Mails, redes sociales, trabajo... ¿Mejora la era multitarea tu rendimiento?

El fenómeno se conoce como multitasking y nos hace tener la sensación de que somos más eficaces pero, ¿es realmente así?

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Sefi García

Publicado el - Actualizado

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Hablar por teléfono, responder correos, mirar las redes sociales, atender al trabajo que tenemos por delante o ver la televisión y el móvil mientras escuchamos la radio... estamos en la era de la multitarea, también en casa mientras respondemos llamadas a la vez que atendemos a los hijos y preparamos la cena por ejemplo. El fenómeno se conoce como multitasking y nos hace tener la sensación de que somos más eficaces. Pero es un engaño.

Nos encontramos en la calle con dos “Gonzalos” compañeros de trabajo y de edades bien distintas, uno joven y otro que ya peina canas. “La rutina te lleva a hacer todo a la vez”, nos cuenta el más joven que, sin embargo, reconoce que el multitasking “depende del momento, pero muchas veces te lleva a la confusión, sobre todo cuando tienes demasiada carga, pero en general creo que vives bien con ello”.

El Gonzalo más mayor también confiesa que “muchas veces te lleva al despiste, pero centrándote bien, al final todo salga”. El de menos edad asegura que “la tecnología te lleva a que puedas hacerlo con más agilidad”.

Parece que si no hacemos mil cosas a la vez, no hacemos nada, no somos productivos. Hasta en nuestro tiempo de ocio vemos la tele con una pantalla, generalmente el móvil, en la mano, contestando mensajes o cotilleando las redes sociales. 7 de cada 10 españoles lo hacemos según el barómetro de Barlovento comunicación.

Pues a nuestro cerebro no le gusta nada que hagamos más de una cosa a la vez, aunque parezca lo contrario. Lo dicen muchos sesudos informes desde hace dos décadas. Nos colapsa, nos hace menos productivos y lo peor, nos hace menos humanos.

No le gusta a nuestro cerebro

“Desde un punto de vista de la neurociencia -cuenta el neurocientífico Diego Redolar, subdirector de investigación de los Estudios de Psicología y Ciencias de la Educación de la UOC- nuestro cerebro tiene una capacidad bastante plástica y flexible para adaptarse a las demandas cambiantes del medio. Y una de las cosas que puede hacer es adaptarse a la multitarea. Hay una región del cerebro que se llama corteza prefrontal, sobre todo las zonas más dorso laterales, que nos permite hacer varias tareas a la vez”.

El proceso requiere mucha carga cognitiva, “es como cuando le metemos mucha tralla al ordenador y escuchamos como ruge el ventilador. Y qué ocurre? Cuando la carga cognitiva es elevada, la corteza prefrontal lo puede hacer bien pero a nuestro cerebro no le gusta porque tiene que dejar e hacer otras cosas. Y por eso no es algo ideal ni óptimo para el funcionamiento de nuestro sistema nervioso”.

¿Somos más productivos con el multitasking?

Hay personas que pueden hacer muy bien la multitarea. Tiene que ver con la forma en la que se adapta su corteza prefrontal. Salvando a esos privilegiados, en general “si tuviéramos que poner una regla, diríamos la efectividad se pierde con la multitarea, y puedes cometer errores en distintas dimensiones-asegura el neorocientífico- sin embargo, en los procesos cerrados en los que inicias una tarea y la acabas, permites que las redes neuronales implicadas en razonamiento, atención, funciones ejecutivas, trabajen de una manera más óptimas.

Eso no quiere decir que no se pueda hacer multitarea, hay gente muy buena en eso, pero como regla general, para nuestro funcionamiento cerebral y cómo las redes neuronales están funcionando esas redes es mejor empezar una tarea y cuando la terminemos, empezar con otra”.

Hay estudios de los primeros años de este siglo que calculan que los bloqueos mentales que provocan cambiar de tarea constantemente, pueden hacernos perder hasta un 40% de nuestro tiempo productivo.

También señalan que puede afectar a la memoria, por su puesto a la concentración y a la toma de decisiones.

¿Menos humanos?

Combinar muchas tareas a la vez cambia el cerebro de la persona, su funcionamiento “porque se optimizan cosas y se minimizan otras. Pero no cambia el ADN”.

El doctor Redolar explica que “más que cambiar, nuestro cerebro se adapta, porque es un órgano plástico. Al hacer multitarea esa carga cognitiva hace que los recursos que tiene los dirija a la corteza prefrontal para poder orquestar esa multitarea. Y, ¿qué ocurre? Que la corteza prefrontal también es muy importante para la regulación emocional, y si la tienes secuestrada para esa parte de multitarea, toda la parte de regulación emocional la dejas sin cubrir. Tapas un agujero y dejar el otro destapado, con lo que toda la parte de regulación emocional puede quedar muy mermada”.

Esto hace que regulemos peor las emociones, que tengamos poca empatía con los demás, se merma la capacidad de anticipar las consecuencias de nuestro comportamiento con el otro y la relaciones sociales se vuelven difíciles.

El proceso también hace que tengamos más dificultades para controlar el estrés “ y al final -asegura el experto-puede tener mucho más impacto y puede tener efectos destructivos en diferentes dimensiones de la vida”.

Los efectos del Multutasking se estudian desde los años 90 del pasado siglo. La vida nos aboca a meternos en una dinámica que, a la mayoría nos aboca a no entender el dolor ajeno ni nuestros propios sentimientos.