Qué es el Big Five y cómo afecta a España: "Sin la existencia del Big Five, Eurovisión no se podría sostener"

Este término surgió en 2010 con la idea de dar un privilegio a los países que más aportan económicamente a la Unión Europea de Radiodifusión

Qué es el 'Big Five' y cómo afecta a España

Lucía F. Gallardo

Publicado el - Actualizado

9 min lectura

Todos los eurofans conocen cada término y detalle del Festival de la Canción de Eurovisión. No obstante, otra gran parte de los espectadores lo ven cada año, pero solo prestan atención al evento cuando es emitido en televisión, siendo este año el 14 de mayo, sin conocer que es lo que sucede tras el escenario. Algo a tener en cuenta en cada fase clasificatoria es el 'Big Five', nombre que representa al grupo de los cinco países que más aportan económicamente a la Unión Europea de Radiodifusión, asociación de radiodifusoras públicas encargada de organizar el evento cada año desde 1956.

Este término surgió en 2010 con la idea de dar un privilegio a los países cuya aportación económica es necesaria para mantener cada año la emisión de Eurovisión. Los miembros de este grupo, además de contar con un pase directo a la final sin necesidad de pasar por las fases previas en las que compiten 26 territorios, tienen derecho a voto en cada prueba como apoyo al anfitrión del festival, es decir, el país ganador del año anterior.

Este grupo sirve como reconocimiento para estos países que dan una aportación económica anual al festival con el objetivo de mantener el programa de televisión más antiguo del mundo en la pequeña pantalla, además de ser el espacio que más audiencia genera internacionalmente al alcanzar entre 200 y 600 millones de espectadores en todas las televisiones del mundo.

No obstante, la idea surgió en 1996 por el chasco que se llevó la organización tras la derrota de Alemania en las semifinales. Este país era el que más dinero daba a la Unión Europea de Radiodifusión entonces, por lo que el quedarse a las puertas de la final provocó que no contasen con su ayuda y tuvieran que hacer frente a un gran agujero económico en la asociación.

Fue entonces cuando comenzaron a plantearse el Big Five al pensar en diferentes opciones para mantener a los grandes donantes y poder contar siempre con su aportación económica de cara al festival. Ante esto, la organización pensó en que la única manera de mantener esos ingresos sería a cambio de privilegios. Por este motivo, a estos países les conceden el poder pasar directamente a la final, sin tener que someterse a las votaciones previas ni clasificarse en las semifinales, además de dar valor de su voto en cada fase. Todo esto con la condición de que, aunque no participen, están obligados a retransmitir, al menos, una de ellas.

Entre el 2000 y 2010, comenzó siendo el 'Big Four', ya que Italia todavía no participaba en Eurovisión. Es por esto por lo que con la incorporación de Italia, esto se consolidó, al fin, como el Big Five y pasó a estar formado por Alemania, España, Francia, Italia y Reino Unido. Desde entonces, solo dos miembros se han hecho con el micrófono de cristal. Ese mismo año, fue Alemania quien ocupó el primer puesto con Lena y, en 2021, Italia con Måneskin.

Qué es el Big Five y cómo afecta a España

Críticas contra el Big Five

De igual manera, cuando el grupo todavía estaba formado por cuatro países, solo se coronó como ganador Reino Unido en tres ocasiones, con Brotherhood of Man (1976), Bucks Fizz (1981), Katrina & the Waves (1997), Francia en 1977 con Marie Myriam y Alemania con Nicole en 1982. Mientras que España no logró hacerse con ninguna victoria en esta etapa, siendo la última el mismo día que se inauguró el grupo privilegiado. En 1969, cuando el festival se celebró en Madrid por la victoria de Massiel del año anterior, ganaron tres países del Big Five al empatar Francia, España y Reino Unido junto a Holanda, siendo también la primera vez que el propio anfitrión ganaba con Salomé.

No obstante, esta decisión ha creado mucha controversia en los últimos años, incluso muchos de los 26 países que se presentan y que no han logrado llegar a la final se han quejado y han pedido que se amplíe el grupo de los que cuentan con su plaza fija en Eurovisión. De hecho, en 2013, Turquía se plantó y, en forma de protesta, decidió no participar en el certamen, alegando que el privilegio de estos cinco países no era justo.

Asimismo, en 2017, San Marino anunció su descontento por la poca ayuda a los pequeños países y los privilegios que ayudan a los más grandes a llegar a la final. "Los organizadores favorecen a los grandes y pasan por alto a países como San Marino", se lamentaba Carlos Romero, director general de la televisión pública de San Marino. Y, en 2016, el productor ejecutivo de Eurovisión propuso que Reino Unido debería renunciar a su plaza fija como país privilegiado con el objetivo de obtener resultados más satisfactorios y competir con mejores canciones al no estar sujeto a los privilegios como miembro del Big Five.

"En los últimos años, creo que uno de los grandes cambios que debería hacer la UER con respecto a Eurovisión es que se elimine por completo el Big Five", corrobora Laura Ortiz, periodista especializada en Eurovisión. Esto se debe a que, tal y como ha justificado, "la UER promueve la igualdad entre países, entonces, no hay mucha igualdad en la existencia del Big Five cuando tienes a cinco países que pasan directamente a la final porque son los que más aportan económicamente".

