Un estudio sugiere cómo se debe combinar el ejercicio para reducir la mortalidad por cáncer y enfermedad cardiovascular

Europa Press

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Todos sabemos los múltiples beneficios de hacer ejercicio físico: ayuda a mantener un peso saludable, reduce los niveles de colesterol 'malo', fortalece los huesos, reduce la presión arterial, mejora la salud mental y disminuye el riesgo de contraer varias enfermedades crónicas, entre otros.

En este sentido, las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud de 2020 sobre actividad física aconsejan al menos entre 150 (2 horas y media) y 300 minutos (5 horas) semanales de actividad física aeróbica moderada --caminar rápido, correr, montar en bicicleta--, entre 75 (1 hora y 25 minutos) y 150 minutos (2 horas y media) semanales de actividad física aeróbica vigorosa --baile intenso, deportes como la natación o el voleibol practicados en un nivel avanzado, entre otros--, o una combinación equivalente de actividad física de ambas intensidades junto con fortalecimiento muscular durante 2 días o más cada semana para los adultos.

Sin embargo, aún se desconoce cuál es la combinación semanal idónea para reducir la mortalidad por todas las causas, por enfermedades cardiovasculares (ECV) y por cáncer.

Ahora, un estudio dirigido por el investigador la Universidad de Zaragoza Rubén López-Bueno, publicado en 'JAMA Internal Medicine', ha descubierto la combinación de ejercicio definitiva para reducir la mortalidad por todas las causas, las ECV y el cáncer en adultos.

En total, se incluyeron en el estudio 500.705 participantes con una edad media de 46,4 años. En comparación con el grupo de referencia (no hacer ejercicio aeróbico moderado o vigoroso y menos de la actividad de fortalecimiento muscular recomendada), la categoría asociada con el cociente de riesgo más bajo para la mortalidad por todas las causas fue más de 0 a 75 minutos (1 hora y 25 minutos) de actividad aeróbica combinada con más de 150 minutos (2 horas y media) de ejercicio aeróbico vigoroso y 2 o más sesiones de fortalecimiento muscular por semana.

Las combinaciones óptimas para la reducción del riesgo de mortalidad por ECV y cáncer fueron más de 150 a 225 minutos (3 horas y 45 minutos) de actividad aeróbica moderada, más de 0 a 75 minutos de vigorosa y 2 o más sesiones de tonificación muscular por semana, y más de 300 minutos (5 horas) de actividad moderada, más de 0 a 75 minutos de vigorosa y 2 o más sesiones de fortalecimiento muscular por semana, respectivamente.

Las tasas de mortalidad ajustadas representaron una mortalidad aproximadamente un 50 por ciento inferior para la mortalidad por todas las causas y por cáncer y una tasa de mortalidad aproximadamente 3 veces inferior para la mortalidad por ECV.

MÉTODOS

Este estudio prospectivo de cohortes agrupó datos desidentificados públicamente de 22 rondas consecutivas de la Encuesta Nacional de Salud de los Estados Unidos (NHIS; 1997-2018).

La NHIS es una encuesta representativa a nivel nacional de la población no institucionalizada en los Estados Unidos y se lleva a cabo anualmente por el Centro Nacional de Estadísticas de Salud de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades, que también proporciona la aprobación ética de las encuestas y los procedimientos para el consentimiento informado.

Brevemente, se realizaron encuestas personales en los hogares seleccionados de grupos aleatorios a través de un procedimiento de muestreo estratificado, complejo y de etapas múltiples.

De una muestra elegible de 646.201 participantes, excluyeron a los que padecían enfermedades crónicas como cáncer, cardiopatías, enfisema o ictus en la línea de base. También se eliminaron de los análisis los que no tenían datos o no podían realizar actividad aeróbica fuerte o moderada.

Además, se quitó los individuos con datos faltantes sobre covariables, incluidas las afecciones crónicas, las limitaciones funcionales, el estado civil, la educación, el consumo de alcohol, el hábito de fumar y el índice de masa corporal.

Para evitar el sesgo de causalidad inversa, se excluyeron los resultados de mortalidad durante los 2 primeros años de seguimiento. Así, el presente estudio recuperó datos de una cohorte final de 500.705 adultos mayores de 18 años. También se siguieron las directrices para la presentación de informes de Strengthening the Reporting of Observational Studies in Epidemiology (STROBE).

ESTUDIOS ANTERIORES

Investigaciones anteriores realizadas en adultos estadounidenses habían observado que, para la misma cantidad de actividad física moderada y vigorosa, una mayor proporción de actividad fuerte se asociaba con un menor riesgo de mortalidad por todas las causas, pero no con la mortalidad por ECV o cáncer.

Estos estudios previos también señalan la existencia de asociaciones únicas entre diferentes combinaciones de ejercicio con la mortalidad por todas las causas. Sin embargo, su implicación en el descenso de la mortalidad por ECV o cáncer han sido mucho menos exploradas.

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