Medicamentos estratégicos: diversificar su producción para evitar el desabastecimiento
Hay 541 fármacos que se consideran estratégicos en España, no tienen alternativa terapéutica y sólo se fabrican en uno o dos laboratorios
Madrid - Publicado el - Actualizado
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La pandemia mostró la importancia de contar con producción propia de medicamentos para no depender de países como China o India. Hay 541 fármacos que se consideran estratégicos en España. Forman parte de una lista que se va actualizando y son los que el Estado considera necesario proteger. Son, sobre todo, medicamentos para el sistema nervioso, oncológicos y antiinfecciosos.
No tienen alternativa terapéutica y sólo se fabrican en uno o dos laboratorios. Están libres ya de patente, es decir, son de fabricación libre, y generalmente, de precio muy bajo. Según informó la Agencia Europea del Medicamento y productos sanitarios, la Unión europea produce el 60% de los principios activos de estos fármacos, el 13% en España, pero se importa el 65% de estos principios activos. Europa fabrica el 91% de los medicamentos terminado. En nuestro país elaboramos el 36%. Generalmente fabrican marcas. Los genéricos vienen de otros mercados.
La Agencia Española del Medicamento ha elaborado una lista que contiene ese medio millar de formulaciones y 291 principios activos que no pueden faltar. Son los medicamentos estratégicos, algunos tan conocidos como la adrenalina, para evitar los shock anafilácticos, la morfina, que se prescribe en casos de dolor muy fuerte, la nitroglicerina, para evitar infartos o el urbasón que se utiliza en casos de reacción alérgica grave. El objetivo es diversificar su fabricación en más de uno o dos laboratorios para minimizar el riesgo de desabastecimiento.
¿Por qué son tan importantes?
Son esenciales desde el punto de vista terapéutico, tienen pocas o ninguna alternativa. Son vulnerables porque solo hay uno o dos fabricantes. Son medicamentos clásicos, la mitad, aprobados antes del año 2000. Es la Agencia Europea del Medicamento quien decide cuales entran en la lista: toma como referencia otras listas internacionales (la de la OMS, la de la Asociación Europea de Hospitales o la de la Agencia Americana). “También considera aquellos medicamentos que en algún momento han querido retirarse del mercado y pueden generar impacto en la salud publica o aquellos que no se pueden exportar a terceros países porque hay que garantizar el suministro nacional”, nos explica Emili Esteve, director del departamento técnico de FarmaIndustria.
La lista empezó en la época de covid, pero ahora se ha extendido a todas as patologías, también hay antibióticos, anticonvulsionantes. “Se trata más de presentaciones que de un medicamento en concreto. Por ejemplo, un antibiótico, Gentamicina, se presenta en forma inyectable, pero, también, está en forma de colirio. Solo está la presentación en inyectable, porque se considera que es la vulnerable. Las eparinas, por ejemplo, solo en determinadas dosis son consideradas vulnerables”, especifica Esteve. La Agencia del Medicamento ha hecho una selección muy específica de esos medicamentos.
Solo un 0,3% de los problemas de suministro afectan a estos medicamentos, “afortunadamente”, -reconoce el director técnico de FarmaIndustria-. Cuando esto ocurre, la agencia y las farmacéuticas tratan de encontrar una solución. Por ejemplo en el caso de los medicamentos hospitalarios, se trae el envase en otro idioma, producidos en otro país, para tratar de solucionar el problema con ese producto”.
El Estado ha dado un paso importante para protegerlos: elaborar esa lista que se va revisando periódicamente. Ahora queda implicar a la industria farmacéutica en su fabricación.
El precio:sacarlos del sistema de precios de referencia
La mitad de estos medicamentos se autorizaron antes del año 2000, la mayoría son inyectables. “El gran problema que tienen son los precios, muy bajos, por debajo del umbral comercial mínimo que son 1,60 euros- explica el director técnico de FarmaIndustria-. Un inyectable a 1,40 euros pone en enormes dificultades a las compañías farmacéuticas para mantener la comercialización de estos productos. Muchos de ellos tienen precio del siglo pasado y pueden dejar de fabricarse aquí con lo que habría que ir al mercado internacional que encarecería mucho más el producto” . El sector está “a la espera de que se adopte algún tipo de medida económica que contribuya a anclar este tipo de medicamentos,-reclama Esteve- porque son necesarios, porque se pueden producir en España y porque las farmacéuticas estarían encantadas no solo de que los estratégicos se hicieran aquí sino también de empezar a fabricar y registrar en nuestro país otro listado de medicamentos que actualmente no se comercializan aquí y se tienen que adquirir a través del servicio de medicación extranjera.” La Agencia tiene publicado en supropia web también listas de medicamentos esenciales y medicamentos estratégicos.
Los medicamentos que están financiados tienen un precio intervenido, por lo que“se puede incrementar el precio de estos medicamentos estratégicos”. Lo que ocurre es que en algunas de las presentaciones entra el sistema de precios de referencia”. Por ejemplo, imaginemos que un antibiótico determinado está en esa lista, pero la dosis pediátrica de esa formulación es medicamento estratégico. “Es muy vulnerable y habría que sacarlo y determinar si hay que subir o no el precio. Hoy en día no se puede hacer. Con lo que cabe la posibilidad de que las farmacéuticas dejen de fabricarlo y eso tendría como consecuencia el tener que acudir al mercado internacional, con precios mucho más caros”.
Emili Esteve asegura que son el 4% del total del gasto farmacéutico. “Subir el precio-asegura-no sería un problema para el sistema nacional de salud”.