Gas de la risa: tres minutos de euforia potencialmente mortales

Es barato, fácil de encontrar y puede ser mortal. El consumo del gas de la risa se extiende en nuestro país en fiestas, locales y botellones

Hombre con globo. Imagen de recurso

Sefi García

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Es barato, fácil de encontrar y puede ser mortal. El consumo del gas de la risa se extiende en nuestro país en fiestas, locales y botellones. La policía lleva desde 2014 vigilando el consumo de esta nueva droga lúdica cuyos efectos no son precisamente para partirse.

GLOBOS POR 5 EUROS

El gas de la risa es muy fácil de encontrar y muy barato. En internet podemos encontrar unas botella de 580 gramos por 26 euros. Es un producto legal, que se usa incluso para hacer nata montada en los obradores. Su consumo como droga lúdica se está extendiendo en nuestro país, en la zona de Levante y en Barcelona, especialmente. Se vende en globos de los que se inhala por 5 euros. La policía solo puede vigilar su consumo y tiene difícil el actuar porque no está considerada una sustancia prohibida.

La primera alarma saltó en el Reino Unido donde ya hay una treintena de muertes relacionadas con su consumo. Este verano el fallecimiento de un turista sueco en Marbella también se vinculó al consumo del óxido nitroso.

Este gas está en los orígenes de la anestesia. Fue Horacio Wells el que inició su aplicación a mediados del siglo XIX. Pero tiene un problema: su eficacia es muy reducida, por eso se derivó a usos dentales, y pediátricos. El doctor Javier García, presidente de la Sociedad de anestesiología, ha explicado a COPE que “ya casi ningún profesional lo utiliza, porque hay medicamentos infinitamente mejores ahora, aunque utilizado por un profesional, no tiene ningún riesgo, el óxido nitroso, tiene poca eficacia y muchos efectos secundarios”.

Nos explica eL doctor García que en tiempos del Wells se utilizó para en los teatros para uso lúdico “en los teatros, lo que hacían era meter la cabeza de las personas en un recipiente de cristal sin oxígeno, el elemento con el que mezclamos el gas para su uso médico, lo que provocaba el desvanecimiento de la persona por hipopsia cerebral. Cuando se lo aplicaba a los pacientes, el efecto era muy escaso”.

“Y ahí está el problema-señala el anestesiólogo- a la mayoría de las personas solo les produce un leve mareo y dolor de cabeza, entonces, la gente no nota nada, lo que hace es inhalarlo en concentraciones excesivas que eliminan el oxígeno: si alguien pierde el conocimiento es que se ha pasado de concentración y le ha provocado falta de oxígeno en el cerebro”.

Su uso continuado de forma lúdica tiene serios efectos en la salud, advierte el doctor que “se ataca el metabolismo de vitamina D y ácido fólico y esto está alterando las neuronas, el sistema nervioso, la producción de células sanguíneas… que a su vez producen alteraciones hepáticas, renales, del sistema sanguíneo y, a nivel central confusión, alucinaciones, daño cerebral irreversible y se ha demostrado que con un uso continuado provoca abortos y la muerte”. Es decir, "es potencialmente letal si se usa sin control”.

Tradicionalmente los gases anestésicos y los preparados intravenosos relacionados con la anestesia se han utilizado como drogas lúdicas. Javier García pide que “no se juegue con ningún fármaco anestésico, que no se trivialicen las consecuencias de su consumo lúdico, ni con el gas de la risa, ni con el propofol, ni con la quetamina, porque jugar con estas drogas te puede producir la muerte o sino, alteraciones físicas muy importantes”.

Desde el año 2.014 la policía vigila el consumo y la venta de esta sustancia en botellones, discotecas y fiestas, pero no lo tienen nada fácil. Su venta es legal por lo que solo pueden actuar sobre el comportamiento de aquellas personas que lo consumen, o si son menores los que lo hacen. El doctor García no comprende cómo no se toman medidas legales, “si me preguntas te diré que cualquier droga de abuso que es potencialmente letal, no debería ser legal su uso salvo estricta indicación médica de un anestesiólogo”.