INFORME COPE: Sin calefacción suficiente en invierno: Así vive el 14 por ciento de la población

Los expertos del último Informe COPE sobre pobreza energética reclaman flexibilizar las ayudas y medidas de eficiencia energética

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Informe COPE sobre pobreza energética: el 14% de la población vive sin calefacción suficiente en invierno

Carmen Labayen

Publicado el - Actualizado

6 min lectura

Algo más del 14 por ciento de los hogares en España no puede calentar suficientemente su casa en invierno y cerca del 10 por ciento se retrasa en el pago de los suministros. Además y según refleja el último Informe COPE hay casi 3 millones de familias en situación de pobreza energética y menos de la mitad de ellas, el 48 por ciento de ellas, tienen acceso al bono social. Desde las organizaciones que les apoyan y acompañan reclaman flexibilizar las ayudas económicas y políticas para mejorar la eficiencia energética de sus viviendas.

Familias con hijos, migrantes y mayores son los tres colectivos con mayores dificultades para afrontar sus necesidades energéticas según cuentan en COPE quienes desde los distintos programas de Cáritas les ayudan con el pago de las facturas y con la adquisición de electrodomésticos con los que tratar de reducir lo máximo el gasto en electricidad y gas.

María y sus dos hijos de 10 y de 8 años forman parte de los 2,7 millones de hogares en situación de pobreza energética en España que recoge el último estudio de la Cátedra de Energía y Pobreza de la Universidad Pontificia de Comillas. Como otros 4,5 millones y medio de personas en 2021-el 9,5 por ciento de la población- no pueden afrontar el pago de las facturas de suministros y al estar ella en paro desde hace 2 años forman parte del 16 por ciento de las familias para quienes la factura de la luz supone un gasto desproporcionado.

“Mi hijo cogió una bronquitis porque me daba miedo poner la calefacción tal y como estaba el precio de la luz. Solo tenía radidadores eléctricos y si con solo poner dos lavadoras y secadoras a la semana y usar la cocina también eléctrica una vez al día mi factura era de 300 euros pues si además ponía la calefacción temía alcanzar los 500, dejar de pagar y que nos cortaran la luz a mí y a mis hijos. Acudí a Cáritas y me ayudaron con la factura y con una estufa de bombona de gas y para mí fue lo mejor, ahora mis hijos están en el salón y lo cierro y allí están calientes. Lo pongo por la tarde un par de horas y con eso nos apañamos”, explica a COPE María afincada en la localidad alicantina de Xaló.

A situaciones como la de María se suman la de los dos millones de hogares que sufren pobreza oculta severa. Son aquellos en los que el gasto energético es bajísimo y no cubre sus necesidades básicas.

“No pago mucho, este mes han sido 27 euros de electricidad porque como no estoy más que en el comedor si no pongo el radiador tampoco tira mucho la bombilla. Calefacción central no tengo, sí tengo un radiadador y, a veces, sí lo enciendo para calentarme las piernas en el comedor. No soy friolera y también me he acostumbrado al agua fría incluso para lavarme la cabeza. Duermo con las dos mantas finas que llevaba mi hijo de pequeño a los campamentos y no paso frío en la cama a pesar de dormir con la ventana abierta”, nos cuenta Juana, una vecina madrileña de 94 años.

Ayudas mejoradas, pero insuficientes

El bono social es un alivio para algo más de un millón de hogares, insuficiente para cubrir a muchos hogares vulnerables como afirma en COPE Victor Rodriguez, responsable del Observatorio de la Realidad de Cáritas Diocesana de Madrid: “se están quedando un 45 por ciento de las familias en situación de pobreza energética fuera de esta ayudas, habría que lograr que su concesión fuera mucho más automática”.

Otro problema adicional para algunas de las familias es que no cumplen los requisitos para acceder al carecer, por ejemplo, de un contrato de arrendamiento, algo que además afecta especialmente a quienes están en las situaciones más precarias. Algunos hogares desconocen la existencia de este apoyo económico y para otros y, a pesar de que se han flexibilizado, el principal obstáculo son los trámites administrativos.

“Está previsto que en 2023, y si siguen aumentando las solicitudes, se alcancen los dos millones de hogares beneficiarios del bono social. Estamos hablando de un problema complejo que puede afectar mucho a la salud de las personas” señala Roberto Barrella, investigador de la Cátedra de Energía y Pobreza de la Universidad Pontificia de Comillas.

La clave, la eficiencia energética en los hogares vulnerables

Para este experto en la situación energética en España las medidas políticas implementadas por el Gobierno como el tope del precio del gas en el mercado regulado, medidas fiscales como la reducción del IVA de la factura o de los cargos o la ampliación y mejora del bono social, han compensado en parte la drástica subida de los precios de la energía que arrancó en 2021 y se mantuvo en 2022, algo positivo que no deja de ser, a su juicio, cortoplacista. Completarlas pasa por una importante inversión para que la eficiencia energética llegue a estos hogares.

También Rodríguez insiste en mejorar esa eficiencia precisamente en los hogares de quienes piden ayuda a organizaciones como Cáritas. Solo en Madrid, la mitad de los beneficiarios de sus programas no pueden mantener una temperatura adecuada en el hogar y la situación ha ido empeorando desde 2019 y de nuevo en 2021 y 2022.

“Sus viviendas se caracterizan por tener un aislamiento muy malo, por carecer también de sistemas de calefacción eficientes, mal aisladas y con electrodomésticos también poco eficientes que provocan mayor gasto energético”, apunta. Es la pescadilla que se muerde la cola.

Facturas nunca vistas

Soledad Crespo es coordinadora de Acción Social en Cáritas Diocesana de Córdoba. Considera que la situación ha mejorado con respecto al verano en cuando las inusuales y altísimas temperaturas registradas además de la carestía del precio de la luz y del gas.

“Vimos un incremento de las facturas sorprendente, unas cuantías grandes que nunca antes habíamos tenido que atender pero es que en veranos como éste en Córdoba el aire acondicionado no es un lujo sino una necesidad. Ahora todavía no hemos tenido un invierno fuerte que nos obligue a poner mucho la calefacción y por otra parte las familias con escasos recursos tratan de evitarlo al máximo” cuenta en COPE Crespo.

En 2022 han facilitado casi 600 ayudas económicas y también de eficiencia energética como reemplazo de ventanas o compra de splits de aire acondicionado.

Todo es poco porque aún y, según los datos del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, casi 1 de cada 10 familias vive en situación de pobreza energética escondida. Casi el mismo porcentaje se retrasa en el pago de sus facturas y para el 16,4 por ciento de la población en España el gasto energético es desproporcionado con respecto a sus ingresos.

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