Trabajar desde un lugar paradisíaco y que no te valga un despido: las 'trabajaciones' que triunfan en 2023
Uno de cada doce españoles planea este año irse a destinos paradisíacos sin tomarse vacaciones y trabajando en remoto desde ahí, pero, ¿hasta qué punto podemos hacerlo?
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Seguro que alguna vez, a lo largo de estos tres años que llevamos de pandemia, te ha tocado trabajar en remoto desde casa. Porque sí, la situación así lo ha requerido en gran parte de las empresas españolas, que, incluso ahora, combinan los dos modelos: el trabajo presencial en una oficina y el teletrabajo.
Unas medidas que pueden resultar beneficiosas para algunos trabajadores, pues, con ciertas horas de trabajo en remoto, se puede llegar a conciliar la vida personal y la laboral. El hecho de trabajar desde casa supone ciertas ventajas, no solo de conciliación laboral, sino de cumplimiento de horario y también, a veces, de no perder tiempo en los trayectos de ida y vuelta.
Una práctica que se ha regulado en lo que conocemos como la Ley del Teletrabajo, que incluye derechos y obligaciones tanto para la empresa como para el propio trabajador que resultan muy útiles para aquellos que trabajen en remoto. Sin embargo, es una ley de la que quedan muchos flecos por perfilar, y entre ellos, está el de una práctica que empieza a estar cada vez más y más extendida entre los trabajadores en remoto: Las trabajaciones.
Un término que, lo mismo, de momento no te suena, pero que, según algunos estudios, va a triunfar y mucho en 2023, tanto que, uno de cada doce, se plantea esta opción. Se trata, básicamente, de aprovechar ese resquicio de teletrabajo y, en lugar de hacerlo desde tu hogar, trasladarlo a un destino vacacional. ¿Que tienes casa en la playa y prefieres teletrabajar desde ahí? Pues con las trabajaciones, también podrías irte, incluso, a algún país lejano. Todo ello, por supuesto, sin la necesidad de gastar tus días de vacaciones.
"Son términos incompatibles, no pueden coexistir. Una cosa es el trabajo y otra las vacaciones. Las vacaciones significan dejar de trabajar, tiempo de descanso y recuperación física y mental. Si significa eludir tus obligaciones de ser productivo y realizar el trabajo, estamos hablando de posibles incumplimientos como la jornada, la falta de puntualidad o disminución del rendimiento" explica en COPE Ana Gómez Hernández, abogada laboralista y socia de un despacho de abogados y presidenta de la Asociación Nacional de Laboralistas. Además, es profesora de la asignatura de teletrabajo.
Pero hay quien no piensa lo mismo, y que, harto del bullicio y la vida rápida de las grandes ciudades, y aprovecha para teletrabajar en un entorno rural. Es el caso de Alberto, ingeniero de telecomunicaciones, y su mujer, Lorena, que decidieron dejar Madrid, para teletrabajar en Candeleda, un pueblo de Ávila.
Hace cuatro años, se dieron cuenta de que trabajar en la ciudad, especialmente cuando tenían que trabajar en remoto, era cansado y nos les permitía conciliar su vida familiar, ya que acababan de tener a su segundo hijo. Por eso, miraron opciones para irse a a la localidad abulense, y, dos años después, han montado su propio espacio para todo aquel que quiera trabajar en el lugar idílico.
"Llevábamos un tiempo trabajando desde nuestra casa y se nos hacía un poco pesado...De por sí, Candeleda es espectacular, pero estamos en el centro y vemos la montaña y mucha vegetación, es muy relajante y bonito" explicaba en COPE. Un lugar al que acuden cientos de trabajadores que optan por teletrabajar. Pero la pregunta es, ¿pueden hacerlo?
Las "trabajaciones": una práctica que puede traerte muchos riesgos
Alberto y su mujer, Lorena, tienen mucha suerte, porque desde el primer momento explicaron cuál era su situación y la necesidad que tenían de realizar su trabajo en remoto. "Conocían nuestra situación y que habíamos dado un paso que no queríamos deshacer...Creo que es un tema de cultura empresarial, en las que trabajamos, creen en la autonomía de cada persona y no es inconveniente que trabajemos en remoto" nos contaba.
Eso, porque explicaron desde el primer momento que querían trabajar de esta forma, y la empresa, aceptó. Pero, ¿es una práctica legal? Ana Gómez Hernández, abogada laboralista y socia de un despacho de abogados y presidenta de la Asociación Nacional de Laboralistas nos lo explicaba.
"Es legal siempre que haya sido acordado por escrito, porque el contenido del acuerdo de trabajo a distancia, exige como mínimo, que se recoja desde dónde va a trabajar la persona, y tiene que especificar si es su vivienda u otro lugar" nos empezaba explicando. No solo tienes que informar, sino que nuestra empresa tiene que autorizarlo. "Si no lo hace, la empresa tiene una facultad de sancionar al trabajador" explica.
Eso sí, nos cuenta que, entre esas sanciones, no incluiría el despido, pero puede traerme muchos riesgos porque, si no avisas, podrías incurrir en varias irresponsabilidades como trabajador. "La empresa puede oponerse, si el trabajador persiste, va a tener que atenerse a las consecuencias.Puede eludir tus obligaciones, de rendir, se ser productivo e incluso de inclumpimiento de horario" nos explicaba Ana, abogada laboralista.
Por lo que, siempre que vayas a intentar hacer unas "trabajaciones", debes acordarlo y tenerlo atado todo con antelación, porque, como nos explicaba la abogada, la empresa tiene que garantizar una serie de condiciones para que se pueda realizar un trabajo efectivo.
Más relax y más desconexión
Si ha llegado el momento de que, tienes una segunda residencia o puedes acudir a algún lugar paradisiaco, con el beneplácito de tu empresa, solo te queda hacer las maletas y coger todo lo necesario para poder hacer tu trabajo. Algo que, según algunos que hacen esta práctica, es más beneficioso que trabajar desde casa.
"Las ventajas son la posibilidad de conciliar tu vida familiar, tener todo cerca, poder desconectar enseguida, cosas que en las ciudades no existen. Te concentras más, tienes más productividad y eres más creativo" nos explicaba Alberto, de La Grulla Coworking Rural. Una suerte que no corre todo el mundo pero, como bien nos explicaba él y también Ana, es importante que la empresa esté al tanto de tus intenciones. Y, sobre todo, que no siempre el hecho de estar en un buen lugar, significa que tengas que dejar de lado tus obligaciones laborales.