Lo que hemos hecho contra la violencia machista y lo que aún nos falta por hacer
La magistrada de la Audiencia Nacional, María Tardón, nos alerta de lo que impregna de ideología sexista el ámbito de nuestros jóvenes
Madrid - Publicado el - Actualizado
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El 25 de noviembre es uno de esos días en los que se dedica a una lucha, la Eliminación de la Violencia contra la Mujer. Es una de esas conmemoraciones -el asesinato hace 59 años de las hermanas Patria, Minerva y María Teresa Mirabal en la República Dominicana por orden del dictador Trujillo-, que no deberían celebrarse, pero para ello, la violencia contra la mujer no debería existir. Y, por desgracia, no solo existe sino que cada año hay que lamentar y condenar muchas víctimas en númerosos ámbitos; "violencia física, psicológica y sexual, incluida la violación; la mutilación genital femenina, el matrimonio forzado, el acoso sexual y el acoso por razones de género, el aborto forzado y la esterilización forzada” como denuncia el Convenio Consejo de Europa sobre prevención y lucha de la violencia contra la mujer (Estambul 2011).
Una violencia que, sobre todo, se da en el entorno familiar. En ese ámbito, en el de la pareja, se ha producido, precisamente este 25 de noviembre, un nuevo asesinato, y ya son 52 las mujeres asesinadas por sus parejas o exparejas en 2019 en España. Una cifra superior a la de 2018 que concluyó con 47 víctimas mortales, la cifra más baja de mujeres asesinadas por sus parejas en 15 años. De las 52 mujeres asesinadas hasta el día de hoy, 41 no habían presentado ningún tipo de denuncia. Eran una vez más víctimas ocultas, víctimas que han sufrido durante años en silencio la violencia como explica la magistrada de la Audiencia Nacional, María Tardón a cope.es.
"La cifra siniestra nos demuestra que casi el 80% de estas mujeres ni siquiera habían ido a denunciar el maltrato y esto nos dice que cuando viene la denuncia es después de muchos años de haber sufrido el maltrato y la violencia en silencio".
¿Por qué hay tantas mujeres que no denuncian?
Esta es una de las asignaturas pendientes de la lucha contra la violencia machista. Pero tiene una explicación sencilla, estas mujeres no han denunciado porque "no solo tienen miedo es que han sido anuladas por sus maltratadores. Hay una expresión que es ilustrativa de lo que es el desconocimiento de la violencia de género, es cuando alguien se enfrenta al fenómeno y dice : ¡Buah, a mi me daban la primera! A esa persona habría que decirle para cuando le dan a una mujer la primera bofetada, la primera paliza, la primera paliza ya ha sido previamente anulada como persona. La violencia de género se empieza a ejercer desde antes, desde el abuso, desde la posición dominante, desde el abuso, desde el no te pongas esta blusa que vas provocativa, sabes que me molesta que hables con tus amigas, te he llamado a las diez y te llamo al fijo para que estés en casa, dónde has estado, enséñame tus contactos y esto está pasando no solo con mujeres de cierta edad, que podíamos ser herederas de una educación patriarcal, de una educación machista, es que está pasando con las personas más jóvenes, en los institutos, en los centros escolares", describe la situación la juez Tardón que en la actualidad está al frente del Juzgado número 3 de la Audiencia Nacional, pero que conoce a la perfección la lucha contra la violencia contra la mujer porque estuvo al frente de la Sección 27 de la Audiencia Provincial de Madrid, un tribunal colegiado especializado en violencia sobre la mujer y fue vocal del Consejo Asesor del Observatorio Regional contra la Violencia de Género de la Comunidad de Madrid.
La mujer maltratada es una mujer anulada, "desgraciadamente esto lo que va haciendo es que la mujer va retrayéndose, se va aislando del entorno, va siendo anulada por la personalidad del otro, cediendo y cediendo para no incomodarle hasta que un día llega la primera agresión física y cuando llega este momento muchas mujeres no lo cuentan porque creen que no las van a creer, piensan que es un fracaso, tienen que contar toda una historia de intimidades frustradas que no es fácil para nadie. Hay muchas cosas detrás de la violencia de género previa a la violencia física que es lo que hace que muchas mujeres no sean capaces de reaccionar hasta que pasan muchos años y, o bien se encuentran con alguien que las convencen o bien ellas mismas después de pasar por un infierno deciden salir y pedir ayuda".
Atención a los jóvenes: su ámbito está impregnado de ideología de violencia sexista
La violencia de género no conoce de raza ni condición. No tiene banderas ni patrias. No importa de dónde vienes. El violento es violento sin más, a veces por educación - podríamos hablar de épocas pasadas muy machistas-, ahora el entorno de nuestros jóvenes está contaminado de ideología sexista.