A pesar de ello, Ortiz cree que "sin la existencia del Big Five, Eurovisión no se podría sostener porque son los países que más aportan económicamente a la UER": "Si, ahora mismo, nos quitamos, no sé si Eslovenia y Letonia podrían hacer frente a que se sostenga el festival".

Qué es el Big Five y cómo afecta a España

"Hay países del Big Five nunca han aprovechado su privilegio"

Desde que esto se estableció, los cinco solo han logrado clasificarse entre los 10 primeros 19 veces, entre las 83 participaciones que se han llevado a cabo desde entonces. Italia en ocho ocasiones (2011, 2012, 2013, 2015, 2017, 2018, 2019, 2021), Alemania cuatro (2004, 2010, 2012, 2018), tres España (2004, 2012, 2014) y Francia (2009, 2016, 2021) y una vez Reino Unido (2009). De esta manera, en más de la mitad de sus participaciones, han acabado con un mal puesto en el ranking por debajo del número 20, incluso llegando a ocupar el último puesto.

En las últimas diez ediciones del Festival, uno de los países del Big Five ha quedado en última posición en seis ocasiones (2014, 2015, 2016, 2017, 2019 y 2021). Al igual que, desde la introducción de las semifinales, Reino Unido es el país que más veces ha ocupado el último lugar (5), seguido de Alemania (3), Francia y España (1 ocasión cada uno). Por este motivo, muchos eurofans se han planteado la posibilidad de que el Big Five perjudique a estos países a la hora de planear su espectáculo.

Respecto a esto, Ortiz considera que esta especulación es una verdad a medias: "Creo que hay países del Big Five que nunca han aprovechado el privilegio que supone no jugársela en una semifinal y pasar directamente a la final. Han ido a tiro hecho, en el sentido de que, como pasamos directamente a la final, no tienen ni que preocuparse. Se va con una canción y ya se tiene hecho". Esta opinión se ha fortalecido a tal nivel que, incluso algunos países del Big Five que han quedado mal, "lo han justificado con el hecho de que les tienen manía por pasar directamente a la final. Pero no". "Al final, todo se reduce a lo que es la canción y la puesta en escena. Prueba de ello es la victoria de Italia y que ha rozado el micrófono de cristal en varias ocasiones", aclara.

No obstante, la periodista especializada en Eurovisión cree que esto es algo que está cambiando con el paso de los años: "El año pasado, dos países del Big Five quedaron en primer y segunda posición, Italia y Francia, y los otros tres países quedaron muy mal. Pero la diferencia es la canción. Italia hace su propio festival de Sanremo, buscan su mejor canción y es con la que van a Eurovisión y el triunfo es gracias a lo que hacen en el escenario. Lo mismo pasa con Francia y, yo creo, que pronto se harán con la victoria porque ha habido un cambio de chip en la delegación. Por lo de que quedan en mala posición por culpa de ser del Big Five ya se ha quedado atrás y se están centrando en hacer una preselección de muy alta calidad para encontrar la mejor canción".

De hecho, este año 2022, la periodista señala que "el Big Five ha levantado la edición gracias a la calidad de sus canciones. Aunque sean los que más aportan económicamente, si tienen una buena canción tendrán una buena posición. Por lo que, en ese sentido, ser o no del Big Five no afecta".

Qué es el Big Five y cómo afecta a España

¿Cuánto invierte España como miembro del Big Five?

Como uno de los países que componen el Big Five, España invierte una gran cantidad de dinero en el Festival. Según la información aportada directamente por el ente público en virtud de la Ley de Transparencia a petición de Maldita.es, RTVE se habría gastado 9,27 millones de euros en los últimos 10 años del certamen. Estos gastos no solo incluyen la producción de las galas del festival sino también los programas previos de selección, como por ejemplo Destino Eurovisión.

Los últimos datos publicados son los del 2021, año marcado por la candidatura de Blas Cantó y en el que contaron con un presupuesto estimado de 617.403 euros. No obstante, el mayor gasto que desembolsa la cadena pública tiene que ver con los derechos de retransmisión que RTVE abona a la UER como miembro del Big Five para poder emitir Eurovisión, lo que supone unos 300.000 euros al año. Aunque esto es un coste fijo, puede variar cada año.

En 2020, aunque el certamen se acabó cancelando como consecuencia de la pandemia por coronavirus, RTVE tuvo que afrontar una serie de gastos de unos 65.000 euros. De estos, 34.700 euros fueron costes del propio concurso, y los otros 30.300 euros por la emisión del especial Europa enciende su luz. En el Festival de Eurovisión 2019, en el que nos representó Miki con 'La venda', la Corporación invirtió un coste total de 508.862 euros. En este caso, el pago a la Unión Europea de Radiodifusión (UER) de los derechos de retransmisión de las dos semifinales y de la final supuso un coste de 281.000 euros.

Este gasto ha ido aumentando con el paso de los años. En 2009, el gasto total fue de 338.960 euros, sin IVA; en 2010, ascendió a 383.384 euros, pagando un 18% de IVA; en 2011, se llegó a 419.829 euros, de nuevo con el 18% de IVA; en 2012, el coste subió a 427.613 euros, con un 21% de IVA; en 2013 se quedó en 398.615 euros; en 2014 fue de 386.994 euros y en 2015 con Edurne el gasto fue de 396.918,47 euros y en 2016 algo más de 450.000 euros. Por tanto, la participación de España en Eurovisión conlleva una inversión media de 500.000 euros en estos últimos años.

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