SALUD INVESTIGACIÓN
Desarrollan material cerámico para construir implantes que regeneren huesos
Un equipo de investigación de la Universidad de Sevilla ha diseñado un material cerámico para construir prótesis que regeneren huesos que es resistente al calor, a la corrosión y se adecúa mejor a las propiedades físicas del hueso que el titanio y el acero inoxidable.
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Un equipo de investigación de la Universidad de Sevilla ha diseñado un material cerámico para construir prótesis que regeneren huesos que es resistente al calor, a la corrosión y se adecúa mejor a las propiedades físicas del hueso que el titanio y el acero inoxidable.
Los expertos proponen como novedad un método de fabricación con carbono en forma de micropartículas de grafito, obteniéndose de ambos materiales una estructura cristalina extremadamente dura: alúmina porosa, ha informado la Fundación Descubre en un comunicado.
Con este material, podrían elaborarse implantes permanentes que faciliten la formación de nuevo tejido óseo; por lo que se presenta como un tratamiento alternativo de roturas y fisuras de huesos.
La alúmina es un material muy resistente y capaz de estimular la generación del nuevo tejido y establecer enlaces químicos con él; por ello se emplea habitualmente para desarrollar prótesis para las articulaciones e implantes dentales, entre otros usos.
Sin embargo, esta estructura cerámica cada vez se utiliza menos con finalidad clínica debido al surgimiento de otros materiales comerciales muy duraderos y con alta resistencia a los procesos químicos y al óxido como el titanio macizo o el acero inoxidable.
No obstante, estos sustitutos poseen una superficie menos porosa y difícil de penetrar, de ahí que en ocasiones presentan problemas para que el organismo los acepte y se produzcan cicatrices en la masa ósea o el rechazo al material.
Ahora, los expertos se han centrado en un método de fabricación que combina alúmina con carbono. Con esta mezcla se obtiene un material extremadamente duro, poroso, resistente a la corrosión, al desgaste y no biodegradable, por lo que podría durar más tiempo en el organismo que las prótesis habituales.
Además, tras un tratamiento químico se transforma en un material bioactivo, esto es, que interactúa con las células del organismo.
Así, sus cualidades físicas permiten que los tejidos lo colonicen, integrándolo en el hueso. De este modo, disminuye la probabilidad de que el cuerpo lo rechace.
"Actualmente, hay muy pocos materiales para elaborar este tipo de dispositivos médicos que posean, por un lado, bioactividad y, por otro lado, la estructura porosa y las propiedades mecánicas adecuadas para que los tejidos penetren en ella. En contraste, el que proponemos sí cumple con estas cualidades", ha explicado González.