¿Por qué tenemos hipo?

Ocurre de manera imprevista, sin esperarlo, y muchas veces en el peor de los momentos. El hipo se ha convertido en numerosas ocasiones en una pesadilla para quien lo sufre. Y las formas de evitar que se calme son variadas pero no tan eficaces como desearíamos.

Pero, ¿por qué se produce el hipo? ¿A qué se debe esta reacción de nuestro cuerpo? La explicación es más sencilla de lo que parece. El hipo es un movimiento involuntario del diafragma, el músculo que empleamos para respirar. Éste se contrae de forma súbita en medio de una respiración normal. Esto produce un espamos seguidos de un cierre de las cuerdas vocales, que dan lugar a ese sonido tan particular como avergonzante.

El culpable del hipo es el nervio frénico, que es quien controla la contracción y relajación del diafragma. Si el nervio frénico envía impulsos anómalos, el diafragma se contrae y obliga al cierre brusco de la glotis. La mayor parte de las veces, el hipo dura solo unos minutos. Sin embargo, en ocasiones persiste durante días o semanas.

¿Cuáles son las acciones que pueden llevarnos a tener de forma repentina hipo? La medicina no se pone de acuerdo. Algunos señalan que es una consecuencia de comer demasiado rápido, otros al consumo de bebidas carbónicas e incluso al abuso de alcohol y ansiedad.  Estar nervioso o ener irritado el estómago o la garganta también pueden influir. 

¿PUEDEN TENER HIPO LOS BEBÉS O INCLUSO UN FETO?

Tener hipo es una molestia más habitual de lo que pensamos. Incluso, muy prematura. Los ultrasonidos han demostrado que el feto puede tener hipo a partir de las 8 semanas del comienzo de la gestación, antes incluso de que aparezcan los movimientos respiratorios. También es muy común entre los recién nacidos y niños de menos de un año. En el caso de los bebés se relaciona mayoritariamente con el hecho de comer o beber demasiado rápido, lo cual provoca la dilatación del estómago y la estimulación del nervio frénico.  Los animales mamíferos, como ratas, conejos domésticos y gatos, y algunos réptiles también pueden sufrir este hipo. 

Generalmente, el hipo suele irse a los minutos o en algunas horas. En algunos excepcionales casos su duración puede ser mucho mayor. El récord del ataque de hipo más largo conocido corresponde a Charles Osborne (1894-1991), que presentó hipo de forma continua durante 68 años, entre 1922 y 1990. El hipo de Osborne comenzó en 1922, mientras pesaba un cerdo para sacrificarlo, y sólo se detuvo con su muerte, a los 97 años. 

ASÍ SE PUEDE DETENER EL HIPO

Al igual que no hay una causa clara para el hipo tampoco hay un remedio para eliminarlo. La Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia (SEMG) da la siguientes recomendaciones: 

- Estornudar o toser.

- Dar un golpe en la espalda.

- Respirar dentro de una bolsa de papel.

- Flexionar las rodillas sobre el tórax.

- Estar en apnea el máximo tiempo posible.

En el caso de que haya que acudir al médico, el especialista puede realizar un masaje del seno carotideo en el cuello o un lavado gástrico.