El novedoso método que usarás para hacer tus compras y que los bancos introducirán pronto: ni smartphone ni tarjeta de crédito
Se espera que entre 2026 y 2027 cambie la forma en la que hacemos los pagos: es muchísimo más seguro y nos puede dar mucha seguridad para evitar una estafa

Los datáfonos actuales podrían tener los días contados
Madrid - Publicado el - Actualizado
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Hasta hace poco, sacar la tarjeta del bolsillo o acercar el móvil al datáfono eran gestos modernos que revolucionaban la forma de pagar. Luego llegó el reloj inteligente y con él, una comodidad aún mayor. Pero todo eso está a punto de quedar atrás.
La tecnología de pagos avanza tan rápido que los métodos actuales ya parecen cosa del pasado. En un futuro muy cercano, los bancos comenzarán a implantar un sistema que suena a ciencia ficción pero que ya es una realidad en pruebas piloto: pagar con tu cuerpo, literalmente. Sin tarjetas, sin teléfonos. Solo tú.

Se podría pagar con la huella dactilar o con la mirada
ASÍ SERÍA EL PAGO POR RECONOCIMIENTO BIOMÉTRICO
El método se llama reconocimiento biométrico y consiste en usar elementos únicos de cada persona —como la huella dactilar, el rostro o incluso el iris— para autorizar pagos. Sin necesidad de sacar nada del bolsillo. Solo con una mirada o un toque con el dedo.
Este sistema ya se prueba en algunos comercios de Asia, Estados Unidos y Europa, y se espera que en los próximos años llegue de forma generalizada a los supermercados, farmacias y tiendas de España. Varias entidades bancarias ya están trabajando en su implementación.

No haría falta ni sacar la tarjeta de la cartera
El proceso es sencillo y sorprendentemente rápido:
- El usuario registra su huella, rostro o iris en su banco o app de confianza.
- Al llegar a la caja del comercio, una cámara o lector biométrico verifica su identidad.
- En segundos, se autoriza el pago sin necesidad de introducir PINs, ni firmar nada, ni sacar dispositivo alguno.
Lo mejor es que no requiere conexión a internet en todo momento, lo que lo convierte en una opción especialmente útil en zonas con cobertura limitada. Además, al pedir que el usuario haga ciertos gestos, no serviría para estafas.
la seguridad, el mayor punto a favor: no se puede perder ni robar
Una de las principales ventajas de este sistema es la seguridad. A diferencia de las contraseñas o las tarjetas, los rasgos biométricos no se pueden perder, robar ni falsificar fácilmente. Esto reduce notablemente el riesgo de fraude y suplantación de identidad. Además, evita situaciones incómodas como olvidar la cartera en casa o quedarse sin batería en el móvil. Pagas tú, sin más.
Según un reciente estudio de Visa, el 47% de los españoles considera los pagos biométricos más seguros que los métodos tradicionales. Y un 36% afirma que estaría dispuesto a adoptarlos en los próximos cinco años. Este interés no solo está impulsado por la seguridad, sino también por la rapidez. Hoy en día, el tiempo y la facilidad de uso son claves a la hora de elegir cómo pagar.

El 47% de los españoles ve los pagos biométricos como más seguros que los tradicionales
Aunque el efectivo aún tiene su espacio, los datos muestran una clara tendencia: cada vez se usa menos. Solo en el primer semestre de 2024, el número de transacciones sin efectivo en España crece un 11,4%, superando los 6,1 billones de euros. Y los pagos sin contacto con tarjeta o móvil ya suman más de 8.600 millones de operaciones.
Si bien es cierto que no hay una fecha oficial, los bancos ya están trabajando activamente en su implementación, y algunas pruebas podrían comenzar en 2026. Grandes superficies, cadenas de supermercados y comercios de proximidad serán los primeros escenarios en probar esta tecnología.
El reconocimiento biométrico llega para quedarse, y no solo como una novedad tecnológica, sino como una verdadera revolución en nuestra forma de pagar. Así que, si todavía te sorprende ver a alguien pagando con el reloj, prepárate… porque dentro de poco, lo más natural será pagar con la cara. Literalmente.