La reflexión de Sánchez sobre los partidos imputados que no gustará a Pablo Iglesias

En los últimos días hemos conocido informaciones judiciales que han supuesto un antes y un después en una formación política de nuestro país. Hablamos de Unidas Podemos, y todo a raíz de la imputación de altos cargos del partido por parte de un juez en las últimas horas, que salpica directamente a la cúpula de la formación por posibles sobresueldos y una 'caja B'.

Esta acción por parte de la Justicia tiene mucho recorrido político por los diferentes mensajes que lanza, y por el pasado que tienen Pablo Iglesias y los suyos. Todos ellos han sido los que desde sus inicios en política han pedido que si un cargo de un partido político está imputado, debe dimitir directamente. Es esto lo que ha hecho que en muchas ocasiones cargos de otras formaciones se hayan visto obligados a dejar sus responsabilidades políticas, por la presión que la opinión pública había generado sobre ellos.

El pasado político

Ahora, cuando son aquellos que señalaban los señalados por una supuesta 'Caja B', se escudan en la presunción de inocencia que ellos no han respetado en reiterada ocasiones y que ha hecho, entre otras cosas, que Pedro Sánchez llegase al poder a través de una moción de censura.

No en vano, la hemeroteca está recordando ahora todos los mensajes que PSOE y Unidas podemos lanzaban en contra del PP pidiendo activa y por pasiva la dimisión de cargos públicos en cuanto se conociesen informaciones ilegales donde podrían estar involucrados. En este sentido, el secretario general del PSOE y presidente de Gobierno, Pedro Sánchez, ha sido siempre muy crítico, lo cual sorprende que ahora no quiera hacer valoraciones acerca de los problemas que tienen su compañero de Gobierno.

El comentario de Sánchez que no gusta a Iglesias

Todo comienza precisamente ahora casi dos años, a finales de agosto. El día 23 de agosto de 2016, en concreto. En aquella ocasión Sánchez y Rajoy se reúnen en el Congreso para tratar acuerdos de un partido a otro para salvar la legislatura, pero los malos aires entre ambos dirigentes es notorio desde un primer momento: "El presidente de un partido imputado no puede ser quien lidere la regeneración democrática que necesita nuestro país".

Un comentario que veremos si se atreve hacerlo ahora dentro del mismo Gobierno.

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