¿Por qué el cielo es azul?
La respuesta a esta cuestión se encuentra en la dispersión de Rayleigh, conocida así en honor a lord Rayleigh, que fue el primero en explicarla en 1871
Madrid - Publicado el - Actualizado
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El cielo puede verse azul, pero también violáceo, rojo o de colores anaranjados. De una paleta cromática tan variada que ha llevado a los científicos a preguntarse si realmente es del color que las personas creen contemplarlo. La respuesta a esta cuestión se encuentra en la dispersión de Rayleigh, conocida así en honor a lord Rayleigh, que fue el primero en explicarla en 1871.
Y es que, la luz del Sol se ve blanca, pero en realidad está compuesta de todos los colores del arcoíris. Como la energía de las ondas oceánicas, la luz también viaja en ondas, que pueden ser breves o de larga duración.
Precisamente, la luz del Sol llega a la atmósfera terrestre y se dispersa en todas direcciones por las pequeñas moléculas con las que se encuentra. Es la luz azul la que se dispersa más que otros colores porque está compuesta de ondas cortas y más pequeñas, responsables de que el cielo se vea azul la mayoría del tiempo.
A medida que el Sol baja, su luz pasa por más atmosfera, de modo que más luz azul es dispersada. Eso hace que la luz roja o amarilla pase directamente a ojos humanos.
Por tanto, la dependencia de la dispersión con la longitud de onda supone que en la atmósfera la luz azul se dispersa mucho más que la luz roja. Por este motivo se ve el cielo azulado en todas direcciones y solo se ve enrojecido cuando el Sol se encuentra próximo al horizonte. Ello es debido a que la luz atraviesa mucho más espesor de atmósfera y los rayos que llegan están muy empobrecidos en fotones azules, previamente dispersados.