Crecen los trastornos de la conducta alimentaria un 30% en los últimos dos años
En 9 de cada 10 casos afectan a mujeres
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Los Trastornos de la Conducta Alimentaria (TCA), como la anorexia o la bulimia, se han disparado un 30 por ciento en los dos últimos años. Son las enfermedades mentales que más muertes provocan, según explican a COPE los profesionales que los tratan. En más de 9 de cada 10 casos lo sufre una mujer y cada vez a edades más tempranas.
“Son desórdenes de alimentación que tienen en la base un desorden personal y que se expresa en la forma de comer y también en la percepción de su imagen personal. Es más frecuente en personalidades compulsivas, perfeccionistas, obsesivas o extremas pero influyen muchos otros factores como la presión de las redes sociales o el impacto de la pandemia”, subraya Constanza Fernández de Gamboa que coordina el grupo de trabajo de trastorno alimentario del Colegio de Psicólogos de Madrid.
Al menos el 4 por ciento de los adolescentes tienen en España algún tipo de trastorno alimentario, entre ellos bulimia o anorexia que es la enfermedad que más mortalidad produce. Pero hay otros trastornos, entre ellos, la ortorexia que la obsesión patológica por comer sano o la vigorexia que es llevar al extremo el querer estar fuerte o musculado. Aunque en más de 9 de cada 10 los sufren las mujeres, la vigorexia está aumentando más en chicos que en chicas.
“La edad de inicio de un TCA o de demanda de ayuda por síntomas relacionados con un desorden en la alimentación también ha disminuido muchísimo de forma que si antes hablábamos de 12 a 14 años ahora empezamos a ver en niños de 8 o de nueve años” afirma en COPE Fernández de Gamboa.
De todos los TCA el que más crece en las consultas es, en este momento y según esta psicóloga, el trastorno por atracón que consiste en comer de forma desmedida en cortos intervalos de tiempo.
Sentir que no puedes parar de comer y buscar en ello un alivio
Contra el trastorno por atracón combate desde hace un año y medio Alejandra Robles, de 24 años, que recuerda como, en su caso, los problemas se aceleraron en su etapa de estudiante aunque venían según reconoce de aprendizajes de la infancia y de la presión por el culto al cuerpo de Venezuela, su país de origen, sin contar con el impacto de las redes sociales.
“Mi TCA está muy ligado con las emociones. Para regularme emocionalmente recurro a la comida, lo hago cuando sufro ansiedad o estoy triste pero también si estoy muy feliz. En peores momentos era muy normal llegar por la noche y comer a lo bestia, hacerme tres platos de pasta y comérmelos en menos de 5 minutos o una barra de pan entero y me iba de lo más tranquila a la cama. Sentía que no podía parar y esto se volvió rutina” explica Robles.
Después de 18 meses de tratamiento los episodios de este tipo se han espaciado en el tiempo y también el malestar que provocan y que Alejandra describe así: “tras un alivio inicial después de un atracón siempre viene una ola de culpa gigante en la que te empiezas a recriminar lo que has hecho”.
Gracias a su esfuerzo y el de los profesionales que le han acompañado, Robles ha desarrollado estrategias y herramientas que le ayudan a regular de otra forma sus estados emocionales. Su forma de comer ha cambiado y es más equilibrada. Psicóloga de formación, Alejandra está completando un máster y quiere después especializarse en TCA: “cuando además de tener la formación adecuada lo has sufrido la conexión es mucho mayor y por eso pienso que me voy a dedicar a ello”.
Los TCA son las enfermedades mentales que más muertes provocan
“Estamos hablando de la enfermedad psiquiátrica que más muertes produce, más que la depresión o que los brotes psicóticos por ejemplo, es muy preocupante lo que estamos viendo agravado por la pandemia. Una de las causas de muerte es el suicidio y otra de las causas son los problemas o bien de maniobras purgativas muy intensas propias de la bulimia o la desnutrición que ocurre con la anorexia y que va provocando una inmunodepresión hasta que la persona se queda sin defensas” explica en COPE Francisco Botella de la Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición (SEEN).
Su abordaje requiere de equipos multidisciplinares en los que intervienen psiquiatras y psicólogos, endoncrinos y nutricionistas además de terapeútas. Aunque existen en buena parte del territorio nacional son insuficientes y obligan a demasiados pacientes a tener que desplazarse para tratamientos que son largos al durar como mínimo un año.
La mayoría supera el TCA
Los casos más graves de TCA obligan a hospitalizar a quienes los sufren, a veces, durante meses. Y es que según explica Botella: “primero hay que corregir la desnutrición, las alteraciones médicas y en el caso de la anorexia ganar peso. Solo después de esto es posible hacer psicoterapia y dar psicofármacos porque una persona denutrida no tiene capacidad cognitiva suficiente para poder curarse”.
8 de cada 10 pacientes superan el TCA pero el resto de los casos se cronifican: “¿de qué depende? Cuando el peso es más bajo peor, cuánto más tiempo pasa desde que se desencadena y se pide ayuda pues peor, cuánto más desestructurada es la familia también peor y si hay otro diagnóstico de salud mental asociado es también más difícil” afirma Botella.
Según refleja la Guía de Práctica Clínica sobre TCA, elaborada por el Ministerio de Salud y Consumo, alrededor del 50% o 60% de los casos de TCA se recupera totalmente, entre un 20% a un 30% lo hace parcialmente, y solo entre un 10% y un 20% cronifica la enfermedad.
Algunas cifras
En España existen 400.000 casos de personas que sufren Trastorno de la Conducta Alimentaria (TCA) y se espera que aumente un 12% en los próximos 12 años, según la Fundación Fita.
1 de cada 20 adolescentes españoles sufre anorexia, bulimia o trastorno por atracón, según datos de la Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia. Datos que se disparan entre las mujeres: un 5% de lasjóvenes de entre 12 y 21 años tiene TCA, según Ita Salud Mental, lo que supone el 90% de los afectados totales en España.