ARQUEOLOGÍA NEOLÍTICO
Las poblaciones neolíticas que llegaron a la península apenas comían pescado
Las poblaciones neolíticas que llegaron a la península por mar y vivían cerca de él se dedicaban a una economía principalmente agrícola y ganadera, con una alimentación basada en cereales y especies domesticadas de animales, y sin presencia de pescado, según un estudio del investigador Domingo Carlos Salazar, de la Universidad de Valencia.
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Las poblaciones neolíticas que llegaron a la península por mar y vivían cerca de él se dedicaban a una economía principalmente agrícola y ganadera, con una alimentación basada en cereales y especies domesticadas de animales, y sin presencia de pescado, según un estudio del investigador Domingo Carlos Salazar, de la Universidad de Valencia.
A pesar de que el yacimiento neolítico analizado, la Cova Bonica de Vallirana, cerca del delta del río Llobregat, Barcelona, está situado bastante cerca de la línea de costa, no hay evidencia isotópica alguna del consumo de recursos procedentes del mar, afirma el arqueólogo biomolecular, integrante del Departamento de Prehistoria, Arqueología e Historia Antigua de la UV.
Así lo ha revelado un estudio realizado mediante isótopos estables del carbono y nitrógeno, un tipo de señal que queda reflejada en los huesos y dientes de animales y humanos, y que sirve para reconstruir la dieta. Es la primera vez que en la península ibérica se hace un estudio de estas características, en las que se ha combinado esta técnica de análisis junto con el estudio de microrrestos alimenticios atrapados en el cálculo (sarro) de los dientes en poblaciones del neolítico antiguo, hace 7.400 años.
Es uno de los pocos yacimientos con restos humanos de ese momento histórico y que permite conocer cómo eran, como vivían y qué comían estas primeras poblaciones que trajeron por primera vez a la península ibérica una economía basada en la agricultura y la ganadería.
El yacimiento, excavado por Montserrat Sanz y Joan Daura, que también han participado en el estudio, se encuentra próximo a la costa y al Delta del Llobregat, que en aquel entonces estaría más lejano al mar que en la actualidad y además ha proporcionado restos arqueológicos sobre la movilidad de los grupos humanos del neolítico hacia la costa y hacia la actual ciudad de Barcelona.
Entre los restos humanos no hay señal de consumo de recursos marinos, lo que indica que estas primeras poblaciones que llegaron a la península por vía marítima, lo hicieron con una economía cerealística y ganadera. "Es posible que estas poblaciones llegaran ya con su pack neolítico y no necesitaran introducir nuevos elementos alimentarios en él, o que, por motivos desconocidos (tal vez por creencias o normas establecidas) consideraran los recursos marinos como elemento alimentario tabú", explica el investigador valenciano.
Por el contrario, si bien sí que hay evidencia del consumo de cereales como el trigo en los cálculos dentales, su evidencia es menor de lo esperado. Los restos arqueobotánicos son más escasos que en otros yacimientos neolíticos clave del sudeste de Europa de los que sí hay más datos, a pesar de lo cual se piensa que tendrían una economía común basada en cereales, según el investigador Robert C. Power, de University College Dublin, que ha participado en el estudio junto a la Universitat de Barcelona y la de Valencia.
Cova Bonica es un archivo arqueológico donde se conservan restos arqueológicos de los últimos 7.400 años y mediante el presente estudio se evidencia uno de los cambios económicos y culturales más importantes de la historia de la humanidad, el paso de la economía cazadora-recolectora a la economía productora de base agrícola y ganadera, añaden Montserrat Sanz y Joan Daura, del Grup de Recerca del Quaternari de la Universitat de Barcelona.