¿Por qué tenemos estrés?

El estrés es la forma que tienen nuestro cerebro y nuestro cuerpo de responder a cualquier demanda o cambio en nuestras vidas

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Julio Escalona

Publicado el - Actualizado

2 min lectura

Todos hemos tenido estrés alguna vez en nuestras vidas, bien sea por una fecha importante, un cambio susceptible en nuestras vidas, en la escuela, en el trabajo, después de una mala noticia. ¿Qué nos sucede para que sintamos esos nervios que nos incomodan?

Aunque pueda parecer lo contrario, todo el mundo sufre de estrés. Sin embargo, lo que diferencia a unas personas de otras es la forma de llevarlo. El mejor consejo para poder acabar con el estrés es encontrar la forma de sobreponerse a él de una forma u otra ya que puede afectar a la salud, tanto física como mental.

Varios de los motivos por los que tenemos estrés puden derivar de la rutina, ya sea por el alto nivel de trabajo, la escuela o la familia. Otros, se derivan de un cambio brusco y repentino, normalmente negativo, como puede ser una enfermedad, la pérdida de un ser querido o una ruptura sentimental. El por qué del estrés también lo podemos encontrar en causas mayores o acontecimientos fuera de nuestro alcance como puede ser un desatre natural o una guerra.

A pesar de que la principal acepción del estrés está asociado a la negatividad, podemos llegar a adoptar el estrés como una motivación para actuar o estar mejor preparado para lo que viene como puede ser el afrontar un día duro de trabajo o un exámen importante. El cuerpo está listo para enfrentarse a las amenazas o encontrarse seguro ante las adversidades con el objetivo principal de sobrevivir y seguir adelante de la mejor manera posible.

El estrés continuado en el tiempo puede originar problemas de salud y para ello debemos encontrar la manera de eliminar los nervios o, en el caso de que no sea posible, reducirlos poco a poco. Hay varias formas de combatir el estrés e incluso prevenirlo. La principal ayuda que podemos tener es reconocerlo para poder evitarlo posteriormente. Tener dificultad para dormir, enfados constantes o sensación de poseer poca energía son algunas de las consecuencias más comunes. A partir de aquí, realizar ejercicio de manera regular, probar alguna actividad relajante u organizarse de cara al trabajo, puede ser de gran ayuda además de las recomendaciones pertinentes de su médico.