¿Por qué Bluetooth sigue sin ser fiable 20 años después?

A pesar de su omnipresencia, la tecnología todavía es propensa a problemas que provocan dolor de cabeza, ya sea la dificultad de configurar un nuevo dispositivo para conectarse

¿Por qué Bluetooth sigue sin ser fiable 20 años después?

Redacción digital

Madrid - Publicado el - Actualizado

4 min lectura

En las dos décadas transcurridas desde que se incluyó por primera vez en los productos disponibles para el público en general, Bluetooth se ha generalizado tanto que una generación entera de consumidores tal vez no pueda recordar un momento sin él.

Según un estudio realizado por ABI Research (empresa especializada en tecnología) estima que este año se enviarán a los consumidores 5.000 millones de dispositivos habilitados para Bluetooth, y se espera que esa cifra aumente a 7.000 millones para 2026. Bluetooth ahora está en todo, desde teléfonos inteligentes hasta refrigeradores y bombillas, lo que permite que una cantidad cada vez mayor de productos se conecten entre sí sin problemas, a veces.

A pesar de su omnipresencia, la tecnología todavía es propensa a problemas que provocan dolor de cabeza, ya sea la dificultad de configurar un nuevo dispositivo para conectarse, cambiar los auriculares entre dispositivos o simplemente estar demasiado lejos del alcance para conectarse.

La historia de Bluetooth

Es una tecnología que lleva mucho tiempo entre nosotros. En los últimos años, este método de transmisión de comunicaciones de forma inalámbrica entre dispositivos, sin hacer uso de cables, se ha metido en el bolsillo de los ciudadanos gracias a los teléfonos móviles inteligentes, aunque se puede encontrar en multitud de aparatos electrónicos como ordenadores, cámaras fotográficas, periféricos (ratones, teclados, auriculares).

Este protocolo de comunicaciones, que ha mejorado la velocidad de transmisión en últimas generaciones, ha permitido controlar aparatos. La comunicación entre ambos dispositivos (por ejemplo un altavoz inalámbrico controlado por un smartphone) se realiza por radiofrecuencia, de forma que ambos dispositivos no están obligados a estar alineados entre sí para poder comunicarse.

Y sí, esta tecnología no es nueva, aunque lo pueda parecer. Se desarrolló allá por el año 1994. Los holandeses Jaap Haartsen y Mattisson Sven desarrollaron en la empresa Ericsson un sistema para reemplazar el tradicional y a veces engorroso cable. el resultado fue una tecnología de saltos de frecuencia de amplio espectro que, entre otras de las ventajas, es retrocompatible. El alcance suele de ser de diez metros, aunque gracias a distintos repetidores se puede controlar un dispositivo a cien metros.

El nombre de este método de transmisión proviene del rey danés Harald Blatand, que fue el monarca que consiguió unir antes del año mil a diferentes regiones como las danesas, noruegas y suecas bajo el cristianismo. Ericsson le puso su nombre en homenaje.

Tras muchos años de existencia, el Bluetooth comienza a plantear dudas por la corta distancia en la que es capaz de operar. Sin embargo, no hay de momento ninguna alternativa. ¿Tiene futuro? Robustez, bajo costo y, sobre todo, bajo consumo (tan importante esto para los smartphones que no suelen superar una jornada completa) han permitido convertirse en un estándar universal para el intercambio de datos en una amplia gama de dispositivos fijos y móviles. La velocidad de transmisión, claro está, depende de la versión utilizada, lo que puede provocar pequeñas desconexiones espontáneas.

Las especificaciones de Bluetooth se ampliaron y están autorizadas por Bluetooth Special Interest Group (SIG), y continúan siendo desarrollado por los socios de la industria que conforman la alianza. Más de 1.800 marcas utilizan este sistema. Sin embargo, las marcas se han volcado de lleno en esta tecnología, que ya comienza a estar presente en productos más novedosos y actuales como televisores, el rey de los electrodomésticos.

Su uso ha venido en aumento. El rápido crecimiento en el uso de las tecnologías móviles, junto la versión actualizada del sistema, la lista de sus aplicaciones está creciendo de manera explosiva. Servicios y herramientas para la salud o la agricultura, aplicaciones para negocios y puro entretenimiento están jugando tranquilamente un papel cada vez más central en muchas de nuestras vidas, y la base es la tecnología Bluetooth.

Frente a su importante popularización, surgen nuevas propuestas y alternativas como Virtus, un sistema creado por ingenieros en la universidad de Nanyang (China) que aseguran que es mil veces más rápido que el Bluetooth. Y es que la transferencia de datos vía Bluetooth ha ido escalando según las actualizaciones, llegando en la última a posicionarse su límite teórico en 720KB/S.

La tecnología se diferenció de Wi-Fi por ser inherentemente de corto alcance. Todavía hoy en día, las opciones de Bluetooth a las que muchos consumidores están acostumbrados en sus teléfonos y dispositivos portátiles funcionan con menor potencia y solo se pueden conectar a distancias limitadas.

Las señales de Bluetooth viajan a través de ondas de radio sin licencia, que están efectivamente abiertas al público para que cualquiera las use, a diferencia de las ondas de radio privatizadas que están controladas por compañías.

Bluetooth debe compartir y competir con una gran cantidad de otros productos que utilizan bandas de espectro sin licencia, como monitores para bebés, controles remotos de TV y más. Esto puede generar interferencias que pueden interrumpir la efectividad de su Bluetooth.

Varias agencias gubernamentales de EE.UU. han advertido a los consumidores que el uso de Bluetooth corre el riesgo de dejar sus dispositivos más vulnerables a los riesgos de ciberseguridad. La Comisión Federal de Comunicaciones advirtió que, al igual que con las conexiones Wi-Fi, "Bluetooth puede poner en riesgo sus datos personales si no tienes cuidado".