Recuperar la salud: mejor en casa que en el hospital, siempre que sea posible

120.000 enfermos fueron tratados en hospitalización domiciliaria en el año 2019. La cifra creció exponencialmente durante la pandemia. En nuestro país 1 de cada 6 hospitales cuenta con unidad de hospitalización domiciliaria. El objetivo de la sanidad pública es extenderlo a todos, porque convalecer con cuidados médicos en el domicilio, mejora la calidad de vida de los enfermos y da tranquilidad a las familias.

El doctor Verger tiene a su padre de 90 años en hospitalización domiciliaria desde hace varios meses. Cumplía los requisitos necesarios para ser trasladado a su domicilio y así evitar los riesgos que conlleva una hospitalización. “Es un gran avance-nos cuenta- en calidad de vida del paciente. Sentirse en su casa, sentirse bien atendido,, la tranquilidad de la familia sabiendo que hay un servicio médico y de enfermería que le está controlando.. es fantástico poder hacerlo así”.

La idea es sustituir el ingreso en hospitalización de agudos, no es a largo plazo. Para ello tiene que cumplir 4 requisitos: que residan a una distancia razonable del hospital de base, por si hay una emergencia. En segundo lugar, que tengan un diagnóstico claro de su enfermedad, que se encuentre estable para evitar ingresos de urgencia o en la UCI, aunque a veces pasa. El paciente debe estar de acuerdo y además, tener un cuidador porque las unidades de hospitalización no están todo el día con él, van a hacerles cura, a suministrarles mediación o a hacer el seguimiento, pero alguien debe ocuparse de alimentarles o de su higiene.

Víctor González Ramallo responsable de la unidad del Gregorio marañón de Madrid, explica que lo primero es “valorar al paciente en las plantas de hospitalización o en el servicio de urgencia, desde el punto de vista médico y social, tanto por los sanitarios como por la trabajadora social, y una vez que se traslada al domicilio lo normal es que la enfermera visite al paciente todos los días para hacer un seguimiento de constantes, curas, administración de antibióticos…y que el médico esté en comunicación constante con la enfermera y con el paciente. Las visitas se hacen dependiendo de la patología: hay enfermos que necesitan visita diaria, e incluso varias veces al día y otros, al contrario otros por su patología que la visita del médico presencial, no es necesaria todos los días”.

La Unidad de Hospitalización Domiciliaria que dirige el doctor González Ramallo en el Gregorio Marañón, es la pionera: acaba de cumplir 40 años. En estas 4 décadas, han conseguido que 1 de cada 5 hospitales españoles cuente con una Unidad de Hospitalización a Domicilio. En cualquier caso, todavía existe una cama a domicilio por cada 30 convencionales en centros hospitalarios. Desde la Sociedad Española de Hospitalización a Domicilio (SEHAD), no obstante, ven potencial de crecimiento: Un 30 por ciento de las 4,5 millones de hospitalizaciones en España se podrían hacer en casa. Esto ahorra entre el 30 y el 70 por ciento de los costes de hospitalización.

Son claramente insuficientes, asegura el responsable de la unidad del hospital madrileño porque “cada vez hay más demanda tanto por los pacientes como los propios hospitales y cada vez se abren más, ahora mismo hay unas 220, unidades, la idea es extenderlas a todos los hospitales porque ahora mismo la idea es extenderlas a todos los hospitales públicos porque cada vez tenemos dispositivos que nos permite atender a pacientes más complejos o menos estables con seguridad”.

Intimidad, comodidad, libertad de horarios… son algunas de la ventajas de la hospitalización a domicilio pero además “limitamos todos los efectos adversos que supone una estancia hospitalaria, porque el hospital no siempre es el mejor sitio para estar aunque estemos enfermos, hay infecciones, otro problema es la limitación funcional; en cuanto un paciente está una semana en un hospital, sobre todo si es mayor, al salir no va a tener la misma capacidad funcional, para moverse, y en algunos casos en personas mayores, los síndromes confusionales, al estar aislados de su medio habitual si tenía un pequeño deterioro cognitivo, puede provocarle agitación, confusión y eso lo evitamos si está en su medio habitual”.