Susanna Griso y Carles Torras: la fortuna que tendrán que repartirse y que enturbia su separación
Madrid - Publicado el - Actualizado
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Susanna Griso ha pasado de informar de las portadas a protagonizarlas por su separación con Carles Torras tras 23 años de matrimonio y tres hijos en común. La noticia fue toda una sorpresa para sus amigos y conocidos, puesto que solo unos días antes de que la noticia ocupase las primeras páginas de la prensa rosa, la presentadora recordaba en 'Espejo Público' con cariño, cómo Carles pidió su mano.
Eso sí, tras su malestar porque alguien hubiese filtrado la noticia contra su voluntad, Griso solo matizó en ¡HOLA! que ''estaban en un paréntesis'', nada más. Sin embargo, eso no es lo que confirman sus últimos momentos económicos. Así lo confirma la revista LECTURAS quien lleva a la ya expareja a su portada: ''Las valiosas propiedades que se van a repartir Susanna Griso y Carles Torras'', titulan.
Según el medio citado, aunque su entorno asegura que ''no es una ruptura, que las cosas no son así y que solo se están dando un tiempo'', lo cierto es que ya ''efectúan movimientos económicos que sellarían el final de su relación''. Entre el patrimonio reseñado en LECTURAS destacan: dos pisos en Barcelona, un chalé en Madrid, un dúplex en playa d'Aro que oscila los 858.000 euros y una casa en Bolvir (Girona). ésta última, situada en una de las mejores zonas de Girona, tanto que sus vecinos son los mismísimos Shakira y Piqué.
La revista citada, afirma que ''en septiembre Susanna compró sola tres locales en Ávila por los que pidió tres hipotecas que suman 450.000 euros'', un dato más que esclarece que su relación ha terminado y no que están ''pensando'' como reitera constantemente su entorno.
La pareja, que ha estado junta durante las dos últimas décadas, ha sabido hacer negocio juntos y por separado. Afortunados en lo laboral y en el amor hasta ahora. De hecho, desde el primer año que Susanna entró en 'Espejo Público' allá por 2006, ambos ya comenzaron a invertir todos sus ingresos en propiedades. Tal y como detalla LECTURAS ''ese mismo año la famosa presentadora adquirió su primer piso en Barcelona de 74 m2. Desde entonces no han dejado de invertir y mover el dinero''.
Sea como fuere, todo apunta a que ''ese tiempo'' parece determinante y que ya no hay vuelta atrás. Ahora, ''ambos mantienen una relación cordial y todo esto ha sido amistoso'', cita el medio.
Los motivos reales de su separación
Pero, ¿qué ha llevado a la pareja a tomar esta decisión tras 23 años de amor? Según aseguraba días atrás en El Mundo, Jaime Peñafiel, la política podría estar detrás de los problemas de pareja: "A punto de celebrar sus bodas de plata matrimoniales, la bonita presentadora se separa por sorpresa de su marido, tras 23 años de convivencia y tres hijos. La política ¿ha sido el motivo? Tanto él como ella han vuelto a donde solían, profesionalmente hablando".
A pesar de sus orígenes, Griso se ha mostrado moderada en el debate político que existe entre España y Cataluña, lo que le ha llevado a protagonizar alguna polémica con entrevistados como Laura Borràs de Junts per Catalunya. Sin embargo, Susanna no ha dudado en afirmar que a pesar de vivir en Madrid en su casa habla en catalán con sus hijos.
El que sí se ha manifestado muy cercano al ideario independentista catalán es su marido. Torras, en su blog personal ha escrito artículos titulados de una forma bastante clara a favor del independentismo: "25 razones para irse de España (aunque no seas catalana/catalán)", "15 características propias de Catalunya", "15 elementos grotescos del decorado político español" o "25 verdades como puños sobre el procés".
Torras no ha tenido problemas tampoco en mostrar su ideología a través de las redes sociales, ocasionándole alguna polémica. Un tuit publicado el 16 de octubre de 2019, en plenas protestas por la sentencia del procés, provocó un alud de comentarios a favor y en contra. "España ha hecho pedagogía de la violencia. Ocho años de pacifismo sólo han servido para tener a siete cargos electos y a dos activistas políticos en la cárcel. Somos gente de paz, pero no gilipollas", señalaba.