TOLEDO
Álvaro Lorenzo y Tomás Rufo salen a hombros en la mixta de Borox
El matador de toros Álvaro Lorenzo, con dos orejas, y el novillero Tomás Rufo, con tres, triunfaron en el festejo mixto celebrado en Borox.
Madrid - Publicado el - Actualizado
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El festejo de Borox (tierra del toledano Domingo Ortega) tuvo tres apellidos protagonistas: Lorenzo, Rufo y Lozano.
Los dos primeros son obvios, pero no lo es menos el tercero, pues ambos toreros están apoderados por la casa Lozano, y los toros y novillos a lidiar llevaron los hierros de Alcurrucén y El Cortijillo, también propiedad de la saga de taurinos toledanos, como toledanos son, también, los dos toreros. Todo quedó en casa, por tanto; en la casa Lozano.
Álvaro Lorenzo se topó con un primero noble pero de embestidas sin continuidad ni chispa. No fue un dechado de virtudes su segundo, aunque tampoco un manojo de defectos. Embistió sin demasiada entrega ni fijeza, pero se dejó. Lorenzo anduvo firme y solvente, aunque sin lograr meter a los tendidos en la faena con rotundidad. Se atascó con el descabello, escuchando un aviso.
Mejoró la condición del quinto, de El Cortijillo, y la actuación de Álvaro Lorenzo reflejó esa mejoría, conduciendo a su antagonista con mando, ajuste, entrega y garra. sin alharacas. Esta vez no se le escapó el triunfo con la espada, y finiquitó al toro contundentemente y a la primera, yendo a sus manos las dos orejas.
Sensacional estuvo Rufo con el capote en su primero, tanto en el recibo a la verónica, como en el quite por chicuelinas, sin olvidar la magnífica brega de Antonio Chacón. Semejante nivel continuó con la muleta en una faena inteligente, variada, templada y muy torera, con un concepto clásico y firme que ya pide el toro, vista la suficiencia con la que anduvo el todavía novillero de Pepino, que dejó algunos naturales antológicos a un noble, enclasado y rajado novillo de Alcurrucén. Si no paseó dos orejas fue por el pinchazo que dejó antes de finiquitar a su oponente.
Su faena al tercero tuvo las mismas virtudes (inteligencia, variedad, templanza y torería) pero en este caso el de Alcurrucén no regaló sus arrancadas tan fácilmente, aunque las dio, pero fue por la colocación y exposición del novillero de Pepino, que si en su primero brilló por la vía de la estética, en el tercero lo hizo por la de la entrega sin contemplaciones. Y todo con la intención de torear bien. Sin atajos. Fue una lástima que pinchara y, más tarde, dejara un estoconazo caído.
El sexto se llamó Toledano y le costó terminar sus embestidas con longitud y emoción. Fue noble pero no tuvo chispa. Rufo le dio sitio cuando debió, y acortó distancias cuando fue menester, en una faena de menor brillo pero de suficiencia y valor. Resolvió a la primera la papeleta de la espada y a sus manos fueron a parar la última oreja de este mano a mano absolutamente toledano.
Borox (Toledo), lunes 30 de agosto de 2021. Un tercio de plaza.
Dos toros de Alcurrucén (primero y tercero) y uno de El Cortijillo (quinto), y tres novillos de Alcurrucén (segundo, cuarto y sexto), bien presentados. Primero noble y soso. Segundo con clase y rajado. Tercero reservón. Cuarto manejable. Bueno a menos el quinto. Noble y soso el sexto.
El matador Álvaro Lorenzo, ovación, silencio tras aviso y dos orejas.
El novillero Tomás Rufo, oreja,oreja y oreja.