Crioterapia, la terapia con frío que gana seguidores en todo el mundo

¿Qué tienen en común Cristiano Ronaldo, Pablo Motos o Demi Moore? Los tres son famosos y los tres usan la crioterapia de cuerpo entero de forma habitual, aunque cada uno lo hace por diferentes motivos. Mientras que Demi lo hace como parte de su rutina antienvejecimiento, Pablo Motos y CR7 la utilizan en sus sesiones de entrenamiento.

La última famosa en subirse al carro ha sido Gemma Collins, una celebrity británica que se hizo viral en Reino Unido a principios de mayo cuando publicó en las redes sociales un video desde una cabina de crioterapia. Ella recurrió a la crioterapia de cuerpo entero para perder peso, y su publicación despertó la curiosidad de los internautas sobre este novedoso tratamiento.

Pero, ¿qué es la crioterapia de cuerpo entero?

En su video viral, Collins aparecía dentro de una de las cabinas de crioterapia de Cryosense, empresa española líder en esta tecnología. En su web explican que la crioterapia consiste en “la aplicación de frío sobre el cuerpo con fines terapéuticos”. La idea no es nueva, el frío se viene usando desde hace siglos en terapias de salud y bienestar, pero solo ahora, gracias a los avances tecnológicos, se le puede sacar el máximo beneficio.

La crioterapia de cuerpo entero se lleva a cabo en una cabina de crioterapia (también llamada crio sauna). Durante la sesión el usuario se introduce en la cabina, donde se usa nitrógeno líquido evaporado para bajar la temperatura a entre -110 ºC y -196 ºC durante un periodo de tiempo que va de 2 a 4 minutos. La exposición al frío extremo es tan breve que no supone un riesgo para el usuario (que además está permanentemente vigilado durante la sesión), pero desata una respuesta corporal que tiene múltiples efectos positivos en el organismo.

Para empezar, el frío tiene un efecto analgésico y antiinflamatorio, por lo que es muy útil en el tratamiento y recuperación de lesiones. Además, el frío intenso produce una reacción metabólica para compensar el descenso de temperatura corporal, y esto hace que en una sola sesión de crioterapia se puedan quemar entre 200 y 800 calorías. También hace que la piel sea más tersa y produce la liberación de endorfinas y serotoninas, conocidas como las “hormonas de la felicidad” porque crean una sensación de bienestar. Muchos efectos que se consiguen solo con un par de minutos de exposición al frío.

Un negocio al alza

Las clínicas de belleza y los centros deportivos no son ajenas al boom de la crioterapia y por eso se han apresurado a la instalación o alquiler de criosaunas para ofrecer nuevos servicios a sus clientes. Así, si en 2014 sólo había cuatro cabinas de crioterapia en toda España (tres en clínicas privadas y una en casa de Cristiano Ronaldo) hoy su número se cuenta por decenas. De este modo la crioterapia ha pasado de estar al alcance de unos pocos a convertirse en una opción asequible para la mayoría.

Ya sea para mejorar el rendimiento deportivo, perder esos kilos de más o combatir el estrés, cada vez son más las personas que entran en una criosauna. ¿Te animarías a probarla?