¡Aquellos maravillosos veranos televisivos!
El baile de Carlton, las locuras de Steve Urkel o el mítico Onda Vital de Goku permanecen en la retina de la generación de los noventa
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Cuántas veces habremos oído la frase “Cualquier tiempo pasado fue mejor” en boca de nuestros padres, abuelos o incluso entre la generación nacida a finales de los ochenta, a la que pertenezco. Si nos paramos a pensarlo, estamos de acuerdo que hoy en día vivimos mejor que hace dos o tres décadas, pero no negarás que, si pudieras rescatar algo del pasado para trasladarlo al presente, una de ellas sería la programación televisiva en los meses de verano.
Si estás entre los treinta y los cuarenta, será muy familiar para ti levantarte a media mañana y acompañar el tazón de cereales o la tostada de mantequilla con la dosis diaria de ‘Oliver y Benji’, ‘Dragon Ball’ o las aventuras de ‘Punky Brewster’, que nos transportaban a un mundo donde todo era posible. Pasaba un verano, y otro, te plantabas en la adolescencia… y la oferta era prácticamente idéntica, pero no tenías la sensación de hartazgo que te puede llegar a producir ciertos programas de la actualidad con tan solo haberlo visualizado un par de veces. Prefiero no hacer sangre sobre la oferta de la parrilla actual. Mejor evitar herir sensibilidades e introducirme en el túnel del tiempo y recordar aquellos maravillosos veranos televisivos.
Punky Brewster
Las historias de la pequeña Punky y su fiel perro Brandon encandilaron a los niños de la década de los ochenta y de los noventa. Tanto es así que la productora de la serie americana ha anunciado que reproducirán una secuela con su protagonista principal, Soleil Moon Frye.
La serie narraba la vida de una chica de unos ocho años con coletas, pecas y calcetines de diferentes colores, y que tras ser abandonada por sus progenitores, acabó siendo adoptada por Henry, un gruñón de avanzada edad, pero que se amaban mutuamente.
El amor que se procesaban fue más allá de las pantallas.
: "El universo acaba de ganarse una estrella gigante. Estarás en mi corazón y en mi alma por siempre jamás. Tu pequeña Punky. Descanse en paz, George Gaynes".
El Príncipe de Bel Hair
Por los siglos de los siglos de la historia de la televisión quedarán las coreografías de Carlton, uno de los protagonistas de esta serie de comienzos de los noventa: movimiento simultáneo de brazos, piernas y cadera caracterizaban el baile al son de It’s not unusual de Tom Jones. Todos soñamos con bailar así en la pista de baile. Algunos no hemos perdido la esperanza.
Aquella serie nos permitió conocer también a un jovencísimo Will Smith, que asumía el papel de protagonista. Un chico de Filadelfia que tras tener un altercado con una peligrosa pandilla de su barrio, su madre, temiendo por su seguridad, le mandó contra los deseos del joven a vivir con sus tíos ricos al barrio de Bel-Air en Los Ángeles.
Sus doce años en antena sirvió de trampolín para que algunos de sus protagonistas llegaran a lo más alto de la fama y al éxito. Permitió consagrar como uno de los grandes actores de series televisivas a David Hasselhoff, que años antes había alcanzado la fama mundial con su papel de Michael Knight en ‘El Coche fantástico’
Y qué me dicen de Pamela Anderson, que fue el amor platónico de millones de chicos a comienzos de los noventa con su papel de C.J. Parker como salvavidas en la playa. ¡Cuántos chicos habrán pensado en simular un ahogo con tal de caer en sus manos! Más allá de sus actores y de las tramas, un tanto repetitivas, lo mejor sin duda era su banda sonora.
El Equipo A
¿Qué cuadrilla adolescente de hace treinta años no ha sido calificado alguna vez como el Equipo A? George Peppard, Dirk Benedict, Dwight Schultz y Mr.T hicieron vibrar a los jóvenes del momento. Por cierto, todos querían ser Mr. T (el negro con cresta), que pese a su fortaleza y carisma tuvo una vida dura en la realidad, ya que le diagnosticaron un cáncer en 1995, al que logró vencer años más tarde.
Antes de todo ello, entre 1983 y 1987, conocimos las peripecias de estos cuatro militares estadounidenses que formaban un comando, y que fueron encarcelados por un delito que no habían cometido. No tardaron en fugarse de la prisión en la que se encontraban recluidos. Durante los años ochenta, todavía buscados por el gobierno,sobreviven como soldados de fortuna.
