REDES SOCIALES

El odio en redes sociales puede cegar la certeza científica, según estudio

El odio en las redes sociales puede cegar hasta las propias certezas científicas, según una investigación que ha estudiado, durante cuanto años, la influencia conjunta de los factores personales sobre la frecuencia y tipo de contenidos mediáticos que se comparten en las redes sociales.

Agencia EFE

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El odio en las redes sociales puede cegar hasta las propias certezas científicas, según una investigación que ha estudiado, durante cuanto años, la influencia conjunta de los factores personales sobre la frecuencia y tipo de contenidos mediáticos que se comparten en las redes sociales.

El proyecto también pone de manifiesto que las emociones que más influyen a la hora de compartir una noticia en las redes sociales son el miedo y la rabia y que el conocimiento previo no modera su influencia, ha detallado este martes, en una nota, la Universidad Internacional de La Rioja (UNIR).

Esta investigación, en la que han participado UNIR y las Universidades Complutense de Madrid y de Oslo y en la que se han empleado el Big Data y técnicas de minería de datos, evidencia que la relevancia que se concede a una información es más importante que su credibilidad.

En el proyecto "NewsSharing: Consumo de noticias en medios sociales. Análisis de factores en la selección y difusión de contenidos mediáticos" se ha constatado que los usuarios aceden, principalmente, a la información sin buscarla de una manera activa, es decir, que las noticias se encuentran navegando en internet, en las redes sociales o a través de los enlaces que facilitan los contactos.

"El miedo y la rabia son las emociones más relevantes a la hora de compartir noticias en redes sociales y las emociones negativas influyen más que las positivas", lo que ya se había observado en estudios sobre comunicación política y ahora se ha ratificado en otros ámbitos, como el cambio climático, ha indicado el investigador principal del proyecto, Jesús Díaz-Campo.

Díaz-Campo, también adjunto al vicerrector de Investigación de UNIR, ha destacado que la relevancia que se da a noticia es más importante que la credibilidad cuando se decide compartir un contenido.

"Este hallazgo es muy significativo si tenemos en cuenta la cantidad de información de mala o baja calidad que circula por las redes sociales, ya que aumentaría la dependencia informativa de fuentes poco fiables", ha añadido.

Para él, "ni las actitudes ni el conocimiento previos moderan la influencia de las emociones", mientras que "la preocupación previa sí influye", por lo que, "cuanto más preocupados estamos por obtener información y más información recibimos de forma efectiva, menos nos afecta la emoción que nos pueda provocar la noticia", pero "el conocimiento previo no provoca ese efecto".

La estructura y la composición de las comunidades online y de las redes sociales condiciona el comportamiento de los usuarios, de forma que se comparten unos contenidos u otros según se trate de una comunidad pública, como Facebook y Twitter; o una privada o semiprivada, como WhatsApp y Telegram.

Ha explicado que cuando el usuario considera que puede mantenerse informado sin seguir de manera activa los medios de comunicación tradicionales, confiando en las redes sociales y en los contactos personales, más propenso es a buscar información por estas vías, pero no tanto a compartirla.

"Quizás, porque, en el fondo, desconfiamos de la fuente o tememos causar mala impresión a esos contactos", según Díaz-Campo.

Del estudio se deduce también la poca consideración de los usuarios a la exactitud, la precisión o la calidad de la información a la hora de compartir contenidos, lo que contribuye a la distribución de informaciones falsas o bulos a través de las redes sociales.

Se aprecia una tendencia a difundir las noticias más complejas a través de servicios de mensajería; mientras en las redes abiertas se comparte información más superficial.

La intencionalidad condiciona el tipo de red que se elige, por lo que si el propósito es convencer o persuadir con algún contenido, los usuarios suelen recurrir a las redes sociales abiertas, como Facebook y Twitter, donde se comparten noticias "duras", como las de política, sucesos y medio ambiente, entre otras.

Sin embargo, en los servicios de mensajería, en tanto que lo que se busca es estrechar lazos con contactos ya existentes, se comparten sobre todo noticias "blandas", como, por ejemplo, de entretenimiento, estilo de vida y deportes.

Las reacciones más comunes a las noticias que se comparten, según esta estudio, son los "me gusta", que es especialmente frecuente en artículos deportivos.

Los artículos más compartidos muestran una presencia significativa de rasgos sensacionalistas y las noticias más comentadas son las relativas al gobierno y a los partidos políticos.

La investigación ha constatado que las prácticas y técnicas sensacionalistas están más presentes en los medios nativos digitales y, entre ellas, destacan el uso del texto apelativo y el empleo del "clickbait". EFE.

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