La "dieta mental", una técnica que te ayuda a mantener el bienestar mental: Solo debes seguir estos 7 pasos
El cerebro necesita su propia dieta. Los neurocientíficos que acuñaron este término recomiendan una serie de pasos para tomar el control sobre nuestros pensamientos
Madrid - Publicado el - Actualizado
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Cuando pensamos en "dieta" se nos viene a la cabeza la imagen de alimentos. Sin embargo, nuestro cerebro también necesita una dieta que seguir para poder alcanzar un bienestar, tanto físico como psicológico. Este concepto (healthy mind platter) fue creado hace una década por los expertos en neurociencia y psicología, David Rock y Daniel J. Siegel. Explican que lo que decidimos integrar en nuestro organismo (alimentos o pensamientos) será adquirido como parte de nuestro ser (crea nuestra realidad). La comida nos ayuda a conseguir energía para las actividades cotidianas, pero también a procesar las emociones, ideas y estado de ánimo.
La dieta mental implica tomar conciencia y control sobre la información que recibe y procesa la mente. Este método es muy complicado, ya que estamos constantemente castigándonos por los problemas que nos surgen en la vida, consideramos que lo que vemos en las redes sociales es una realidad utópica que nunca conseguiremos y rememoramos recuerdos negativos del pasado. Todo esto hace que nuestra actitud sea negativa, así como las decisiones que tomamos. Por ello, es de vital importancia ser consciente de los pensamientos que rondan nuestra cabeza y poder elegir el tipo que queremos. Para lograr una mente equilibrada, los neurocientíficos Rock y Siegel proponen siete técnicas que podemos utilizar para entrenarnos.
Dormir
Este proceso natural despeja la mente y el cuerpo. Muchos problemas emocionales aparecen cuando no dormimos lo suficiente. Es muy habitual que cuando nos despertamos por la mañana, tengamos una solución a algún problema en el que pensábamos al acostarnos y que considerábamos que no tenía solución. Esto significa que el sueño ha cumplido con su cometido. La pregunta frecuente es cuántas horas se debe dormir para mantener la mente despejada, a lo que los neurocientíficos aseguran que depende de cada persona.
Por lo tanto, cada individuo debe conocerse hasta el punto de saber cuál es la cantidad de horas de descanso que necesita. "Cuantas más horas pasemos despiertos, más presión de sueño acumulamos. El sueño es muy importante para el cuerpo, pero hay evidencias de que puede ser incluso más crítico para el cerebro", comentan Rock y Siegel.
Jugar
Jugar es la forma que tenemos de experimentar, además, reconectamos con nuestro niño interior y somos capaces de ser más creativos. Pasar un determinado tiempo jugando puede ayudarnos a ver las cosas desde otro punto de vista, nuestras emociones son más flexibles, estamos abierto a otras opciones y podemos solucionar los problemas que nos surjan en cualquier situación. Esto explica, según los expertos, por qué aprendemos con más facilidad cuando estamos disfrutando de lo que hacemos. "El juego es uno de los sistemas básicos de de las emociones humanas. Es un fenómeno social", dicen los neurocientíficos.
Desconexión
El tiempo que pasamos sin hacer nada nos permite asimilar lo que hemos aprendido en las experiencias vividas, a la vez que generamos nuevas ideas. Se considera elemental para el autoliderazgo, ya que son momentos que promueven la eficacia en alcanzar un objetivo. Aunque sea una de las tareas más difíciles de realizar, necesitamos pasar tiempo sin pensar en nada concreto, dejar fluir nuestros pensamientos sin ninguna finalidad. "Los pensamientos inconscientes producen mejores decisiones que cuando decidimos inmediatamente, utilizandoel razonamiento lógico", detallan los expertos.
Introspección
Reflexionar o meditar lo vivido a través de actividades como dar un paseo o escuchar música disminuye los niveles de estrés. También reduce la presión arterial y la tensión acumulada en los músculos. Desarrollar la introspección fomenta un bienestar psicológico y un mejor rendimiento en nuestro día a día. "El mindfulness se describe como una manera particular de prestar atención: a propósito, en el presente y sin juicios", relatan los científicos.
El poder de las relaciones sociales
El ser humano es un animal social, por lo tanto, necesita estar en contacto con otros miembros de su especie. Las relaciones sociales y las conexiones que derivan de ellas, generan confianza en los individuos. También beneficia los sistemas cardiovascular, inmune y endocrino. Se ha demostrado que tener amigos aumenta la esperanza de vida. Así que, los expertos reconocen que es imprescindible gozar de tiempo acompañado por otras personas con las que podamos compartir gustos y conversaciones. "Los individuos solitarios pueden experimentar niveles más altos de estrés, reacciones más negativas y obtener un menor beneficio de las interacciones sociales", justifican Rock y Siegel.
Practicar ejercicio físico
Ya se ha demostrado en numerosos estudios que el realizar ejercicio físico de manera habitual ayuda a tener una salud mental estable. Debemos evitar caer en el sedentarismo, un estilo de vida que se da cada vez más desde que la pandemia del coronavirus llegó e impuso el teletrabajo, con lo que muchas personas se vieron obligadas a permanecer sentados horas sin moverse en sus hogares. La plasticidad del cerebro se ve aumentada con el ejercicio, lo que nos facilita el aprendizaje y la creatividad. Asimismo, gestionamos mejor las emociones y no sufrimos tanto estrés.
Focalizarse
Disponer de tiempo en el que no existan las distracciones ni interrupciones es igual de necesario que las seis técnicas anteriores. Focalizarnos en las actividades que estamos realizando para ser más eficientes, nos hará sentir mejor. No hay que dar lugar a las multitareas, es decir, hacer varias cosas a la vez que evitan que estemos completamente concentrados en una sola actividad. Los científicos consideran que esto nos agota y es una pérdida de tiempo. "Seguir la dieta mental nos puede proporcionar un bienestar físico y mental necesario para entablar relaciones sociales", afirman los autores del término.