Cosas de Casa
Si en la música Michael Jackson es el Rey del Pop, el rey de la comedia en los noventa tenía nombre y apellido: Jaleel White. Y si el nombre no te dice nada, seguramente te suene algo más Steve Urkel.
Tuvo el don de, sin ser el verdadero protagonista de la serie, reunir sobre él todos los focos de la serie. Era el prototipo perfecto de lo que hoy conocemos como un personaje: gafas de culo de vaso, ropa antigua y ridícula, calcetines blancos hasta las rodillas, repelente… pero lo que le hacía una persona irritante era su patosería. Los guionistas habían previsto su aparición en tan solo un episodio. Pero gustó tanto… en fin, pinchen y recuerden.
La lista es larga. Fuera de este repaso se quedan otras series que no desmerecen a las anteriores citadas, que también marcaron época como ‘La Tribu de los Brady’, ‘Xena, la princesa guerrera’ o ‘Salvados por la campana’. En España, tradicionalmente las series de televisión son para el invierno, por lo que en verano siempre se ha optado más por los programas de entretenimiento y, en este ámbito, el ‘Grand Prix’ de Ramón García era dueño y señor.
No había verano sin la vaquilla, los troncos locos, la patata caliente… Durante casi quince años, multitud de pueblos españoles se enfrentaron a las distintas pruebas del programa acompañados de un famoso que hacía las veces de padrino y participante en algunas de las pruebas. El programa "del abuelo y el niño", tal y como decía la inolvidable sintonía. Tras su cancelación, en el año 2009, miles de sus fans se han movilizado en las redes sociales para demandar su regreso a la parrilla de TVE. ¿Volverá? ¿Volvería a tener éxito? De momento, pincha y sonríe.
Y si echamos de menos el 'Grand Prix', ¿qué me dices del ‘Club Megatrix’? Sin duda, fue el programa que hacían más llevaderas las mañanas veraniegas a los pequeños de la casa. Fueron muchos los presentadores que pasaron por el club. En los últimos años del programa destacó la participación de Natalia, la exconcursante de OT.
Y, aunque parezca mentira, las galas musicales no eran propiedad tan solo de la noche de fin de año. A finales de los noventa y a comienzos del nuevo siglo los veranos de TVE ofrecían programas como ‘Noche de fiesta’, donde teníamos oportunidad de ver actuar en una misma gala a artistas que vivieron su verano glorioso como ‘Sonia y Selena’, ‘Las Ketchup’ o el mítico Raúl y a los viejos rockeros que siempre están al pie del cañón, entre los que destacaban Raphael, Julio Iglesias o Georgie Dann con su ‘Barbacoa’.
Los dibujos que nos transportaban a otra dimesión
Benji Price detiene con la gorra el disparo de Mark Lenders. Tom Baker y Oliver Athon ya están preparados para iniciar el contraataque. El balón vuela a gran altura. La pareja de oro del fútbol japonés se inventa una jugada de ensueño (narrada en cinco capítulos consecutivos) para finalmente batir a Ed Warner.
Aquellas jugadas no desaparecerán de la retina de la generación de los setenta, ochenta y noventa. Y es que 'Oliver y Benji' nos hizo creer que también podríamos ser magos con el balón en los pies. Los partidillos con los colegas te devolvían a la realidad horas más tarde, hasta que el proceso se iniciaba al día siguiente cuando volvieras a sentarte delante de la televisión. Más de uno habrá perdido parte de la dignidad y de su pelvis tratando de hacer la catapulta infernal de los gemelos Derrick.
Algo parecido ocurría con 'Dragon Ball'. Si nunca hiciste el grito de guerra de Goku (Onda Vital) en los ochenta y los noventa, es porque directamente no tuviste infancia. Aquello costó a más de uno un sinfín de disgustos, como una agresión involutaria a tu hermano o hermana pequeña o un castigo paterno. Emocionarse es lo que tiene, que pierdes el control de ti mismo.
A ello se sumaban otro tipo de dibujos animados, quizá menos estimulantes, pero que sin duda marcaron varias generaciones, como 'Dartacan y los Tres Mosqueperros, 'Doraemon', e incluso los dibujos que se remontaban a la quinta de nuestros padres, como 'Los Picapiedra', 'Scooby Doo' o 'Dragones y Mazmorras'.
Y después de este repaso te vuelvo a hacer la pregunta fatal... ¿de verdad crees que hoy tenemos mejor oferta televisiva?