Tener discapacidad intelectual aumenta por 4 el riesgo de violencia sexual
3 de cada 4 víctimas son mujeres. María en COPE "no nos merecemos esto"
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Las mujeres con discapacidad intelectual tienen 4 veces más riesgo de ser agredidas sexualmente que el resto. Con las víctimas de abusos y de maltrato de este colectivo de especial vulnerabilidad trabaja desde hace 14 años una unidad de atención integral. Brindan apoyo terapéutico, policial y judicial a personas como María que vivió un auténtico infierno durante su matrimonio.
3 de cada 4 víctimas son mujeres como María Delgado, el nombre bajo el que ha preferido contar su historia en COPE. Además de haber sido víctima de violencia machista era obligada por su marido a prostituirse con otros hombres. Tiene discapacidad intelectual y le costó denunciar por miedo a quedarse sola después de 24 años de matrimonio, más de la mitad de su vida. Hoy no se arrepiente.
“Creo que hice bien en denunciar porque no nos merecemos que nos hagan esto. Animo a todas las mujeres que estén en esta situación a que vayan a denunciar si pueden para no estar soportando maltrato y otras cosas”, asegura Delgado, de 45 años.
María forma parte de las casi 20.000 personas atendidas por la Unidad de Acceso a la Justicia de Personas con Discapacidad Intelectual (UADVI) que funciona desde 2010 con notables resultados haciendo de puente entre la policía y la justicia y las víctimas. La clave es la figura del facilitador, en su caso facilitadora.
“Las preguntas que me hacían (los policías, los fiscales y los jueces) la verdad es que no las entendía muy bien y no sabía como explicarme y con una facilitadora ya al menos te sabes tú defender y explicar bien las cosas”, asegura María.
Los facilitadores, pieza clave para que puedan tener un juicio justo
Los facilitadores son psicólogos expertos en discapacidad intelectual, psicología forense. Su labor consiste en evaluar las capacidades y las limitaciones de las personas con discapacidad intelectual y poner en marcha los ajustes necesarios para que puedan acceder a la justicia en igualdad de condiciones que el resto de las personas y sabiendo lo que está sucediendo en cada momento.
Israel Berenguer es facilitador y está al frente de la UADVI en la que trabajan 9 profesionales: “evaluamos todo las capacidades que pueden afectar al testimonio que al final en muchos casos es crucial para su resolución y desplegamos todos los apoyos necesarios para que esas limitaciones no impidan que se tenga en cuenta la declaración de las víctimas”. Trasladan el análisis resultante a la policía y a los jueces para que lo tengan en cuenta en la toma de declaración y en el juicio oral.
La figura del facilitador fue incluida el pasado 19 de diciembre en la Ley de Enjuiciamiento y por eso según subraya Berenguer “muchos jueces y fiscales aún no la conocen. Quienes en estos últimos años los que han solicitado nuestra mediación y han visto que es eficaz nos han recomendado a otros profesionales”.
Le pasó a María en sus declaraciones y no es la única. A muchas personas con discapacidad intelectual les cuesta situar un acontecimiento en el tiempo y lo mismo sucede con la cuantificación. En que puedan superar todos los obstáculos y tener un juicio justo se emplean a fondo en la UADVI creada por la Fundación A LA PAR junto a la Sección de Análisis y Comportamiento Delictivo de la Guardia Civil.
“El facilitador identifica que puede fallar a la hora de testificar para poner los apoyos necesarios. Por ejemplo, ¿cuándo fue? Pues si la persona tiene dificultades para situar en el tiempo le puede ayudar el que le preguntemos si fue antes o después de su cumpleaños. Y una persona puede decir en una declaración que un hecho ocurrió 3 veces y en otra que ha sucedió 5. En realidad, no está mintiendo sino que tiene una limitación para cuantificar y expresar esta información y aquí intervenimos también para poder saber si ha pasado una única vez o en reiteradas ocasiones que es lo que necesita la justicia”, explica a COPE Almudena Martorell, presidenta de la Fundación A LA PAR.
Además de con las víctimas, la UADVI también interviene cuando una persona con discapacidad intelectual como testigo o investigado pero según el Informe “A cada lado (2019” de Plena Inclusión solo 3 de cada 10 procedimientos judiciales que implican a personas con discapacidad intelectual tiene en cuenta esta circunstancia durante el juicio.
Sin facilitador 8 de cada 10 casos se archivan
Cuando no interviene un facilitador el 79 por ciento de los procedimientos judiciales se archivan, una cifra 4 veces mayor que cuando si participan estos profesionales que permiten que las personas con discapacidad “entiendan y se las entienda”. Y lo mismo ocurre con las sentencias. 6 de cada 10 son condenatorias cuando interviene un facilitador y, en su ausencia, solo 1 de cada 10.
“Nuestro objetivo no es que haya una condena sino que la persona con discapacidad intelectual tenga acceso a la justicia en igualdad de condiciones que el resto de las personas”, recalca Isabel Cartagena coordinadora de la UADVI y como Berenguer también facilitadora.
Las víctimas, principalmente mujeres que sufren agresión sexual
El 74 por ciento de las personas derivadas a la UADVI son mujeres y el 26 por ciento hombres con discapacidad intelectual. El 16 por ciento de las mujeres atendidas son menores de edad.
Con respecto a los delitos, el 42 por ciento sufren agresiones sexuales y el 13 por ciento violencia doméstica y de género. En 10 años se ha multiplicado por 10 la atención a mujeres víctimas de violencia sexual. Aproximadamente el 65 por ciento de quienes agreden y abusan a estas mujeres son su círculo más próximo.
“Cuando son abusos o violencia extrafamiliar siempre suelen por parte de conocidos del entorno, con personas de las que se fían. Cuando suceden dentro de las familias, el miembro con discapacidad intelectual es el eslabón más débil y en hogares disfuncionales tienen más riesgo de ser víctimas”, subraya Martorell.
Solo el 4 por ciento de las derivaciones a la UADVI estarán realizadas con mujeres con discapacidad intelectual. En 9 de cada 10 casos el paso lo da el contexto de la víctima, centros ocupacionales o colegios, las familias y en 3 de cada 10 casos los casos llegan desde los propios juzgados o las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado.
Además de intervenir en el ámbito policial y judicial, la UADVI interviene ofrece apoyo emocional y terapéutico. Ofrece también formación a los profesionales y dispone de una casa para la acogida temporal de las víctimas. Es posible dirigirse a ellos por mail escribiendo a uadvi@alapar.org o por teléfono en el 900 335 533.