Descubren dos nuevos síntomas de la 'long covid' o coronavirus persistente: estos son todos los que se conocen

Poco a poco se va perimetrando el origen de la peor pandemia de los últimos tiempos en nuestro planeta. No es nuevo que el principio de todo fue la ciudad china de Wuhan, pero seguían las sospechas, puesto que no eran evidencias, de dónde surgió el brote. ¿De un animal salvaje del mercado mayorista de Huanan (pangolín malayo, murciélago)? Podría ser, pero para los más desconfiados -ahora más conocidos como negacionistas-, ¿lo había propagado a posta, a drede, un laboratorio?

Ya sí podemos decir con argumentos que la Covid-19 se originó en los animales vivos vendidos en el mercado mayorista de marisco de Huanan, en Wuhan, provincia de Hubei (China). Así lo confirma un equipo de investigadores de la Universidad de Arizona (Estados Unidos), dirigidos por el biólogo canadiense Michael Worobey que han rastreado el inicio de la pandemia hasta el mercado de Wuhan. Sus hallazgos se han publicado este pasado martes en dos artículos en la revista 'Science'.

Se eliminan, por tanto, otros escenarios alternativos que a lo largo de los últimos dos años se han sugerido como origen de la pandemia. Además, los investigadores concluyen que la primera propagación a los humanos desde los animales probablemente se produjo en dos eventos de transmisión separados en el mercado de Huanan a finales de noviembre de 2019. Casi todos los 174 casos de Covid-19 identificados por la Organización Mundial de la Salud ese mes estaban en Wuhan. Los análisis de los investigadores han demostrado que estos casos se agruparon estrechamente alrededor del mercado de Huanan, mientras que los casos posteriores se dispersaron ampliamente por Wuhan, una ciudad de 11 millones de habitantes. Además, han descubierto que un porcentaje sorprendente de los primeros pacientes de covid sin conexión conocida con el mercado (lo que significa que no trabajaban ni compraban allí), vivían cerca del mercado de Huanan.

La long covid o el coronavirus prolongado

Hasta el momento en el que escribimos este artículo, 573.938.357 personas en el mundo han enfermado por el SARS-CoV- 2; por desgracia, 6.393.832 personas no lo pudieron superar. Lo positivo dentro de las terribles cifras negativas es que, a día de hoy, se han suministrado 11.950.988.667 de dosis de vacunas, según los datos de la Universidad Johns Hopkins, que monitoriza la situación del coronavirus con los datos generales de todos los países desde el principio de la pandemia.

Estados Unidos es el país con mayor números de muertos, con más de un millón de fallecidos; seguido por Brasil, con más de 676.000; e India, con más de 525.000 muertos.

En España, 12.973.615 personas se han contagiado desde el principio de la pandemia y 108.730 han muerto por el covid.

Pero lo peor de esta pandemia es que millones de personas, una vez superado el contagio y los días fuertes de la enfermedad, siguen sufriendo sus consecuencias, sus secuelas durante meses. Es la llamada covid persistente o long covid, que la OMS define como "la condición que ocurre en individuos con antecedentes de infección por SARS-CoV-2, generalmente tres meses después del inicio, con síntomas que duran al menos dos meses y no pueden explicarse con un diagnóstico alternativo".

La Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia (SEMG) calcula que más de un millón de españoles sufre covid persistente, algunos la arrastran desde el principio de la pandemia, desde hace dos años. El 10% de los infectados por covid en España (12.973.615 de casos notificados al escribir el artículo) desarrolla covid persistente, una enfermedad multisistémica que puede afectar a cualquier parte del organismo. El síntoma más común, entre todos ellos, es la astenia, un cansancio intenso que no permite realizar las actividades diarias además de otras muchas secuelas entre las que podemos destacar: fatiga, falta de aire o dificultad para respirar, problemas de memoria, concentración o sueño; tos persistente, dolor de pecho; problemas para hablar, dolores musculares, pérdida del olfato o del gusto; depresión o ansiedad y fiebre.

La SEMG destaca que "los pacientes de la primera ola fueron los que tuvieron una sintomatología más intensa, con una media de 36 síntomas diferentes en seis meses. En las siguientes olas los síntomas era menos numerosos e intensos y empezó a haber más prevalencia en hombres que en mujeres".

Entre los avances que cada día se producen en la lucha contra la Covid-19, investigadores del Institute for Systems Biology (ISB) de Seattle han identificado varios factores que se pueden medir en el punto inicial del diagnóstico de Covid-19 y que anticipan la probabilidad de que un paciente desarrolle covid persistente. Son los factores 'PASC' (secuelas post agudas de Covid-19): la presencia de ciertos autoanticuerpos como diabetes tipo 2 preexistente, niveles de ARN del SARS-CoV-2 en la sangre y niveles de ADN del virus de Epstein-Barr en la sangre.

