16ª SAN ISIDRO

Álvaro Alarcón conquista Las Ventas con una novillada de lujo de Fuente Ymbro

La tercera y última novillada del ciclo isidril dejó la Puerta Grande del novillero toledano Álvaro Alarcón, que cortó tres orejas. Una paseó Manuel Diosleguarde.

Álvaro Alarcón en su salida a hombros por la Puerta Grande de Las Ventas este lunes

Sixto Naranjo Sanchidrian

Publicado el - Actualizado

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Tras los fastos y dispendios del fin de semana, los lunes son días de calma chicha en Las Ventas. Las novilladas, pese a las buenas entradas registradas, se viven de manera más tranquila desde los tendidos.

En el cartel, tres novilleros quizá poco conocidos para el gran público, pero sí para los aficionados que en estos dos últimos años han escuchado su nombre durante su participación en los distintos circuitos de la Fundación. Uno ya conocido por Madrid y dos que venían a presentar credenciales. Ante ellos, una novillada de lujo de Fuente Ymbro a la que se le caían las orejas. Un encierro para salir lanzados de este San Isidro.

Solo la aprovechó Álvaro Alarcón, que hizo su debut ante la Cátedra con “Volante”, un utrero de Fuente Ymbro de muy buen juego en todos los tercios. Empujó con riñones en varas y después sacó nobleza enclasada en el de muleta. El joven toledano no lo dudó y tras un cambiado por la espalda, cogió la zurda para traerse muy toreado al novillo. Echándole los vuelos, templando y ajustándose en el embroque. Pureza lo llaman y la intenta aplicar Alarcón. A mitad de faena todo se enredó un poco al atosigar en demasía al novillo. Pero tras un final muy torero con un doblón preñado de mando y estética, hundió la espada hasta la gamuza. Se quedó con la empuñadura de la mano, pero el acero quedó enterrado en muy buen sitio. La oreja supo a premio cabal. Como la ovación con la que se arrastró al pupilo de Ricardo Gallardo.

El cierraplaza sacó temperamento, movilidad y exigencia. Alarcón le cogió rápido la distancia a la fuerte embestida del utrero. La emoción la ponía el novillo. La firmeza, el novillero. Faltó de inicio un punto de sometimiento que sí llegó en una gran tanda en redondo. Arrastrando la muleta, tirando mucho de la embestida y haciendo sacar el 'ole' ronco de Las Ventas. La siguiente tanda tuvo más estética que mando. Desmayada la figura, lento el trazo. El final por ayudados para rematar con uno de pecho a la hombrera contraria. Se tiró muy derecho tras de la espada para cobrar una estocada desprendida de la que el novillo salió herido de muerte. Se desató la petición y el palco, algo ligero, concedió el doble trofeo. La vuelta para "Embriagado" fue justa y reconoció además el notable juego del conjunto de la novillada.

El más rodado y con una alternativa cercana, suena Santander, era Manuel Diosleguarde. Cuajado y con mucho sitio, el salmantino tuvo enfrente a un buen novillo de Fuente Ymbro en el último tercio. Se desplazaba el animal y lo embarcaba con temple el novillero. Algo falló al guiso porque aquello, pese al buen aire de la faena, no terminó de calentar a los tendidos. El novillo, mediado el trasteo, apuntó cierta tendencia a salir suelto y desentendido. La media del conjunto la elevó una estocada entera algo atravesada que tuvo mucha muerte. A ese se agarró la mayoría de pañuelos en los tendidos.

El cuarto hizo cosas muy buenas en los primeros tercios y cuando Diosleguarde le presentó la muleta de rodillas, el novillo hizo el avión al tomar el engaño. Apenas duró un par de tandas. Luego rebajó las revoluciones y sin inercias, al salmantino le costó más la ligazón y que todo fluyese más y mejor.

Jorge Martínez, triunfador del Circuito de Andalucía, se presentó en Madrid con un novillo complicado y pegajoso que le puso en más de un apuro. Siempre se metía por dentro y buscaba hacer presa en cualquier momento. Cuando parecía que le había cogido el aire y el mando en la distancia corta, en un natural llegó la voltereta. Se volvió a poner el de Totana, que lo cazó de una estocada caída. La ovación recompensó el esfuerzo.

El quinto manseó en varas y después se movió informal y sin entrega. Martínez le plantó cara y dejó muletazos donde evidenció el buen corte que tiene. Pero esos apuntes sin disparar, en Madrid, sirven de poco. El novillo comenzó a orientarse y tras dos coladas, a punto estuvo de arrollarle en una tercera donde se quedó demasiado descubierto. Tomó la diestra y ahí llegaron los muletazos más compactos del murciano. Como se había quedado con la espina de la zocata, volvió a la mano izquierda en una última tanda a pies juntos muy torera y con mucho compás. Sonó el aviso antes de cuadrar al animal y dejar una estocada rinconera que le tiró sin puntilla. La petición tuvo mayoría larga de pañuelos, pero desde el palco presidencial no se consideró como tal. Ignacio Sanjuan, hoy, como ejemplo de un palco desnortado y sin criterio. También una plaza con un nivel de exigencia ínfimo que solo quiere otorgar orejas por faenas menores olvidando que hay premios tan toreros y justos como una vuelta al ruedo.

Madrid, lunes 23 de mayo de 2022. 16ª de Feria. Algo más de media plaza (14.645 espectadores según la empresa).

Novillos de Fuente Ymbro, bien presentados, aunque de desiguales hechuras. Mansito pero con movilidad y nobleza en sus embestidas el primero; un segundo con peligro; un tercero que se empleó en todos los tercio y tuvo nobleza y clase, ovacionado; noble pero a menos el cuarto; un quinto exigente y con buen fondo; un sexto, "Embriagado" de nombre, 496 kilos, 08/18, encastado y noble que fue premiado con la vuelta al ruedo

Manuel Diosleguarde, oreja y silencio.

Jorge Martínez, saludos y vuelta tras petición y tras aviso.

Álvaro Alarcón, oreja y dos orejas