Estereotipos, estigmas, violencia y peores trabajos: la brecha se agranda en la población más vulnerable

Seis millones y medio de mujeres están en riesgo de pobreza en España

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Seis millones y medio de mujeres están en riesgo de pobreza en España

Sefi García

Publicado el - Actualizado

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La vida de Raquel dio un vuelco cuando se quedó sola al cuidado de sus dos hijos adolescentes. Trabajaba a tiempo parcial para atenderles y en esas circunstancias redujo por ejemplo el uso de la calefacción en su casa. “Bajé un grado y la programé para que saltara menos. He pasado frío. Los gastos imprevistos además te hacen una faena, porque tienes el sueldo repartido ya desde que lo percibes, y cambiar una rueda o sustituir el frigorífico si se rompe, te descuadran el presupuesto. A veces hay que tirar de lo que no tienes para hacerles frente”.

Raquel se las apaña bien, aunque no puede permitirse ciertos “lujos”, como el salir a cenar o ir al cine. Tiene trabajo y apoyo familiar. Se ocupa de sus dos hijos sola, y forma parte de ese altísimo porcentaje de mujeres que tienen un empleo a tiempo parcial: menos salario, menos posibilidad de crecer profesionalmente.

La brecha salarial es solo una cara del poliedro de la desigualdad en nuestro país. Por cada euro que gana un hombre la mujer percibe 81 céntimos. Es una realidad complicada, una brecha, que se agranda conforme descendemos hacia las cifras de pobreza: Los datos del AROPE, el informe sobre pobreza y excusión social, dibujan un rostro de mujer: seis millones y medio están en riesgo de pobreza y exclusión social o directamente en esa situación. Salarios inferiores, trabajos a tiempo parcial, mayor cifra de paro, abandono del mundo laboral para ocuparse del cuidado familiar, violencia de género son algunos de los motivos.

Estructural y persistente

Baste el dato de Cáritas Madrid para ilustrar esta situación. Nos cuentan que el 58% de las personas a las que ayudan, son mujeres adultas, un 40% solas al cuidado de sus hijos. La mitad del total, están en el paro.

A Cáritas llegan mujeres con hijas e hijos, que se tienen que encargar de su cuidado, mujeres en contexto de prostitución, víctimas de violencia de género. A ello se añade la situación de las mujeres migrantes con situación irregular, lo que dificulta su acceso a derechos y mujeres en hogares monoparentales encabezados por ellas.

“La brecha de género es estructural y ha sido persistente a lo largo de los años-, afirma Noelia de Pablo, encargada del programa de mujer de la ONG-. Aunque ha habido grandes avances en las últimas décadas, pero queda mucho camino por recorrer para que esa igualdad entre hombres y mujeres se convierta realmente en una pieza angular de un desarrollo sostenible”.

¿Por qué hay más pobreza femenina?

Las cifras de pobreza han empeorado en nuestro país, y han castigado especialmente a las mujeres, ya de por sí con circunstancias complicadas.

“Muchas se encuentran en la tesitura de tener que elegir entre trabajar o cuidar de la familia, lo que repercute gravemente en su situación, teniendo que abandonar en muchos casos el mercado laboral y dejar a un lado sus carreras”. Según datos oficiales, 3 de cada 10 mujeres no trabajan, pero tampoco buscan empleo para cuidar de su hogar, frente al 6% de los hombres.

Destaca también Noelia de Pablo que en muchas ocasiones “tienen que reducir sus jornadas”, aspecto amparado con datos: el 74% de las personas ocupadas a tiempo parcial, son mujeres. Y cuando no pueden “les resulta imposible conciliar, lo que repercute en la calidad de vida de la infancia”.

Otro dato poco alentador es el índice de paro femenino frente al masculino: es 3 puntos superior, 13,3%, frente al 10,3%. Además, señala la responsable del área de mujer de Cáritas al empleo sumergido. “Es importantísimo ver la marcada feminización de los trabajos que cuentan con menor reconocimiento social, peores condiciones laborales, y eso no ayuda a mejorar la situación de las mujeres en riesgo de exclusión. Uno de los casos es el empleo del hogar, los cuidados, y en muchas ocasiones ven vulnerados sus derechos. Han mejorado las condiciones en los últimos años, pero queda mucho camino por recorrer”.

La pobreza se hereda de las madres

El informe sobre pobreza señala que también se ha ahondado la diferencia entre las mujeres jóvenes, de 16 a 34 años, que multiplican por 2,5 las tasas masculinas. Según el Instituto Nacional de Estadística (INE), en la última década las mujeres han pasado de representar el 19,7% de las casi 30.000 personas en situación de sinhogarismo al 23,3%. Si bien la realidad de este colectivo es muy grave, preocupa especialmente el caso de las mujeres menores de 29 años, que han subido en más del 36% en la última década.

“Es la transmisión intergeneracional de la pobreza, si las mujeres actualmente son las que se encuentran peor situación de vulnerabilidad, sus hijos y sus hijas van a estar ahí. Ahí lo que consideramos fundamental-señala Noelia de Pablo-es trabajar en presupuestos sensibles al género, trabajar para remitir esa exclusión y esa desigualdad de género, trabajar en reducir la desventaja económica, pero sobre todo también en la lucha contra los estereotipos, los estigmas y las violencias que sufren esas mujeres”.

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