El motivo por el que nos crujen los huesos, ¿realmente es un síntoma de artrosis?

Este sonido tan característico que hacen a veces nuestras articulaciones al moverlas es debido al fenómeno de la cavitación

El motivo por el que nos crujen los huesos ¿realmente es un síntoma de artrosis?

Redacción digital

Madrid - Publicado el - Actualizado

3 min lectura

Si alguna vez, cuando has movido alguna de tus articulaciones, has oído que esta hacía ruido -como cuando te agachas y te crujen las rodillas- no tienes de que preocuparte, pues resulta ser algo completamente normal, en la mayoría de los casos. Sin embargo, cuando este sonido es algo habitual durante el transcurso de actividades cotidianas, y encima, viene acompañado de otros síntomas, es entonces cuando debemos ponerle atención a estos ruidos.

¿Por qué nos crujen los huesos en las articulaciones?

Este sonido tan característico que hacen a veces nuestras articulaciones al moverlas es debido al fenómeno de la cavitación. Este fenómeno hace que el líquido de las articulaciones (líquido sinovial) libera gases y con ello, al reventarse estas burbujas de aire, se produce el sonido tan conocido. Este sonido podemos provocarlo, por ejemplo, al crujirnos los dedos, las muñecas o los tobillos. Pero, una vez hecho, no podemos volver a hacerlo hasta que pase algo de tiempo. Se trata de un proceso normal y, mientras no venga acompañado de dolor, no tendremos que preocuparnos. Pero por lo general, no esconde ningún problema de salud como la artritis o la artrosis.

Cuando una articulación lleva tiempo sin moverse, esta acumula mucho gas dentro del líquido sinovial y limita el movimiento en la articulación. Es por este motivo que, cuando ocurre esto, al realizar el chasquido encontramos alivio. Pero, como hemos dicho antes, hay algunos chasquidos que vienen acompañados de dolor, por lo que no todos los chasquidos son normales. Cuando ocurre esto, lo mejor que podemos hacer es hacer una visita al traumatólogo. Según el traumatólogo infantil y deportivo, el doctor Juan José López Martínez, este tipo de chasquidos dolorosos pueden deberse a:

Cuerpos libres articulares: también conocidos como "ratones" articulares. Se tratan de fragmentos de cartílago que quedan en la articulación y que, cuando se interponen entre un hueso y otro, generan un chasquido con dolor. Hay ocasiones en que provocan bloqueos en las articulaciones, haciendo necesario realizar una cirugía. También es común en casos como la artrosis.

Enfermedades articulares: como en el caso de la sinovitis villonodular, en la que se hay cuentos de cuerpos libres en la articulación.

Lesiones de menisco: un menisco roto puede girar sobre sí mismo, generando un dolor severo con crujido en la rodilla. Se suele deber a las llamadas lesiones de asa de cubo o a meniscos mal formados, que es la típica causa del dolor de rodilla en los niños.

Luxaciones articulares: esto ocurre cuando dos huesos que están unidos, formando una articulación, pierden esta relación. Esto produce un chasquido y dolor severo.

Articulaciones en resorte: es muy común en los dedos en resorte o en gatillo, y también en la cadera, y suelen ser muy dolorosos. En el caso de los dedos, se debe al engrosamiento de una polea, impidiendo el correcto paso del tendón y, en el caso de la cadera, es debido al salto que realiza un músculo tensor sobre una parte del fémur.

Pacientes hiperlaxos: a estos pacientes el chasquido se puede cursar con o sin dolor. Esto se debe al movimiento y recolocación de los tendones por una elasticidad excesiva. Esto es frecuente en deportistas.

¿Cómo prevenir los chasquidos?

Cuando los chasquidos son frecuentes y nos preocupa el sonido tan molesto que producen, aun cuando no hay ninguna enfermedad de por medio, debemos mantenernos bien hidratados y acudir a un fisioterapeuta. Pero si los crujidos son molestos y resulta ser un caso normal, podemos optar "lubricar" la articulación con una inyección de ácido hialurónico. Pero ojo, esta inyección debe realizarla un médico.

¿Crujirnos los huesos puede aumentar el riesgo de sufrir artrosis?

Esto no es del todo cierto. La artrosis es una enfermedad reumática que se produce cuando los cartílagos se desgastan. Pero crujir las articulaciones no acelera el proceso de desgaste.

De hecho, un alergólogo americano, Donald Unger, realizó un experimento en sí mismo. Durante sesenta años se crujió los huesos de su mano izquierda dos veces al día, mientras que en la mano derecha no se crujió ni un solo hueso. El resultado fue que, tanto su mano izquierda como la derecha tenían el mismo desgaste, independientemente de si se crujía o no los huesos. De hecho, esta prueba le ha valido el reconocimiento con diferentes premios.

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