Cecilia, Mia Zapata o Richard James Edwards: Los desconocidos del 'Club de los 27'

Sus vidas se truncaron a la edad de 27 años en circunstancias fuera de lo común

Sus vidas se truncaron a la edad de 27 años en circunstancias fuera de lo común

Silvia Martínez

Publicado el - Actualizado

7 min lectura

El veintisiete es una cifra peculiar que coincide con el número de letras del abecedario español o de libros en el Nuevo Testamento cristiano. Según los expertos, es un valor de contrasentidos. El dos implica sensibilidad, mientras que el siete expresa potencia. Así pues, el veintisiete simboliza la creatividad, la independencia y la vertiente más humana de un individuo. Al mismo tiempo, es sinónimo de confusión y duda ante la vida. Es por eso que las personas que tienen algún tipo de relación con este número, suelen tener dificultades para encontrar el camino a seguir. Además, es un número profundamente relacionado con la espiritualidad.

Ciertas o no, existen muchas teorías acerca del significado de esta cifra. Sin embargo, aparte de las suposiciones que la envuelven, es conocida por el hecho de dar nombre al trágico ‘Club de los 27’. Dicho club está formado por un conjunto de artistas, los cuales murieron a la edad de veintisiete años en situaciones fuera de lo normal como suicidios, muertes circunstanciales, asesinatos y accidentes.

Brian Jones, fundador del grupo británico Rolling Stones, Kurt Cobain, cantante de Nirvana, Jim Morrison, vocalista de The Doors, Jimi Hendrix, guitarrista en The Jimi Hendrix Expirience, Janis Joplin, primera cantante femenina considerada una estrella del Rock, Amy Winehouse, vocalista de estilo blues, etc. son algunos de los nombres más populares del grupo. Miles de fans lloraron sus fallecimientos y, en algunos casos, la muerte les convirtió en mitos. La mayoría de veces, sus vidas quedaron salpicadas por los excesos y el frenético mundo del Rock and Roll y la fama.

Pero la conocida como “maldición de los 27” afectó a muchos otros artistas que quedaron eclipsados por las figuras de la élite del club. Miembros con menos reconocimiento, cuyas misteriosas historias también merecen ser rememoradas. Son los desconocidos del ‘Club de los 27’, de entre los que destacan Mia Zapata, Richard James Edwards y Evangelina Sobredo Galanes, alias “Cecilia”.

EVANGELINA SOBREDO GALANES, “CECILIA” (1948 – 1976)

Eva Sobredo nació en Madrid en 1948. Durante su infancia viajó por todo el mundo por motivos laborales de sus progenitores, que eran diplomáticos. Esto enriqueció su estilo musical y marcó el idioma en el que compuso sus primeras canciones: el inglés.

Recién empezada la década de los setenta, Cecilia creó el grupo Expresión. Con veintitrés años firmó un contrato con la CBS, la actual discográfica Sony Music. Asimismo, lanzó un single, pero no fue hasta la publicación de su primer álbum en 1972 cuando el éxito empezó a llegar a su vida. Tras la publicación de varios trabajos, entre ellos ‘Un ramito de violetas’ que le valió el reconocimiento para el resto de su carrera, Cecilia representó a España en el Gran Premio de la Canción Iberoamericana.

Una carrera brillante que quedó truncada por la muerte de la joven vocalista el 2 de agosto de 1976. La cantautora falleció en un accidente de tráfico cuando el vehículo en el que viajaba colisionó con un carro de bueyes a la vuelta de un concierto en Vigo. En esa misma época Cecilia estaba preparando un nuevo trabajo sobre poemas versionados de Valle-Inclán. El proyecto quedó a medias por lo que, años más tarde, se publicaron algunas de las canciones que grabó antes de su muerte. También múltiples artistas dedicaron baladas a la joven cantante. De esta forma, Cecilia se convirtió en la única miembro española del ‘Club de los 27’.

MIA ZAPATA (1965 – 1993)

Mia Zapata nació en 1965 en la ciudad de Louisville, en el estado de Kentucky. Durante su adolescencia aprendió a tocar la guitarra, instrumento que combinó a lo largo de su carrera son su voz y habilidad por la música. Con tan solo veintiún años fundó The Gits integrado por el batería Steve Moriarty, el guitarrista Joe Bazo y el bajo Mateo Fred Dresdner. Etapa que coincidió con su paso por el Antioch College, una escuela de artes liberales de Ohio. Tres años más tarde, en 1989, la vocalista y el resto de miembros del grupo se trasladaron a Seattle, que para entonces era la meca de la música rock/punk así como del estilo grunge y alternativo. ‘Frenching the Bully’, el primer álbum del grupo, salió a la venta el año 1992.

