3ª COLOMBINAS DE HUELVA

Lo absurdo de un indulto sin sentido

Perera indulta al toro 'Vitoreado' de Parladé y sale a hombros junto a Roca Rey y David de Miranda en el cierre de Colombinas.

Inicio de faena de rodillas de Perera a 'Vitoreado', el toro de Parladé indultado en Huelva

Sixto Naranjo Sanchidrian

Publicado el - Actualizado

5 min lectura

Cuando ocurren cosas como la vista en el cuarto toro del último festejo de las Colombinas de Huelva, me lleva a preguntarme si cada vez estoy más distanciado de este espectáculo, si mi cosmovisión ‘madrileña’ de la Fiesta me pone frenos en lo emocional o incluso si realmente mis conocimientos no dan para más.

Si algunos piensan que un indulto es algo que da categoría y es marketing para la tauromaquia, yo les digo que si. Pero de cuarta categoría si es como el de este martes.

Un toro de Juan Pedro Domecq al que no se apenas se sangró en varas (el picotazo que recibió me niego a llamarlo puyazo) no puede ser indultado. Es mi opinión y mi parecer. Luego puede embestir como embista. Pero ya no puede otorgársele la etiqueta de “completo en todos los tercios”. Además, en la Fiesta hay otros premios más allá del indulto cuando un toro no alcanza la excelencia necesaria para que se le perdone la vida en el ruedo.

El rigor del presidente, tan digno él por las mañanas, se vino abajo cuando después de indicar a Perera que entrase a matar hasta en dos ocasiones, se plegó a la presión absurda provocada por el torero extremeño ypara terminar asomando el pañuelo naranja finalmente.

Por eso, no entiendo que alguien pueda ver como algo positivo lo visto y vivido hoy en Huelva y para qué servirá. Si al ganadero si este es el tipo de toro que busca; al torero por ayudar al ganadero y al empresario para que en el endogámico mundo mediático del toro se hable de este hecho un par de días; o al empresario como carta de presentación en sus primeras Colombinas. No llego a entenderlo, la verdad.

Ese cuarto, con el hierro de Parladé, tuvo mucha nobleza y clase por el pitón derecho, nadie lo duda. Por el izquierdo no hubo profundidad en sus embestidas. Y Perera, que toreó muy bien con el capote sobre todo en un quite por cordobinas y chicuelinas, lo muleteó con mucha largura y una ligazón en la que eché en falta algo más de pureza para no enjaretar derechazos en forma de carrusel ligados en la oreja del animal. El final fue también marca de la casa. Un sinfín de muletazos en los terrenos del toro haciendo auténticos ochos con la embestida del toro. Pero ahí fue donde se desmadró todo y llegó un, para mí, absurdo indulto.

Antes, Perera salió muy dispuesto de salida con el primer ‘JuanPedro’ al que enjaretó un notable ramillete de verónicas y varias medias que tuvieron mando y pellizco a partes iguales. Tan a gusto estaba que no dudó en apretar al toro en un abundante quite por chicuelinas en el que intercaló el compás cerrado con el abierto. El toro en esos momentos ya había aflojado su brío inicial y mostró estaba cogido con alfileres. Perera tiró de temple en el inicio de faena para sostener en pie a su oponente. Cuando el animal se afianzó, el extremeño tiró su manual para ligar tandas en un palmo de terreno en las que llevó totalmente imantado al toro en la muleta. Pese a que la estocada cayó muy caída, fue premiado con una oreja.

Roca Rey, Miguel Ángel Perera y David de Miranda, a hombros en Huelva

Roca Rey, Miguel Ángel Perera y David de Miranda, a hombros en Huelva

El tercio de varas al primero del lote de Roca Rey fue menos que un simulacro. Se hurtó de un tercio de la lidia. Así, directamente. Lo que recibió el toro no alcanzó la calificación siquiera de refilonazo. Con el toro siempre en el filo de huir a tablas, el peruano apostó por un explosivo inicio de faena de toreo en redondo de rodillas. El toro embestía con fuerza, aunque a media altura. Pero la exposición de la serie llegó mucho a los tendidos. Después, Andrés tiró de técnica y firmeza para conducir con mando las embestidas de su desclasado oponente. La estocada, perpendicular, necesitó de un golpe de descabello. Las dos orejas se pidieron y concedieron.

Con el quinto también salió a relucir la capacidad de Roca Rey ante un animal sin entrega, al que toreó con limpieza a pesar de falta de clase en los viajes del toro de JP.

De “Huelva y Oro” vistió David de Miranda para su compromiso en La Merced. Su público le animó con palmas por Huelva antes de que asomase por chiqueros el jabonero que hizo tercero. Un animal sin fondo ni chispa con el que el torero de Trigueros lució más en el toreo accesorio que en el fundamental. Un quite por saltilleras, un prólogo de faena de mucha exposición y las manoletinas finales sobresalieron por su exposición del resto del conjunto. Un pinchazo hondo tumbó al descastado toro de Juan Pedro. La oreja, muy de la tierra.

Con el desfondado y sosito sexto, David tiró de ganas y valor para hacer romper al toro. Lo consiguió en una postrera tanda a derechas, la que hubo ligazón y ajuste. Eso y unas manoletinas finales elevaron todo hasta la oreja que le permitía la foto a hombros junto a Perera y Roca Rey.

Huelva, martes 3 de agosto de 2021. 3ª de Feria. Lleno de ‘No hay billetes’

Cinco toros de Juan Pedro Domecq y uno (4º) de Parladé, de correcta presentación y juego manejable sin ningún exceso de casta. Indultado el cuarto, ‘Vitoreado’, nº 28, de 500 kg, 10/2016.

Miguel Ángel Perera, oreja e indulto.

Andres Roca Rey, dos orejas y saludos.

David de Miranda, oreja y oreja.