La 'ley rider' cumple dos años sin mucho éxito: los repartidores consultados por COPE prefieren ser autónomos
La ley rider, que se aprobó sin el apoyo de los repartidores ni de las empresas, no ha tenido una gran acogida entre los trabajadores hasta el momento
Madrid - Publicado el - Actualizado
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El 12 de agosto se cumplían dos años desde la entrada en vigor de la ley rider, que intentaba regular las condiciones laborales de los repartidores para que pasaran a ser asalariados y no autónomos. 24 meses después, la mayoría de los trabajadores de estas plataformas siguen siendo autónomos. Además, de las cinco grandes plataformas de reparto que había en agosto de 2021, solo quedan tres.
Kevin se sube a su bici y empieza su jornada laboral a mediodía y la acaba generalmente a medianoche, con alguna breve pausa entremedias para almorzar. Se recorre Madrid pedaleando con su mochila a la espalda en la que va cargando todos los pedidos. Después de una larga temporada como rider, le quedan pocas calles del centro de la capital que conocer. Descansa solo un día por semana, nunca ni sábado ni domingo porque son los días con más demanda de pedidos y, por tanto, de más trabajo. Su día libre suele ser el martes o el miércoles.
Los riders prefieren ser autónomos
A pesar de que, según la ley rider, tendría que ser un trabajador asalariado de la plataforma, él sigue siendo autónomo. Como Kevin, todos con los que hemos hablado prefieren trabajar así. De esta forma se organizan el horario y pueden cobrar más.
“Manejo mi tiempo, manejo mi horario, mi estrategia de trabajo y mi sueldo”, explica Kevin a la Cadena COPE mientras se acerca a recoger su próximo pedido. “Tengo mayor flexibilidad laboral, una mejor remuneración y soy mi propio jefe”, cuenta uno de sus compañeros.
Si pasasen de ser autónomos a asalariados, como indica la legislación, sus condiciones laborales cambiarían, Kevin se replantearía su trabajo. “Mis condiciones cambiarían drásticamente, no me gusta cumplir un horario fijo o tener un sueldo fijo y estar limitado a ganar siempre el mismo salario o no depender únicamente de mi trabajo”, afirma.
“La libertad que tienen al ser autónomos también implica que el trabajador tiene que proporcionar él mismo los medios con los que trabaja como el vehículo o la gasolina, además, tiene que ser él quien contribuya a las cuotas a la Seguridad Social y cuando esté enfermo o tenga un accidente tendrá que pagar la IT”, explica a COPE, Pilar Cascón, abogada laboralista y Secretaria de la Junta de Gobierno de la Asociación Nacional de Laboralistas.
Una media de 10 horas al día y un día de descanso a la semana
Su sueldo depende del número de pedidos que realice, por eso, intenta siempre hacerlos con rapidez y tardar lo menos posible en cada uno, para así poder aceptar más. “Al ser autónomos, el sueldo va a variar mucho, dependiendo de cuántas horas trabajemos, del número de días que trabajemos y de qué días descansemos, también varía según la temporada”, explica el repartidor.
El verano es la peor temporada, por lo menos en la capital. Los riders notan la disminución de pedidos por las vacaciones y en sus carteras también. “Como es verano, ha bajado y está entre 600 y 700 euros quincenales”, cuenta Kevin. Mientras que en invierno el salario quincenal está entre 800 y 900 euros trabajando de media diez horas y descansando un día a la semana.
La ley rider no ha tenido una gran acogida entre los trabajadores, a pesar de que intentaba regular los excesos. “El ánimo de la norma era defender las situaciones injustas o los abusos que se estaban produciendo en este entorno”, explica Cascón. Sin embargo, las plataformas tampoco apoyan al completo la regulación y no han adaptado sus condiciones a la nueva legislación, a pesar de las multas millonarias impuestas por Inspección de Trabajo.