Un vecino le declara "la guerra" a otro por un acto vandálico que ha sufrido en su rellano: "Que se prepare"
Twitter se ha convertido en un escaparate donde muchos aprovechan para compartir los mensajes que dejan sus vecinos en los rellanos o zonas comunes de sus edificios
Madrid - Publicado el - Actualizado
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Las redes sociales se han convertido, de un tiempo a esta parte, en un escaparate de lo que nos ocurre a diario. Hace unos años, cuando vivías una anécdota divertida o inusual de camino al trabajo o comprando en el supermercado, esperabas a llegar a casa para compartirla con tu círculo más cercano. Sin embargo, en pleno siglo XXI, vivimos en la era de la inmediatez y gracias a las redes, podemos contar, en tiempo real, dónde estamos, qué hacemos o qué nos pasa. Es el caso de Twitter, donde es frecuente compartir este tipo de anécdotas y que, en apenas unas horas, lleguen a miles de usuarios que se ríen contigo o comparten tu indignación.
Recientemente, uno de los tipos de contenidos que está ganando especial peso en esta red social son las quejas de vecinos. Propietarios e inquilinos molestos que comparten sus quejas a través de sencillos carteles que, posteriormente, cuelgan en los rellanos o zonas comunes para tratar de mejorar la situación. La cuenta de Twitter @LiosdeVecinos se encarga de recopilar algunos de los mensajes más llamativos, divertidos o sorprendentes que les envían los usuarios y los comparte en su perfil.
En este caso, estamos hablando de un mensaje que da inicio a "una guerra" dentro de una comunidad de vecinos por un acto de uno de los inquilinos de edificio que otro no ha tolerado y ha querido frenar de la siguiente manera.
"Quien haya sido el gracioso de romper o arrancar todas las hojas de la planta del rellano de 3º, que se prepare", ha escrito el vecino para, seguidamente, lanzar un aviso al propietario "problemático" del bloque: "¡Si quieres guerra, la has comenzado. No me acoj*nas!".
Esto es lo que ha ocurrido en un bloque de Getxo (Bizkaia). Gracias a @Liosdevecinos hemos conocido el mensaje que dejaba un vecino a otro. Las palabras, ya te adelanto, no eran muy amigables.
"Hace falta ser muy pero que muy cerdo/a para vomitar desde la ventana encima de los coches...", escribía visiblemente molesto. Un tiempo después, otro vecino respondía justo abajo del cartel: "eso es fácil de saber, toca los pisos de esa mano y donde haya gente joven esos son, no hay mucha gente joven en ese edificio. ¡¡¡Cerdos!!!", remataba.