¿Qué puedo hacer si me atrapa una corriente de agua en el mar?
Este fin de semana muchos aprovecharán para irse a la playa pero probablemente no sepan cómo salir de una corriente. Si tú tampoco lo sabes, hoy en COPE te lo contamos
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Con la entrada del mes de septiembre, el verano ya toca su fin. Sin embargo, aún hay quienes intentan aprovechar los últimos rayos de sol en las playas para darse un buen chapuzón antes de que vuelva el otoño y la temporada playera se de por finalizada hasta el año que viene.
Eso sí, uno de los problemas que más preocupan son los ahogamientos. Ya sea en pantanos, playas o piscinas, el primer “Informe de ahogamiento de menores en espacios acuáticos” elaborado por la empresa Abrisud de L'Hospitalet de Llobregat, advirtió hace solo unos días que habían aumentado los ahogamientos, especialmente entre los menores.
Si bien las piscinas están cercanas a su cierre, las playas continúan abiertas y serán muchos veraneantes los que quieran aprovechar los últimos días de calor para despedirse del verano, pero uno de los asuntos que más preocupa, especialmente a los padres, es el de las corrientes y los ahogamientos.
Si tú eres de esas personas que quiere exprimir el verano al máximo, desde COPE queremos darte algunos consejos para que sepas qué hacer en el caso de que te veas inmerso en una corriente y sepas qué tienes y qué no tienes que hacer frente a ella:
¿Qué tengo que hacer si me atrapa una corriente de agua?
Las corrientes son inevitables y generalmente no pueden predecirse, y por ello es necesario no solo tomar medidas para evitarlas sino conocer qué hacer e n el caso de encontrarnos dentro de una. Para saberlo hemos hablado con el Responsable de Playas de Cruz Roja, Miguel Ángel Sánchez Arrocha.
Lo más importante y lo primero que hay que hacer cuando estamos dentro de una corriente, “es intentar salir de esa fuerza que nos genera”. ¿Cómo hay que hacerlo? Miguel Ángel explica que bajo ningún concepto hay que nadar en dirección contraria al a corriente, pues el desgaste “puede ser horrible”.
Por lo tanto, lo recomendable “es nadar de manera horizontal por la orilla”. Es decir, no contra la corriente sino de manera paralela a la orrilla, hasta que tengamos la certeza de que no estamos atrapados. En ese momento que descubramos que hemos conseguido salir de presión de la corriente que nos ha estado arrastrando, “ya nos proyectamos hacia la orilla”.
Sin embargo, Miguel Ángel advierte que también entra en juego “la cuestión física y la edad”.
¿Y con respecto a los menores? Control ante todo
Para el Responsable de Playas de Cruz Roja la respuesta es clara: el control. “En cuestión de segundos, si a un chaval se le pierde de vista, el desenlace podría ser fatal”, afirma.
La reacción de los más pequeños es la misma que en los adultos. Sin embargo, y uno de los mayores inconvenientes en este punto, es que están más condicionados por la edad. “El principal problema es la falta de control. Los despistes causan desastres”, declara Miguel Ángel.
¿Hay alguna recomendación que pueda seguir para evitarlo?
No hay una fórmula exacta y se trata de una situación que también depende de la responsabilidad con la que actuemos. Miguel Ángel nos da algunos consejos:
Finalmente, el Responsable de Playas de Cruz Roja ha querido recordarnos la función de las denominadas 'zonas de refresco'. Es decir, playas en las que está ondeando una bandera roja debido a las corrientes, pero en las que se puede acotar una zona determinada, delimitada y muy controlada por socorristas y personal de salvamento. Si bien no podrás adentrarte por encima de la cintura, sí puedes nadar en ellas.
Si vas a ir a la playa este fin de semana, recuerda tener en cuenta todas estas recomendaciones, porque, en el fondo, la seguridad y la diversión siempre pueden ir de la mano.