María Tardón quiere incidir en estos contenidos de series, videojuegos y canciones y descarta que los maltratadores sean en mayor número inmigrantes que españoles. "Si hay una mayor incidencia entre mujeres inmigrantes es porque en números relativos la población es menor. Pero no podemos pasar por alto que hay un 70% de mujeres maltratadas españolas, no es una cuestión de origen ni una cuestión de educación o de formación académica ni siquiera de situación económica, desde luego una mujer con una situación económica precaria estará en peor situación para poder salir de esa situación, pero la violencia de género se da en todos los estratos, en todas las capas sociales y en todas las tendencias. Cuando hablamos de nuestros individuos más jóvenes muchos no han podido aprender esos comportamientos en casa porque muchas mujeres y hombres de mi generación no hemos asumido esos patrones de machismo y de violencia entre mujeres y hombres, pero hay series, videojuegos, hay canciones que son deleznables en sus contenidos y en sus letras que a poco que uno mire se encuentra con que esa ideología de la violencia sexista está impregnando muchos de los campos, de los ámbitos de relación en lo que están los individuos más jóvenes de la sociedad y con eso solo se acaba con la educación quizá el campo en el que hemos invertido, es el campo en el que menos nos hemos implicado porque así como en la investigación y en la persecución de los delitos una vez que ya se han producido hemos tratado de mejorar lo más posible en este otro de la educación , de la formación de la sensibilización estamos fallando"
El chantaje con los hijos
Sin duda el mayor avance en la lucha contra el maltrato se ha conseguido en el ámbito judicial. "Hasta hace muy poquito todavía teníamos instalada en nuestra mente el estereotipo de, puede ser un maltratador, pero es un buen padre. Un maltratador no puede ser buen padre, porque un maltratador que hace vivir a sus hijos en un contexto de violencia no puede ser un buen padre nunca. Hemos tenido que ir modificando la legislación para privar a un asesino que mata a la madre de su hijo de la patria potestad pensando que podía seguir manteniendo algún tipo de predicamento alguna potestad sobre sus hijos. Vamos aprendiendo, pero vamos aprendiendo en la medida que efectivamente conocemos y vemos la profundidad y el drama tan inmenso que hay detrás de esta violencia que encima se da en los ámbitos más inmediatos, más cercanos e íntimos de las relaciones personales, la familia, la pareja que son el germen, el núcleo de la sociedad por lo que deberíamos estar más pendientes y apoyar mucho más este tipo de actuaciones" señala la juez experta en temas de violencia contra la mujer.
Como consecuencia de los 52 asesinatos de mujeres que llevamos este año, hay 43 menores de edad que se han quedado huérfanos. Hay veces que el maltratador decide acabar con la vida de sus hijos para atemorizar, para causar más dolor a su pareja o expareja. "A veces matan a los hijos por ese mantra que más utilizan los maltratadores: te voy a dar donde más te duele. La mayor parte de las veces se queda en una siniestra amenaza, pero no son pocos los casos que hemos conocido de menores que han sido asesinados por sus progenitores para hacer daño a la mujer que se separó y que huyó del dominio del maltratador" y todos recordamos casos escalofriantes como el de José Bretón que mató a sus dos niños muy pequeños.
Los mayores avances, la legislación
Para la magistrada, María Tardón, la educación es la pata que ha fallado hasta el momento y es dónde más hay que incidir. Sin duda, la ley y la lucha legislativa y policial contra el maltratador es lo que más ha avanzado, "una legislación que se puede decir es bastante razonable, sin duda, hay muchas mejoras que hacer, pero hoy países como Francia vienen a ver qué estamos haciendo nosotros, porque si en España estamos mal en este tema en países tan cercanos como Francia, están el doble de peor que nosotros, tanto en cifras como en legislación como en capacidad de actuación. La formación de los operadores jurídicos, es decir, jueces, fiscales y abogados y también de los no jurídicos, en el ámbito policial la formación ha sido extraordinaria, en la sanidad el trabajo social, los psicólogos, en todo el mundo que en algún momento o bien tienen que investigar los hechos delictivos en los que se traduce la violencia de género o bien en proteger a las víctimas. Seguimos avanzando en tratar de proteger y de evitar que si conocemos ese fenómeno una vez que tenemos noticia de que se ha producido evitar que se produzca una víctima más".
La legislación no criminaliza a todos los hombres
Algo que quiere dejar muy claro la magistrada de la Audiencia Nacional, María Tardón, "intencionadamente por parte de algunos o por omisión por parte de quienes estamos más implicados en esta lucha hemos dejado correr la especie de que es una legislación que va contra los hombres. No, esta legislación no va contra ningún hombre. Esta legislación va contra los violentos, contra los maltratadores. Esta es una legislación que lo que pretende es castigar con la proporcionalidad necesaria a la dureza y a la maldad de la acción de unos hechos que son terribles para las víctimas que los sufren y en buscar ese equilibrio en esa ponderación es en lo que ha quedado esta legislación".
"Educación, formación y sensibilización, el saber, el conocer y que todo el mundo tenga claro lo que hay detrás de la violencia de género" es, de momento, la principal asignatura pendiente en esta trágica, incluso terrorífica, lacra social, dice la juez, "que se sepa detectar los signos que identifican a una mujer maltratada o a una situación de violencia y que apoyen a las víctimas. Los violentos tienen capacidad de hacer mucho ruido y de hacerse ver así mismos víctimas y decir esa expresión que tanto les gusta mucho: esta mujer me ha arruinado la vida".
Ante ese mantra solo cabe decir: - "Pues, déjala, no la mates. Haz tu camino".