El equipo de 'Espejo Público' es agredido en pleno directo por unos okupas: "Era un continuo apaleamiento"

Este martes, Susanna Griso volvió a formar parte de la parrilla de Antena 3 al ponerse al frente de 'Espejo Púbico'. Tras hacer un repaso de la actualidad, haciendo hincapié en la situación política y en el aumento de contagios por coronavirus a raíz de la llegada de la variante ómicron, el programa de Antena 3 dedicó parte del espacio a la sonada ocupación ilegal que se está dando en Cistérniga, un pueblo de Valladolid.

Por este motivo, 'Espejo Público' envió a su equipo al lugar de los hechos para informar de primera mano de los okupas que se han hecho con la vivienda de una pareja de ancianos, Francisca y Santiago. No obstante, lo que comenzó como una cobertura informativa terminó como un complicado momento para los compañeros de Griso. Esto se debe a que los comunicadores enviados terminaron protagonizando un tenso episodio al ser agredidos por los okupas.

Como consecuencia, el equipo tuvo que cortar la conexión y dar por terminado el reportaje. Es por esto por lo que quisieron hablar de ello en pleno directo, mediante una conexión en directo con la presentadora. Junto al testimonio del reportero Miguel Ángel Silva, el espacio mostró unas imágenes que reflejaban todo lo sucedido.

Mientras la cámara seguía grabando frente a la casa, donde se encontraba el reportero informando, se podía ver como uno de los okupas salía de la vivienda con un palo en la mano con la intención de agredir al equipo hasta que se marcharan. A pesar de la actitud pacífica del programa, el okupa insistía e inició así una persecución entre ellos.

"Estoy con el susto en el cuerpo"

La cámara enfocaba al suelo, pero se podía escuchar a Silva pidiendo al hombre que soltase el palo y dejase a sus compañeros. Todo ello mientras intentaba esquivar los palazos. "Graba al loco este, Íñigo", le pedía el reportero al cámara. A su vez, todos ellos iban acercándose a su coche corriendo para refugiarse. No obstante, el okupa logró alcanzarles y abrió la otra puerta del vehículo para seguir golpeándoles.

Finalmente, los comunicadores lograron dejar al susodicho atrás al arrancar el coche. A pesar de ello, el reportero logró escapar de allí con los dedos heridos, lo que quiso mostrar a sus compañeros de plató. "Estoy bien, con un par de magulladuras, tanto yo como mis compañeros, porque era un continuo apaleamiento el que sufrimos", contaba Silva. "Me tengo que hacer alguna radiografía y estoy con el susto en el cuerpo", reconocía.

El periodista contó que el agresor le dio "en la espalda en varias ocasiones", ante lo que le protegió el grosor del abrigo. "Mi compañero entra en el coche y le empieza a pegar porrazos en las costillas", recordaba tras asegurar que todo había empezado como "uno de los días que más tranquilo estaba grabando okupas, de lo que muchas veces nos toca informar". Es por esto por lo que llamaron a su puerta "por si querían dar su versión", pero los okupas no respondieron.