¿Por qué hace más frío en el Polo Sur que en el Polo Norte?
La causa es puramente científica y no tiene nada que ver con el calentamiento global
Madrid - Publicado el - Actualizado
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El calentamiento global se está convirtiendo en la emergencia humana primordial a atajar de este siglo. La necesidad de una reacción inmediata se hace innegociable si queremos que las generaciones futuras puedan seguir viviendo en este planeta. Las temperaturas suben, los hielos que mantenían la estabilidad climática se derriten y miles de especies se ven obligadas a migraciones inusuales porque la subsistencia en ciertos lugares del planeta se ha vuelto imposible.
El frío ha sido un aliado de nuestro planeta. Siempre que la temperatura se ha mantenido “fría” (dentro de los parámetros normales de la Tierra) la vida ha sido prospera. La regulación climática es la clave. Que los lugares fríos del norte sean los que equilibren zonas más calientes del sur. Y, por supuesto, hay dos zonas del planeta que son las principales fuentes de equilibrio: el Polo Norte y el Polo Sur. Esas dos zonas geográficas aportan las temperaturas heladas que la Tierra necesita para regularse. Y, aún así, la acción humana está alterando esta ley de la naturaleza.
Entonces, como venimos afirmando, si lo lógico es que en la zonas norteñas del planeta se registren las temperaturas más bajas, ¿por qué en el Polo Sur hace más frío que en el Polo Norte? La causa es puramente científica y no tiene nada que ver con el calentamiento global. Es más, se trata de algo muy curioso. Y se basa esencialmente en que el Polo Sur es un continente congelado, mientras que el Polo Norte es en su mayor parte un mar de hielo.
Esta diferencia se vuelve crucial en su relación con el Sol. Por un lado, el agua absorbe aproximadamente un 95% de la radiación solar. El otro 5% es capaz de reflejarla, devolviendo ese calor. Por su parte, la tierra continental solo absorbe el 75% de la radiación solar. Reflejando y expulsando el 25% del calor restante.
Esta diferencia de 20 puntos porcentuales en la capacidad de absorción de las radiaciones emitidas por el Sol es crucial. Ese porcentaje, ese dato, se traduce en que el Polo Norte absorbe más calor que el Sur, lo que hace que su temperatura sea algo más elevada.
De hecho, la menor temperatura registrada en el Polo Norte fue de -70 grados centígrados. Por el contrario, en la Antártida, el récord está en la nada desdeñable cifra de -89 grados centígrados.