El padre de Kira, la joven que se suicidó con 15 años, pide en el Congreso un protocolo contra el bullying

El acoso escolar, también conocido como bullying, es una realidad que sufren en nuestro país uno de cada cuatro alumnos, una cifra que deja patente que la situación es insostenible. Se trata de un problema social que puede llegar, incluso, a acabar con la vida de niños y jóvenes, como fue el caso de Kira López. En 'Poniendo las calles' recordamos la historia, el día en el que los padres de la joven presentan en el Congreso miles de firmas pidiendo una ley integral contra el bullying.

El 19 de mayo de 2021, Kira, una joven de 15 años, se quitaba la vida. Un año después, sus padres, publicaban una petición en change.org bajo el título 'No Es Cosa de Niños' con el objetivo de pedir una ley para regular los casos de acoso escolar y proteger a los pequeños en el colegio. Este jueves, la petición llega al Congreso de los Diputados junto a 230.000 firmas que solicitan dicha ley.

Con esta petición solicitan la creación por parte del Ministerio de Educación de un protocolo nacional contra el acoso escolar, "que especifique las actuaciones pertinentes tanto en caso de acoso de profesores hacia alumnos como en caso de bullying entre iguales". Tras la entrega de las firmas, el padre de la joven mantendrá una reunión con el secretario de Estado del Ministerio de Educación, José Manuel Bar. "Cada minuto sin tomar medidas es un minuto donde un niño o una niña puede estar sufriendo y encontrarse en peligro", apunta en el texto de su petición.

Solo el 3,3 por ciento de los adolescentes diría que está sufriendo acoso escolar

Precisamente este jueves, el primero del mes de noviembre, se celebra el Día Internacional contra la Violencia y el Acoso en la Escuela, incluido el Ciberacoso. Con motivo de esta fecha, UNICEF ha destacado que, según el informe 'Impacto de la tecnología en la adolescencia. Relaciones, riesgos y oportunidades' uno de cada tres adolescentes podría estar siendo víctima de acoso escolar y dos de cada diez podrían estar siendo víctima de ciberacoso, algo que, entre otras consecuencias, impacta en su salud y bienestar mental.

Sin embargo, la organización asegura que solo el 3,3 por ciento de los adolescentes diría que está sufriendo acoso escolar y el 2,2 por ciento ciberacoso. Asimismo, añade que los niveles de bienestar emocional, integración social y satisfacción con la vida "son sensiblemente menores entre quienes sufren acoso escolar". Las tasas de depresión grave llegan a multiplicarse por cinco si se compara con los no implicados, y las de ideación suicida por cuatro.

En más de la mitad de los casos, la situación de acoso se prolonga meses, o incluso más de un año. Aunque lo habitual es que cuando los adolescentes sufren acoso lo comuniquen durante el primer mes, al menos uno de cada cuatro (27,3%) tarda más de un año, o no llega a contarlo nunca. Los padres son el principal interlocutor al que los adolescentes acuden, seguido de los amigos.