Montserrat Sierra, la niña que trasladó su historia a 'Farmacia de guardia' tras ser diagnosticada con VIH
El caso de Montserrat Sierra se viralizó en los años 90 por ser una niña que fue rechazada en su colegio por contraer el sida
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'Farmacia de guardia' es una de las series más recordadas de la ficción española. Esto se debe a que, además de las tramas entre los personajes, 'La botica de Lourdes Cano' regaló a los espectadores reflexiones que, por aquella época, dieron mucho que hablar. Entre todas las lecciones sociales que aportó a la audiencia de los 90, destacó la de la pequeña que sufría sida. Tanto que se recuerda cada año con motivo del Día mundial de la lucha contra el sida.
En una escena grabada en 1992, años en los que el sida estaba en pleno auge en España, Lourdes Cano (Concha Cuetos) y Reyes Romero (África Gonzálbes) recibían la inesperada visita de dos mujeres que se negaban a llevar a sus hijas al colegio al tener como compañera de clase a una niña seropositiva. Ante la preocupación de sus clientas, la dueña de la farmacia se mostró totalmente en desacuerdo con las mujeres que especulaban falsas teorías sobre el contagio de la enfermedad.
"Se va a contagiar jugando", "Los niños son muy guarros y se pasan babas" o "¿Y si se hace sangre jugando?", se preguntaban las madres, muy preocupadas, difundiendo así una concepción errónea de la mencionada enfermedad. Ante esto, Cano decidió desmontar sus argumentos y abrirles los ojos ante tal desconocimiento: "La verdad, es que no se contagia así como así". "Yo no digo que la niña tenga culpa, pero que la lleven a algún sitio especial en el que no sea un peligro", se quejaba una de ellas.
"Tampoco es que sea ningún peligro. Puede convivir perfectamente con otros niños", confirmaba la protagonista. Sin embargo, de pronto, la pequeña con VIH llamada Montse aparecía en la farmacia. Con su entrada, el silencio acaparó todo el escenario, el que fue interrumpido por la curiosidad de una de las niñas que acompañaba a las mujeres: "Mamá, ¿A qué si le doy un beso a Montse me puedo morir?".
Muy molesta con lo que estaba sucediendo, Romero, con una sonrisa fingida por su enfado con las clientas, se acercó a la pequeña seropositiva: "De verdad, que tonterías dicen estos niños". De pronto, cogía a la niña y la sentaba sobre el mostrador para hacerla carantoñas y darle un beso como señal de que no pasaba nada por acercarse a Montse. Una escena que logró emocionar tanto las actrices presentes como a los espectadores.
La escena de África Gonzálbes con Montserrat Sierra
Sin embargo, lo más chocante de esta escena es que 'Farmacia de guardia' trataba una historia real y representaba lo que le había pasado a la niña días antes en su colegio. La actriz que interpreta a la niña es seropositiva de verdad y, semanas antes, tuvo que hacer frente a las acusaciones y malos gestos de sus compañeros. De esta manera, la serie logró trasladar un caso real a la pantalla para reivindicar lo que estaba pasando y aclarar el injusto trato que estaba recibiendo la pequeña.
"Lo recuerdo muy emocionante. Te dabas cuenta que a la gente le habías abierto una puerta de conocimiento, de tranquilidad o serenidad ante un problema bastante desconocido. Esa niña era seropositiva y vino al plató, yo la besé con todo mi amor y aquí estoy", contaba África Gonzálbes, 25 años después de la grabación de ese episodio, en 'La Sexta Columna'.
Fuera de la televisión, Montserrat Sierra tuvo que hacer frente a un momento muy complicado de su vida. La pequeña contrajo el sida al ser pinchada con la misma jeringuilla que utilizaba su madre para administrarse droga. Por este emotivo, la madre fue ingresada en prisión y la tutoría legal fue cedida a su tía.
Además de ser diagnosticada con VIH, su entorno no la ayudó a sobrellevar su enfermedad. La niña malagueña se vio yendo sola al colegio por el rechazo de todos los padres, dado que se negaban a llevar a sus hijos al mismo centro que una persona seropositiva. Fue un día en el que la pequeña vomitó en clase, lo que disparó los temores de los padres. Por si no era suficiente con este vacío, Montse era recibida con abucheos, mientras que su tía era presionada para que retirase su matrícula del colegio Pintor Denis Belgrano.
"Un grupo de madres protestan por su presencia en las aulas"
"Un grupo de madres protestan, desde hace días, por su presencia en las aulas. Y han abucheado a la pequeña cuando entraba por la puerta trasera del edificio", informaba 'Antena 3 Noticias'. A raíz de esto, la familia de Montse comenzó a visitar los platós de televisión para asegurar que era "inofensiva", pero no fue suficiente. Así lo comunicaron en 'Por la mañana' con Pepe Navarro.
Con tal solo cinco años, en 1990, Montse fue ingresada en el hospital materno-infantil de Málaga, donde le implantaron un catéter para facilitar la inyección de los medicamentos, ya que sus venas se encontraban muy afectadas por la intensidad y larga duración del tratamiento al que es sometida.
En 1992, dos años después de que esto sucediera y de que la pequeña recibiera el apoyo de una importante ficción de Antena 3, intentó volver a escolarizarse, pero seguía siendo rechazada. Por este motivo, tuvo que trasladar su educación a casa y recibió clases sola desde entonces.
Como consecuencia, dado el desconocimiento, los seropositivos pasaron a esconderse y a ocultar su enfermedad para evitar cualquier muestra de rechazo. Vivir de incógnito se convirtió en algo imprescindible para que sus vidas no se vieran alteradas por la reacción de su entorno. Incluso muchos niños potenciaron la ignorancia de sus padres al convertir el VIH en un insulto.
"Si no les caía bien un compañero, por moda lo tachaban de sidoso. Mi hijo estaba perfectamente sano; pero era tímido y tranquilo, le gustaba estar a lo suyo. Los niños corrieron el rumor en el barrio de que era un sidoso por eso. No sabían muy bien lo que significaba, supongo que era un reflejo de las barbaridades que escuchaban decir a los adultos a su alrededor", contaba la madre de un niño sano al que le señalaban de "sidoso" por ser tímido, en laSexta. "Se decía en el barrio que varios niños eran unos sidosos como equivalente a que eran unos marginados", agregaba.
Montserrat Sierra en la actualidad
Dado el revuelo causado contra la pequeña, su tía decidió denunciar el caso y la jueza ordenó escolarizar a la niña. No obstante, a pesar de las campañas para aclarar los riesgos reales del VIH, los padres volvieron a ponerse en contra y Montse tuvo que volver a cambiarse de centro. Según un medio de Málaga, esta vez, "fue bien acogida pero pronto impusieron restricciones a sus movimientos sin que existiera demanda de los padres". Finalmente, logró acabar sus estudios "gracias a la intervención del defensor del pueblo andaluz, Manuel Conde Pumpido", que obligó a proteger a la menor a través de un alegato contra la Delegación de Educación.
Asimismo, según el mencionado medio, Montse logró mantener una relación estable y tuvo una hija. La joven tuvo una hija sana y "ni su pareja fue contagiada", aseguraba el mencionado medio. Aunque parece haber logrado su final feliz, a pesar de las adversidades, Montse no quiere pronunciarse en los medios para dejar su dura infancia atrás y no perjudicar a su hija.