"Identificar estos factores

es un gran paso adelante no solo para comprender la Covid prolongada y tratarlo potencialmente, sino también

", subraya el doctor Jim Heath, coautor del trabajo junto a los doctores

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Pérdida de cabello y de la libido, secuelas recurrentes del covid persistente

Las investigaciones son muchas y cada una aporta resultados que contribuyen a conocer mejor la enfermedad para poder combatirla. En el caso de la covid persistente, la revista científica Nature Medicine publicaba este lunes 25 de julio un estudio de la Universidad de Birmingham realizado junto a médicos e investigadores de toda Inglaterra y en el que han participado 2,4 millones de personas del Reino Unido.

Con los datos aportados por los ciudadanos de forma anónima, entre enero de 2020 y abril de 2021, el equipo de investigadores ha podido identificar tres categorías de síntomas distintos persistentes después de superar la infección. Los patrones tienden a agruparse en síntomas respiratorios, salud mental y problemas cognitivos. Los síntomas más comunes incluyen anosmia (pérdida del sentido del olfato), dificultad para respirar, dolor en el pecho y fiebre. Entre los menos comunes, pero también frecuentes están: náuseas y vómitos, incontinencia intestinal, disfuncion erectil, anhedonia (falta de disfrute), pérdida de cabello e hinchazón de las extremidades.

Un total de 62 síntomas que se asocian significativamente con la infección por SARS-CoV-2 después de 12 semanas. Los aHR (síntomas) más grandes fueron para la anosmia (aHR 6,49, IC del 95% 5,02–8,39), pérdida de cabello (3,99, 3,63–4,39), estornudos (2,77, 1,40–5,50), dificultad para eyacular (2,63, 1,61–4,28) y reducción de la libido ( 2.36, 1.61–3.47). Entre la cohorte de pacientes infectados con SARS-CoV-2, los factores de riesgo de covid prolongado incluyen el sexo femenino, la pertenencia a una minoría étnica, las carencias socioeconómicas, el tabaquismo, la obesidad y una amplia gama de comorbilidades. También han encontrado que el riesgo de desarrollar covid prolongado aumenta a lo largo de un gradiente de edad decreciente. La infección por SARS-CoV-2 se asocia con una abundancia de síntomas asociados con una variedad de factores de riesgo sociodemográficos y clínicos.

El profesor de salud pública de la Universidad de Birmingham y autor principal del estudio, Dr. Haroon y la doctora Jennifer Camaradou -que aporta su experiencia también como paciente-, subrayan que "ya sabemos que ciertos rasgos modificables como el tabaquismo y la obesidad ponen a las personas en mayor riesgo de diversas enfermedades y afecciones, incluido el long Covid. Sin embargo, otros como el sexo biológico y el origen étnico también son importantes. Las mujeres, por ejemplo, son más propensas a experimentar enfermedades autoinmunes. Ver la mayor probabilidad de que el sexo femenino tenga long Covid aumenta el interés en investigar si la autoinmunidad u otras causas pueden explicar el mayor riesgo en las mujeres".

En cuanto a la edad y después de ajustar las covariables iniciales, la edad avanzada se asoció con un riesgo más bajo de sufrir coronavirus persistente, con un riesgo 6 % menor para las personas de 30 a 39 años (0,94, 0,90-0,97) y un riesgo 25 % menor para las personas de 70 años o más ( 0,75, 0,70–0,81) en comparación con los de 18–30 años.

Los fumadores y exfumadores tienen un mayor riesgo de informar síntomas prolongados de covid (HRa 1,12, IC del 95 %: 1,08–1,15 y 1,08, 1,05–1,11, respectivamente), en comparación con los que nunca habían fumado.

El IMC (Índice de Masa Corporal), inicial en el rango de sobrepeso u obesidad también se asocia con un mayor riesgo de síntomas persistentes, y aquellos que tenían un IMC de más de 30 kg m −2 tenían un aumento relativo del 10 % en el riesgo de informar síntomas prolongados de COVID en comparación con aquellos con un IMC de 18,5-25 kg m - 2 (aHR 1,10, 1,07-1,14).

El coronavirus no para y las últimas variantes están ocasionando nuevos síntomas y problemas a los que se contagian. A la mucosidad, dolor de cabeza, tos y fiebre, la mutación BA.5 provoca sudores nocturnos que indican a quienes los padecen (junto a los otros síntomas) que se ha contagiado con esta nueva variante ómicron del virus. La BA.5 es una de las mutaciones más infecciosas.

Todos estos datos, concluye el profesor Haroon, validan que "los síntomas de la long Covid son extremadamente amplios".