¿Por qué nos da sueño después de comer?
Nadie se resiste a una buena siesta después de la comida si se dan las circunstancias más propicias
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Es una ecuación que no falla. Comemos, nos sentamos en el sofá del salón, con o sin televisión encendida, y las consecuencias son letales. Quedarse frito en cuestión de minutos. Lo que conocemos como la siesta, una costumbre muy arraigada a nuestras costumbres. Da igual la época del año en la que nos encontremos. Siempre hay una buena excusa. En verano es el calor y las eternas horas de luz la que propicia el sueño. En invierno es como consecuencia del brasero calentito que nos deja grogui. El efecto es el mismo.
Pero... ¿te has preguntado alguna vez por qué nos entra el sueño justo después de la comida del mediodía?
La creencia popular es porque el flujo de sangre que llega al cerebro disminuye, ya que es el estómago el órgano que acapara el mayor trabajo corporal tras ingerir los alimentos para realizar una adecuada digestión. Pero no es así. En el año 2011, el investigador Denis Burdakov y su equipo de la Universidad de Manchester realizaron un estudio que demostró que había otras causas que explicaban el sueño causado tras la comida.
La más importante es la glucosa ingerida. Cuando comemos, los niveles de glucosa aumentan y esta provoca que disminuyan las orexinas, unas hormonas que se crean en el hipotálamo y son las encargadas de mantenernos alerta. Según el estudio de Denis Burdakov, una ligera modificación en los niveles de glucosa ya tiene efectos en nuestro cuerpo y provoca que nos entre sueño.
La somnolencia también se debe a que el cuerpo activa un mecanismo de descanso y digestión, que se agrava si consumimos una elevada cantidad de carbohidratos, que aumentan los niveles de melatonina en el cerebro, provocando el sueño. Pero ojo, porque también se puede producir el efecto contrario, y sufrir insomnio en caso de sentir hambre.
En cualquier caso, todos los expertos coinciden a la hora de afirmar que, independientemente de la cantidad de glucosa o carbohidratos que consumamos durante la comida, sus efectos serán menos agudos en caso de haber descansado bien durante la noche, lo que permitirá un mayor rendimiento durante la jornada.