¿La reutilización y la desalinización del agua pueden terminar con la sequía?: "Queda mucho por hacer"
Domingo Zarzo, Presidente de AEDyR, explica en COPE cómo funcionan estos métodos y cómo pueden ayudar a terminar con la sequía
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Las reservas de agua en España han aumentado un 30% en el último mes, y ya supera los niveles de hace un año. Sin embargo, las reservas hídricas siguen por debajo de la media de la última década.
Si miramos al mapa hídrico de nuestro país, se aprecia un desequilibrio considerable en las reservas de agua dependiendo de la zona en la que se encuentran. Varios embalses del norte de España se encuentran por encima del 90% de su capacidad, pero la situación es muy diferente en el sur, en la zona del Guadalquivir la situación es preocupante, con reservas de agua al 25%.
Una de las posibles soluciones al problema del agua son las plantas desaladoras, aunque su alto consumo de energía puede ser un problema. Pero...
¿Qué es la desalinización?
La desalación del agua consiste en la obtención de agua potable para el consumo humano a través de la separación de las sales de una disolución salobre. Esta agua, además de ser utilizada para el consumo humano, puede ser destinada a la industria o la agricultura. Para conocer los detalles de este método, COPE ha hablado con Domingo Zarzo, Presidente de AEDyR (Asociación Española de Desalación y Reutilización).
¿La desalinización de las aguas podría terminar con el problema de la sequía?
Zarzo, da su opinión al respecto: “La desalación es un recurso más para luchar contra la sequía y los efectos del cambio climático. Yo siempre digo que tenemos que optimizar el uso del agua y ahorrar, luego reutilizar todo lo que se pueda y cuando nos siga faltando agua, complementar con desalación”.
Las 765 plantas desaladoras que hay en España producen más de 100 m³ al día: ¿Esta cantidad es suficiente? Domingo Zarzo, lo explica: “En la zona costera y en las islas sí, pero además como se ha anunciado recientemente, las grandes desaladoras existentes tienen capacidad para ser ampliadas sin hacer grandes obras”.
A pesar de que más de la mitad de la población vive a menos de 100 kilómetros del mar, la desalinización solo se ha empleado hasta ahora en circunstancias extremas. Esto se debe a que este proceso es mucho más costoso y requiere mucha más energía que otros métodos de obtención de agua potable: “La energía puede suponer entre un 40 y un 60% de los costes de producción de agua desalada”.
¿El agua desalinizada es completamente igual que el agua dulce?
El agua desalada contiene muy pocas sales, sería equivalente a un agua mineral de muy baja mineralización. En las instalaciones para agua potable se remineraliza el agua (añadiendo calcio y CO2) para corregir su pH y que tenga exactamente las características recomendadas por la regulación de agua potable en la Unión Europea. Este proceso es necesario porque el agua, nada más ser desalada, no es potable: “El agua a la salida de membranas tiene un pH bajo y demasiadas pocas sales. Una vez remineralizada a la salida de la planta, es simplemente un agua potable de altísima calidad”.
Otra de las claves para terminar con el problema del agua en España es la reutilización de la misma. La desalación y reutilización del agua son cruciales para afrontar la sequía. España es el primer país de Europa en desalación y reutilización: “Si bien regiones como la Comunidad Valenciana, la Región de Murcia o las islas tienen altísimas tasas de reutilización próximas al 80-90%, a nivel nacional queda mucho por hacer, ya que no se reutiliza más de un 10-12% de todas las aguas residuales tratadas”.
Además, la reutilización tiene menor coste que la desalación porque se necesita aplicar menos presión a las membranas y, por tanto, consume menos energía.