Cuando la muerte de tu hijo salva la vida de otros niños
Aumentan un 2% los trasplantes pediátricos en España. La generosidad de las familias lo hacen posible
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Ante la muerte de un hijo, una situación antinatural difícil de encajar, se abre la puerta a la solidaridad. En España la mortalidad infantil es muy baja y por eso hacen falta trasplantes pediátricos. A día de hoy 78 niños están en lista de espera para recibir un órgano; sólo 20 sería un trasplante renal. En los últimos nueve años la ONT ha registrado 314 donantes pediátricos. Estas familias han sido generosos ante tanto dolor.
Es el caso de esta madre: “La niña tuvo un problema, se atragantó y la llevamos al hospital. Estuvo 35 minutos en parada cardiorrespiratoria no pudieron hacer mucho más por ella”. Esta pequeña estuvo tres días en el hospital y a los padres le comunicaron que había entrado en muerte cerebral. No había vuelta atrás. “Nos dijeron que era inminente que falleciera...”
¿Qué pasa por la mente de esos padres entre tanto dolor? Ella explica que siempre habían tenido muy claro la donación de órganos en “nosotros como adultos, nunca pensamos que sería nuestra hija. Y en cuanto nos dijeron si estábamos dispuestos a hacerlo, no lo dudamos ni un solo minuto”. Quien comunica esa noticia es el coordinador de trasplantes que la ONT tiene en todos los hospitales públicos, un médico experto y entrenado para comunicar la noticia a la familia y conseguir a través d ella mejor información que la donación sea posible.
Montserrat Nieto es médico de cuidados intensivos del Hospital Niño Jesús y es, desde hace doce años, coordinadora de trasplantes. “Se vive muy intensamente los días de donación, y los días previos son un torrente de emociones, porque hay que pedirles a esos padres que van a perder a su hijo que donen. Creo que es el mayor acto de amor que existe”. Los sentimientos se entrecruzan ante la pérdida porque como explica Montserrat “después de esa enorme tristeza que es perder a lo que más quieres, llega una alegría al saber que estás dando vida, que esos padres han decidido donar para mejorar la vida de otros niños”.
Lo explica muy bien la madre de esta pequeña de cinco meses: “Nos pusimos en la piel del otro, igual que nosotros teníamos la esperanza que saliera para adelante, que era un susto, que existen los milagros y no fue así... Entonces pensamos que la otra parte estaba como nosotros, estaba esperando. Nuestro dolor no lo puede cambiar nadie, pero sí nuestra hija podría ayudar a otro niño, a su hijo”. Se emociona al recordar que “vino al mundo, estuvo con nosotros cinco meses y medio, y si mi hija podría ayudar... no se puede explicar con palabras, es algo que no dudas en hacerlo”.
La doctora Nieto nos explica que no hay fórmulas para contar la noticia “pero es verdad que hace falta ser muy empático, tener a la familia enfrente, comprender su dolor. A estas familias les mueve la solidaridad, pero es un acto de amor y un homenaje a sus hijos. Cuando luego les dices que todo ha ido bien, que el otro niño evoluciona, lloran de felicidad por un lado porque tiene a su hijo viviendo en algún otro niño”.
Así lo explica el padre de este pequeño de cinco años con una discapacidad severa: “Desconocíamos todo lo que hay detrás del trasplante infantil pero creo que mi hijo ha podido salvar a otros niños, es el único homenaje que le puedes hacer, él ha regalado vida, él lo desearía, es un homenaje que a él le gustaría. Estoy muy orgulloso como padre aunque haya sido muy duro”
Este padre se emociona al recordar que su hijo ahora puede hacer cosas en otros niños “él era dependiente, pero ahora sabemos que va a correr, va a saltar, va a pintar, va a reír gracias a esos otros pequeños. Para mí ha sido muy gratificante”.
Son solo algunos de los 314 donantes pediátricos que la ONT ha registrado en los últimos nueve años. Veinticinco eran menores de un año, el 63% de los donantes tenían entre uno y diez años. Esas donaciones, junto a otras, han servido para realizar 1.309 trasplantes pediátricos, en su mayoría renales y hepáticos. El 75% proceden de donantes fallecidos, tanto infantiles como de adultos. El 25% restante es de donante vivo.
La baja tasa de mortalidad, afortunadamente, en España complica mucho los trasplantes de este tipo. Por eso es muy importante el fomento de la cooperación internacional para intercambiar órganos infantiles con otros países como Francia, Italia o Portugal.
La ministra de sanidad María Luisa Carcedo, ha presentado junto a la presidenta de la ONT, Beatriz Domínguez los datos del Día Mundial del Donante que se celebra este miércoles. De nuevo se ha puesto en valor las cifras que demuestran la eficacia del sistema de trasplantes “gracias a la eficacia del sistema de salud pública”, según Salcedo.
No sólo han aumentado un 2% las donaciones pediátricas en 2018, sino que en general a fecha de 31 de mayo, el número total de donantes ha aumentado un 7%. Los buenos datos pasan también porque se han superado los 400.000 donantes de médula ósea, una cifra que estaba prevista alcanzarla en 2021.