Recuperar el alcantarillado, una de las tareas más urgentes

Se trata de limitar tanto el riesgo de inundación como sanitario

Carmen Labayen

Publicado el - Actualizado

5 min lectura

      
      
             
      

Recuperar el alcantarillado y los grandes colectores colapsados por las riadas de la DANA y la posterior limpieza de las calles es una de las prioridades de los municipios afectados para limitar tanto los riesgos sanitarios como los de nuevas inundaciones ante las fuertes lluvias previstas para las próximas horas.

“Cuando el sistema de alcantarillado no funciona adecuadamente y el lodo se acumula en exceso, puede obstruir el flujo normal de las aguas residuales, reduciendo la capacidad de la infraestructura para manejar el volumen de residuos. Esto crea un problema de acumulación de desechos y materiales orgánicos que generan malos olores y condiciones insalubres”, explica Pablo Alcalde, responsable de agua y saneamiento de Acción contra el Hambre  que trabaja sobre el terreno para achicar el agua.

“Además, la obstrucción por lodo causa estancamientos de agua en ciertos puntos de la infraestructura, lo que favorece el crecimiento de vectores como mosquitos y roedores, que pueden ser portadores de enfermedades infecciosas. Este ambiente húmedo y rico en materia orgánica es ideal para la proliferación de estos vectores. Tanto en el agua estancada y en el lodo, hay materia fecal y otros residuos orgánicos como cuerpos de animales muertos. La presencia de estos vectores en zonas residenciales incrementa el riesgo de transmisión de enfermedades como la leptospirosis y otras infecciones gastrointestinales y cutáneas, ente otros problemas de salud” subraya Alcalde.

La Generalitat necesita maquinaria de autobombeo

En desatascar las alcantarillas trabajan desde hace día fontaneros y bomberos llegados a la Comunidad Valenciana desde diferentes lugares de España y que requiere también de maquinaria específica que la Generalitat ha pedido a los ayuntamientos que los puedan aportar desde cualquier punto del país, un mensaje que la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP) trasladaba hoy a todos los consistorios del país.

La urgencia de desbloquear la red de alcantarillado también reside en que la acumulación en ellas de barro, de lodo y de objetos de todo tipo que dificultan o impiden el paso del agua y, la llegada de una nueva DANA a la zona, puede provocar nuevas inundaciones y bolsas de agua estancadas en las calles. Otra posible consecuencia son los desbordamientos de aguas residuales también en edificios y viviendas por medio de las arquetas que sirven para recibir y distribuir canalizaciones.

Para recuperar la red de alcantarillado hay dos métodos como explica en COPE Borja Garrido, profesor de la Escuela Superior de Ingeniería en ICAI : “para eliminar la materia acumulada se utilizarán dos técnicas, la primera es presión positiva y consiste en inyectar agua a una elevada presión y la segunda que es la presión negativa requiere del uso de camiones, habitualmente llamados chuponas, que operan por aspiración”.

      
             
      

También los colectores de agua grandes pueden limpiarse pero el trabajo es arduo. Los pequeños, que han sido los más dañados, no son ya en cambio recuperables y deberán ser reemplazados por completo porque es imposible limpiarlos por medio de maquinaria.

En la labor con las bombas para achicar el agua, y según los expertos que trabajan in situ, se están instalando sacas industriales de escombro para recoger los lodos y evitar que los residuos vuelvan a las alcantarillas en un círculo vicioso de difícil salida.

8 por ciento más de agua en los embalses del Júcar

A pesar de las inundaciones y las riadas, a pesar de que nunca había llovido tanto en una hora en España como el pasado 29 de octubre en Valencia, el nivel de nuestros embalses a penas ha aumentado en las dos últimas semanas. El 12 de noviembre la reserva hídrica se encontraba al 51,2 por ciento de su capacidad total; 0,5 puntos menos que el registro del 5 de noviembre (-235 hectómetros cúbicos) y 1,2 puntos más (+ 684 hectómetros cúbicos) que el día de la mortal DANA.

      
             
      

Los embalses del Júcar están por debajo de ese nivel medio en el 48,1 por ciento de su capacidad con 1.368 hectómetros cúbicos, 50 hectómetros cúbicos más que hace un año y 180 hectómetros cúbicos más que la media de la última década. En la última semana los registros han aumentado 0,5 puntos y desde hace 2 semanas ha crecido 7,8 puntos.

“Para acabar con un periodo de sequía (como la que persiste especialmente en la cuenca del Segura por debajo del 20 por ciento de su capacidad total) hace falta una lluvia continuada durante mucho tiempo y de forma generalizada. Mientras que esto no suceda la situación de sequía sigue estando allí y la DANA es un episodio extraordinario que cada vez se está presentando con mayor frecuencia” explica en COPE Estanislao Arana, director del Foro de la Economía del Agua.

Cierto es que, según recuerda este experto, las riadas intensas del 29 de octubre llenaron presas como la de la Forata en la Comunidad Valenciana que pasó de tener un 13 por ciento de agua a tener que abrirse las compuertas para evitar que superara el 100 por cien y estallara provocando un tsunami aún mayor. Las lluvias suelen concentrarse en la parte baja de los cauces y en esta ocasión no fue así pero la gran cantidad de agua acumulada y la velocidad no permiten que se rellenen los acuíferos.

      

Además y según señala Garrido “mucho volumen de agua ha ido al mar siguiendo su propio cauce con lo cual tampoco se acumula. Si hay aumentos en los niveles freáticos y de los pozos pero la calidad de ese agua merecerá un mayor control analítico al habitual para evitar problemas por el mayor riesgo de contaminación microbiológica o química a consecuencia de la DANA”.

Inversiones millonarias en infraestructuras hídricas

La DANA ha provocado graves daños en las infraestructuras hídricas: “por un lado las sanitarias de agua potable debido al derrumbe de edificios y por movimiento de tierras y por otro lado las de saneamiento también por movimientos de tierra y atascamientos”, afirma Garrido.

Para Arana la necesidad de revisar y de seguir invirtiendo en infraestructuras hídricas y no solo para la revisión las presas es esencial “si ya muchos de lso sistemas de saneamiento y abastecimiento estaban obsoletos y necesitaban una revisión antes de la DANA, ahora directamente se han destruido. Harían falta calculamos unos 2.500 millones de euros al año para reconstruirlos y mantenerlos”.

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