 'No todos vivimos la pandemia de la misma forma. Depende de pérdidas familiares, laborales, económicos, dificultades para relacionarse.... hay además muchas personas preocupadas por el contagio, que han desarrollado un pensamiento obsesivo alrededor de él'.