El suministro de vacunas, en riesgo: Solo hay para el 30 por ciento de quienes necesitan la segunda dosis
7 de cada 10 personas están a la espera de poder finalizar su inmunización
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Las reservas de vacunas que hay en España servirían para vacunar a 3 de cada 10 de las personas que están pendientes de una segunda dosis en nuestro país. En total las Comunidades Autónomas disponen, en este momento, de 294.866 dosis, muy insuficientes, a falta de nuevas remesas, para completar la vacunación de casi 970.500 personas que ya han recibido una primera inyección.
Pendientes de la posible llegada esta semana de nuevos suministros de Pzifer, también de Moderna y próximamente de AstraZeneca y de los recortes de producción anunciados por varias de estas compañías farmacéuticas, 7 de cada 10 personas están a la espera de poder finalizar su inmunización. Las nuevas vacunaciones se han frenado en buena parte del país y algunas Comunidades Autónomas, entre ellas, Madrid y Cataluña, las han suspendido hasta la llegada de nuevos suministros.
Los últimos datos publicados por Sanidad reflejan una dispar situación en las Comunidades Autónomas. El País Vasco que hace una semana anunciaba que ralentizaba la administración de las primeras inyecciones a sanitarios por falta de inyectables es ahora la Comunidad Autónoma que tiene más dosis disponibles para quienes están pendientes de esa segunda inyección. Allí el 62 por ciento la podrían recibir.
En la Rioja hay en este momento suministros para cubrir al 45 por ciento de quienes deben completar su proceso de vacunación, para el 41 por ciento en Cataluña y para el 37 por ciento en Navarra y en la Comunidad Valenciana.
En el extremo opuesto están Aragón que solo podría vacunar en este momento al 7 por ciento de los que necesitan la segunda dosis, Castilla y León que tiene dosis para el 8 por ciento y Castilla la Mancha y Canarias que disponen de suministros para el 13 por ciento. Curiosamente en estas regiones no se han anunciado cambios en el proceso de vacunación.
En torno a la media nacional (30 por ciento) está la Comunidad de Madrid y algo por encima Andalucía (32 por ciento), Asturias (32 por ciento), Baleares (31 por ciento) y Extremadura (32 por ciento).
Hace una semana era incluso peor. El 22 de enero las Comunidades Autónomas solo disponían de dosis para asegurar la segunda inyección del 17 por ciento de quienes ya habían recibido la primera. Fue entonces cuando algunas de ellas como País Vasco, Asturias, Andalucía Asturias y Canarias y Comunidad Valenciana empezaron a ralentizar el proceso de vacunación para priorizar completar la segunda dosis que debe de hacerse en el plazo de 21 días en el caso de Pzifer y 28 en el caso de las vacunas de Moderna.
Retrasarse de este esquema resta eficacia a la vacuna, algo que además de tener efectos sobre la persona que la recibe impacta también negativamente en la protección del conjunto de la población.
“Hasta seis semanas entre un pinchazo y el siguiente no sería algo gravísimo, pero hay que reconocer que lo que está probado en los ensayos clínicos como óptimo son los plazos prescritos por las farmaceúticas”, explica a COPE Carmen Cámara inmunóloga de la Paz.
Ella misma está en pleno proceso de vacunación “a medias, esperando recibir la segunda dosis que me tocaría el martes. Nadie nos ha dicho que no fuera a ser así y por ello confiamos en recibir un mensaje por el móvil citándonos para esa segunda inyección”.
Para María Montoya de la Sociedad Española de Inmunología, “la primera dosis ya ayuda, pero lo que necesitamos son dos dosis y eso es lo que queremos ver. Si hay retrasos en lugar de una eficiencia del 90 por ciento obtendremos una eficiencia del 85 por ciento o del 80 por ciento. La eficiencia baja más cuanto más te alejas de la pauta prescrita para cada vacuna”.
“Podríamos estar ante inmunizaciones parciales que no ayudarían a conseguir la inmunidad de rebaño que es el objetivo y para lograrlo cuanto antes se vacune a un 70 por ciento de la población y con mayor eficacia mucho mejor”, concluye Montoya.
Pero los retrasos en la llegada de vacunas han dado al traste con parte de la planificación efectuada por las Comunidades Autónomas. A falta de una estrategia nacional única sobre cómo llevar a cabo la vacunación más allá de la prioridad de colectivos a vacunar cada región que según los expertos consultados por COPE hubiera sido lo deseable cada región ha llevado a cabo la suya.
Y, ahora, en pleno recorte en la producción de Pzifer los retrasos de Moderna, y el también menor número de vacunas de AstraZeneca que previsiblemente llegarán a nuestro país, ha quedado patente, subrayan, que guardar para las segundas dosis ha sido la decisión más prudente.