El despiste al parar en la gasolinera que puede dejarte sin coche estas vacaciones
Un simple despiste podría arruinar tus vacaciones si no se presta atención a la hora de llenar el depósito
Madrid - Publicado el - Actualizado
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Aunque puede que a la gran mayoría de conductores nunca le haya pasado, lo cierto es que una gran cantidad de conductores han cometido el error de echarle a su coche de motor diésel, gasolina o, en general, un combustible distinto que no sabemos las consecuencias que puede provocar en nuestro vehículo.
Con la llegada cada año de nuevos coches al mercado, estos vienen cada vez más provistos de nuevas medidas de señalización en los depósitos para que la posibilidad de error sea minúscula. Incluso las propias mangueras con las que surtimos el combustible, que cada vez en más gasolineras, están adaptadas para que la posibilidad de error sea nula.
Concretamente, las mangueras de diésel y gasolina han pasado a contar con tamaños diferentes para que se haga imposible, por ejemplo, surtir a un coche de gasolina con diésel, ya que la manguera de este tipo es de un diámetro mayor.
El problema surge en caso contrario, ya que sí que podríamos echarle diésel a nuestro coche de gasolina. Este problema es mucho más común de lo que parece, ya que se estima en miles la cantidad de conductores que cada año se confunden de combustible.
Qué pasa si le echas gasolina a un coche diésel
En el mejor de los casos, en el que nos demos cuenta rápidamente y no lleguemos a poner en marcha el vehículo, bastará con vaciar el depósito del mismo, siempre bajo la supervisión de profesionales. Si esta operación no se realiza de forma correcta se podrían llegar a producir, incluso, explosiones en el vehículo por culpa de los gases que emanan del combustible al aire.
Otro punto de vital importancia para conseguir tener el menor número de daños en nuestro coche es no introducir las llaves en el contacto y arrancar el coche, ya que de esa manera evitaremos que el combustible se distribuya por los circuitos del vehículo.
Probablemente, la solución más común y eficaz sea trasladar el vehículo a un taller para que, en manos de profesionales, se pueda desmontar el depósito y se saque el filtro principal. La alternativa a ello, si el vehículo no está dañado, sería extraer el combustible del depósito y rellenarlo de nuevo con el carburante correcto.
Si ya se ha arrancado el coche, y se ha repostado más de un cuarto del tanque del vehículo, los daños serán más considerables, y lo normal será que el coche se pare pasados unos kilómetros y deje de funcionar.
Si en caso contrario, no llegamos a rellenar con más de un cuarto de gasolina el tanque del coche, lo habitual será que se puedan escuchar ruidos extraños emitidos por el vehículo y que acabe deteniéndose.
En cualquier caso, la solución pasaría por lo mismo: recurrir a las asistencias de profesionales para que ellos, correctamente, se encarguen de vaciar o cambiar el depósito para hacerlo con completa seguridad.