Solo el 9 por ciento del agua que utilizamos se reutiliza en España

Ampliarlo al 100 por 100 supondría ahorrar mil veces el Santiago Bernabéu lleno de agua

Solo el 9 por ciento del agua que utilizamos se reutiliza en España

Carmen Labayen

Publicado el - Actualizado

5 min lectura

La reserva hídrica española se encuentra a algo más del 32% de su capacidad total, con un total de 18.000 hectómetros cúbicos embalsados. Es un 17% menos que hace un año y un 35% menos que la media de la última década. Ante situaciones de sequía como la actual, los expertos consultados por COPE piden sobre todo una mayor agilidad administrativa, un plan nacional de infraestructuras y modernizar el regadío. Otra alternativa es la reutilización que, de momento, solo logramos en el 9 por ciento del agua que empleamos. Ampliar al máximo este porcentaje nos permitiría ahorrar, según subrayan, mil hectómetros cúbicos de agua al año.

En España existe la tradición de enfrentarse a la sequía porque parte de su territorio es seco. Lo que más preocupa a los expertos es la irregularidad de las precipitaciones de un año para otro en las diferentes zonas geográficas del país.

‘‘La única forma de corregir esta tendencia natural es con la regulación hidrográfica, es decir, un plan nacional de infraestructuras hidráulicas que permita que en todos los territorios de España tengamos acceso al agua en todo momento. Es decir, que las cuencas de los ríos estén más conectadas, que haya más embalses’’ explica Joaquín Melgarejo, catedrático de Historia e Instituciones Económicas de la Universidad de Alicante.

‘‘Todas las confederaciones hidrográficas tienen planes especiales que definen cuándo y cómo actuar en función de la gravedad de la sequía. Tenemos que concienciarnos de que hay que pasar la sequía, la cuestión es cómo’’, explica Javier Paredes, del Instituto de Ingeniería del Agua y Medio Ambiente de la Universidad Politécnica de Valencia. Las medidas para afrontar la escasez de agua se toman de forma gradual y son diversas. Se empieza con campañas de concienciación, pero si avanza la sequía se puede llegar a los cortes de suministros horarios, o abastecer una ciudad por barco, como ocurrió en toda una isla, en Mallorca en 1995 o este mismo verano en algunos puntos de España como Galicia, Andalucía y Cataluña.

En nuestro país aprovechamos el 60% del agua natural, la que llega de las precipitaciones y acuíferos, gracias al sistema de infraestructuras. Pero el incremento de la población, la llegada de turistas, la esperanza de vida más amplia, el impulso de la industria y agricultura, suponen una gran demanda de agua que hace necesario aumentar ese aprovechamiento.

La reutilización del agua, un sistema contra la sequía

‘‘Las sequías son un riesgo natural, como los terremotos, y en España somos proclives a sufrirlas. El problema es que hacemos un uso muy intensivo del agua, y los efectos de las sequías se agudizan. El uso mayoritario es la agricultura, que supone el 80%’’ explica Javier Paredes. Sin embargo, reconoce que España es el país que más ha invertido en modernizar regadíos para economizar el consumo de agua. Además, las ciudades consumen un 15% del agua. Pero del total, solo se reutiliza el 9%.

Este sistema consiste en recoger los sobrantes de agua de las ciudades, depurarlos y convertir el agua regenerada para otros usos, sobretodo agrícola. En España, este sistema está asentado en las cuencas del Júcar y del Segura. El 60% del agua que se reutiliza en España proviene de estos dos ríos.

Pero como solución global, tiene un límite: ‘‘Si la demanda urbana es el 15% de lo que se consume en España, y el 80% va al uso agrícola, el porcentaje de agua reutilizada de las ciudades es muy bajo. Además, funciona bien si el uso al que se va a destinar el agua está cerca de la población, porque si no hay que bombearla y se encarece para el agricultor’’ explica Javier Paredes.

‘‘Es necesario mejorar la depuración y reutilización del agua, más instituciones y legislación, que otras comunidades autónomas se sumen a esta iniciativa para evitar usar agua de los embalses o de los acuíferos’’ añade Joaquín Melgarejo, además director del Instituto del Agua y de las Ciencias Ambientales (IUACA). Y añade: ‘‘si el sistema se ampliase a toda España, podríamos ahorrar hasta mil hectómetros cúbicos de agua, es decir, mil veces el Santiago Bernabéu lleno de agua’’.

Las sequías pasadas y los años que vienen

Los expertos consultados por COPE esperan un otoño e invierno secos. Cuencas como las del Ebro, Guadiana y Guadalquivir tienen una reserva hídrica bastante baja, por debajo del 30%. Otros años por estas fechas estaban al 50%. La pregunta es si el año hidrológico 2021-2022 es el primero de una sequía de larga duración, de 3-4 años que son cíclicas en nuestro país. Cada década tiene varios años de sequía, como las de 2004-2006 o la llamada sequía ibérica de 2015 a 2018. Sin embargo la peor fue la ‘‘metasequía’’ de 1991-1995.

‘‘Afectó a todo el país, hubo cortes de suministros en ciudades, la precipitación fue bajísima. Lo bueno es que se aprobaron los planes especiales de sequía, que obligaban a actuar con antelación’’ recuerda Javier Paredes. ‘‘Está siendo un año muy seco, pero no estamos en la situación límite como en 1995’’ comenta Nuria Jiménez, jefe técnico de la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir. En este momento, es el río con la situación más grave: está al 18% de su capacidad. ‘‘El cambio climático está acentuando el clima mediterráneo: disminuyen las precipitaciones en la cuenca, aumenta la temperatura y cada vez los años son más extremos: o seco o húmedo’’, una tendencia que se está dando desde los años 80.

Un panorama que también confirman desde el Ministerio de Transición Ecológica que estima que antes de 2039, la temperatura en España aumentará un grado y que a partir de entonces los años extremos serán lo habitual.

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