Desde ese momento, The Gits empezó a adquirir un papel dentro del panorama musical. Sus seguidores aumentaron, lo que permitió a la banda realizar diversas giras en Estados Unidos y algunos conciertos en Europa. La energía y pasión de Zapata sobre el escenario fueron una de las claves de su éxito. La joven se convirtió en una de las figuras más prometedoras de la época.

Lamentablemente, la sugestiva carrera del grupo punk quedó truncada un año más tarde por el asesinato de la joven. El 7 de julio de 1993 fue hallado sin vida el cuerpo de Mia Zapata en los alrededores del barrio de Capitoll Hill (Seattle). La joven murió asfixiada después de ser violada por el asaltante.

Los hechos sucedieron de madrugada cuando la vocalista volvía de celebrar con unos amigos el regreso de su última gira.

Durante muchos años, los responsables de la investigación no pudieron esclarecer la identidad del asesino. Un tormento para los familiares de Zapata que, diez años más tarde, acabó con la captura del asesino Jesús Mezqui. Era un emigrante cubano que llegó a Estados Unidos en la década de los ochenta y tenía un largo historial de abusos sexuales.

La muerte de Mia Zapata sirvió como precedente para la fundación de Home Alive, una organización para enseñar a las mujeres técnicas de defensa personal. Pese a ser una de las pocas integrantes del ‘Club de los 27’, su historia quedó eclipsada por la de la conocida Janis Joplin.

RICHARD JAMES EDWARDS (1967-1995)

Richard James Edwards fue un guitarrista galés. Nació en 1967 en Caerphilly. A los diecinueve años comenzó a estudiar Historia de la Política en la Universidad de Gales. Al poco tiempo, emprendió su carrera musical con el grupo de rock Manic Street Preachers. Antes de desaparecer, Richard lanzó a la venta tres discos junto al cantante James Dean Bradfield, el bajo Nicky Wire y Sean Moore, este último como batería.

Lejos de ser conocido como un guitarrista de talento, el músico galés dejaba mucho que desear como instrumentalista. Tanto es así que muchas veces fingía tocar la guitarra sobre el escenario. No obstante, su verdadera función dentro de la banda era escribir canciones. Este hecho le convirtió en uno de los mejores letristas del momento, puesto que conseguía impregnar sus letras de protesta, reivindicación e ideas propias del marxismo.

Fruto de diversas apariciones públicas, Richard James Edwards empezó a adquirir fama. Destaca una entrevista en la que, como respuesta a una pregunta que ponía en duda si la banda era o no un montaje, el guitarrista cortó en su brazo las palabras “4 real” con una cuchilla de afeitar. Una reacción que mostraba la faceta más atormentada y autodestructiva de Richard.

El 1 de febrero de 1995, el letrista desapareció sin dejar rastro el mismo día que tendría que haber viajado a Estados Unidos con motivo de una gira promocional. Al parecer, abandonó a las siete de la mañana el hotel de Londres en el que se hospedaba y puso rumbo hasta Cardiff. Dos semanas más tarde, la policía encontró su vehículo en la estación de servicio Severn View, cerca del puente colgante de Severn Bridge. Todo parece apuntar a que Richard se suicidó en el río Wye.

Otras versiones sostienen que sigue vivo y que, supuestamente, se ha dejado ver en India y Lanzarote y Fuerteventura, lo que explicaría por qué el músico retiró de su cuenta bancaria 2800 libras en los días anteriores a su desaparición y el hecho de que los investigadores no encontraran su cuerpo. Sea como fuere, en 2008 la policía archivó el caso y afirmó su muerte. Sin duda, el fallecimiento de Richard James Edwards es uno de los grandes misterios en la historia del Rock and Roll.

LOS OTROS DEL ‘CLUB DE LOS 27’

Aparte de estos tres nombres existen otros que, por fallecimiento en circunstancias no naturales, entraron en el club. Por ejemplo, Leslie Harvey, del grupo Stone the Crows, murió electrocutado sobre el escenario al coger un micrófono mal enchufado con las manos mojadas; el cantante mexicano Valentín Elizalde, fue asesinado en un ajuste de cuentas tras un concierto; o Linda Jones, que falleció a causa de un coma diabético.

Según la leyenda, la maldición comenzó en 1938 cuando el guitarrista Robert Johnson, primer integrante del ‘Club de los 27’, invocó a Satanás para conseguir cambiar su mediocre vida de músico y llevarla al estrellato. El inicio de un séquito de breves historias de vidas prometedoras, que acabaron en lo inesperado del número veintisiete. Todas ellas parecen pactos con el infortunio donde la juventud se transforma en la premisa de la muerte.

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